En el sur de la isla de Tenerife, en el municipio de Arona, se encuentran las zonas ultraturísticas de los Cristianos, Las Américas y Costa Adeje, donde los hoteles y restaurantes brotan del suelo, creando el paraíso para los visitantes europeos.
Fernando*
No muy alejado, en las playas de la Caleta y de Diego Hernández, nos encontramos el polo opuesto. Personas y familias que han decidido luchar contra el consumismo y alejarse de las masas, viviendo en la misma playa, con solo los recursos imprescindibles, formando parte de la naturaleza.
Algunas de las casas excavadas en la roca
Al acercarnos allí, nos encontramos varios hippies, así como casas excavadas en la propia roca ,que sirven de hogar a un heterogéneo grupo de personas que se oponen a la situación que les rodea.
Brigitte
Entre ellas está Brigitte, madre de tres hijos, que hace medio año decidió educarlos por sí misma, contando con la ayuda de algún otro miembro de la comunidad.
Uno de los hijos de Brigitte
También nos encontramos con Fernando*, licenciado informático que, como su vecina Brigitte, hace algo más de seis meses decidió irse a vivir a una cueva, sin luz y sin agua, pero con la mente y la conciencia tranquila. Cuando necesita dinero se desplaza a alguna calle y toca su guitarra, "con lo que recaudo me basta", dice Fernando.
Ramses
Por último, conocemos al que todos llaman como "Papito", porque lleva allí 35 años. Nos sentamos a charlar con una mujer de unos sesenta años, canaria de pura raza, nos habla con tristeza y melancolía. Describe como era aquello hace cuarenta años, virgen sin hoteles ni turismo y explica cómo teme que esas mismas playas, en cuyas cuevas tanto ella como algunas de sus allegadas dieron a luz a sus hijos, no tarde en desaparecer para convertirse en otro complejo.
Tomando un café con Fernando, el informático, nos dice que cuando ve a los turistas piensa que se han vuelto locos. Quizá tenga razón, quizá lo estamos todos, viendo como asumimos y, en cierto modo colaboramos en estos procesos. Este era su paraíso, y dicen que se los están robando para convertirlo en el de otros.
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