Adiós a Los Pinos. Los manteles largos de Peña Nieto

Solo faltan cinco meses para que Enrique Peña Nieto deje la casa presidencial. Mientras Vicente Fox es recordado por adquirir toallas importadas de 4 mil pesos (unos 200 dólares), Felipe Calderón destinó varios millones a bebidas alcohólicas. ¿Cuánto y en qué gastó el mandatario saliente durante su estancia en Los Pinos?

Una revisión de los contratos suscritos con la iniciativa privada revela que la oficina presidencial pagó 4.8 millones de pesos (alrededor de 2.3 millones de dólares) en menaje, lo cual incluye manteles, cubiertos, vajillas y cubresillas. También invirtió 700 mil pesos en la compra de marquetería de madera y 1.5 millones en fotografías oficiales. Hubo un año –2017– en que gastó 3 millones de pesos sólo en pescados y mariscos.

Videos by VICE

Así, entre el 1 de diciembre de 2012 y el 31 de diciembre de 2017, la Presidencia de la República reportó casi mil contratos con más de 400 proveedores para la adquisición de bienes y servicios. Los rubros más cuantiosos son: seguros patrimoniales y de vida, servicios de telecomunicaciones, gastos de oficina (impresión, fotocopias, encuadernación), adquisición de equipo de cómputo, encuestas y asesorías. En total, erogó 4 mil 418 millones de pesos, una cantidad equivalente al presupuesto destinado para la reconstrucción de escuelas dañadas en los sismos de septiembre pasado.

Fuente: Compranet y Portal de Obligaciones de Transparencia (POT). Diseño de Ilse León.

Para obtener esta información, VICE exploró en los registros de Compranet y del Portal de Obligaciones de Transparencia (POT). Los datos recabados muestran que, por ejemplo, la proveedora Dulce María Balbuena Carrillo entregó a Los Pinos mantelería por los que facturó más de 200 mil pesos, mientras que Manteles Finos de México S.A. de C.V. recibió arriba de 100 mil pesos. También pueden apreciarse gastos por 4.2 millones de pesos en agua embotellada. Y 23.9 millones en abarrotes.


La factura que mece la cuna. Estos son los contratistas del gobierno que alertan contra el populismo.


El sello de cada presidente

El gasto de la residencia que habitan Enrique Peña Nieto y su esposa Angélica Rivera constituye uno de los temas que más interés despierta en la ciudadanía, según registros de las preguntas enviadas por la gente al organismo de transparencia y acceso a la información. Sin embargo, la oficina del mandatario ha negado sistemáticamente dar detalles sobre los contratos firmados por el despacho presidencial.

En 2001, la compra de artículos domésticos a precios ostentosos desató un escándalo que marcó el arranque del primer gobierno de oposición, el del entonces panista Vicente Fox (2000-2006), quien destinó 12 mil pesos en tres toallas importadas y 150 mil en sábanas, para confort del titular del Poder Ejecutivo y su familia. La prensa terminó bautizando aquel episodio como el toallagate.

Un sexenio después, Felipe Calderón (2006-2012) intentó ser cauteloso al oponerse a informar los gastos generados desde Los Pinos. Aun así, pudo conocerse que el segundo presidente emanado de las filas del Partido Acción Nacional (PAN) pagó varios millones en bebidas alcohólicas para sus invitados.


Las elecciones nos están dividiendo y tenemos que hablarlo.


En la era peñista, los gastos en menaje pueden medirse en una veintena de contratos. De éstos, cinco fueron para la adquisición de mantelería y prendas relacionadas, como cubresillas, fundones y toallas, a través de contratos asignados a los proveedores Dulce María Balbuena Carrillo, Verónica González García, Colchones Tecnología y Descanso S. de R.L. de C.V., Manteles Finos de México S.A. de C.V. e Industrias Haber’s S.A. de C.V.

El 45% de esos recursos se destinaron al equipamiento del avión presidencial, en el que, por otro lado, también se gastó en cristalería, loza y cubiertos.

De hecho, la inversión en utensilios fue de un millón 658 mil pesos. Entre los proveedores de estos enseres se encuentran All Depot S.A. de C.V., Comercializadora y Proveedora de Suministros S.A. de C.V., Gino González Díaz, Comercializadora Montessoro S.A. de C.V., Niwami Comercializadora S.A. de C.V., y, de nuevo, Dulce María Balbuena Carrillo.

Otro desembolso que llama la atención en el rubro de menaje es la adquisición de marquetería. En 2013, la presidencia compró a Operadora Hublot, a través de dos contratos, marcos de madera de pino en dos medidas, incluido vidrio antireflejante, por 535 mil pesos. La referencia de Compranet sólo especifica el número de piezas en uno de los contratos: 147. Otro proveedor de marcos de madera fue Alberto Ángel Espinoza Mendoza, quien facturó a Los Pinos 199 mil 404 pesos.

Un mandatario muy asegurado

Pero el costo de manteles, cubiertos y vajillas no es la mayor inversión de Los Pinos. El gasto prioritario ha sido la compra de seguros de vida y patrimoniales, a los que se destinó mil 409 millones de pesos, 32% del presupuesto ejercido en cinco años. Sólo el gasto corriente o de operación supera este desembolso.

Según las bases de datos oficiales consultadas por VICE, la adquisición de contenidos (15%), la compra de infraestructura (5%), el mantenimiento (5%), los víveres (3%), el protocolo (3%) y la seguridad y custodia (2%) también significaron una inversión importante. Y con 1% cada cual, los recursos destinados a menaje, salud y compensaciones al personal presidencial.

Fuente: Compranet y Portal de Obligaciones de Transparencia (POT). Diseño de Ilse León.

De los 971 contratos, 45% fueron adjudicados de manera directa a los proveedores; 23% fueron asignados mediante el procedimiento de invitación a tres personas; 21% bajo licitación; 12% a través de convenios de colaboración interinstitucional.

El año de mayor erogación fue 2014, con mil 156 millones de pesos; y contando solamente años completos (2013-2017), es decir, excluyendo diciembre de 2012, el gasto promedio anual fue de 881 millones de pesos.

Los Pinos vale 2 mil millones

La Presidencia de México posee 15 inmuebles diferentes, según el inventario del Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales (Indaabin): Palacio Nacional, la residencia oficial de Los Pinos, el Archivo de la Oficina de la Presidencia en Guatemala N° 84; las oficinas de Constituyentes N° 161; la bodega de Constituyentes N° 750; el Centro Hospitalario del Estado Mayor Presidencial (EMP), en el Bosque de Chapultepec; el Triángulo, propiedad en Calzada Chivatito; el Deportivo del EMP en Belem de las Flores; la casa de General Zarazúa N°. 27, en San Miguel Chapultepec; la casa de la calle Agua N° 136, en Jardines del Pedregal; el inmueble de calle Renacimiento N° 135, Azcapotzalco; la casa de Paseo de la Reforma 1030; el Hangar Presidencial en el Aeropuerto Internacional Benito Juárez; y la residencia Soledad Orozco, en Huixquilucan, estado de México.

En 2014, el valor comercial de la residencia oficial de Los Pinos fue estimado en mil 800 millones de pesos por el portal inmobiliario Lamundi. Ese mismo año, el Indaabin tasó esa propiedad en poco más de 2 mil millones, y el total del patrimonio inmobiliario presidencial en 9 mil millones, sin contar equipamientos, obras de arte, moblaje ni menaje.

Sobran los riesgos para esas propiedades: pueden sufrir un incendio, ser robadas, dañadas por un sismo, atacadas en una manifestación callejera. ¿Cuáles de esos riesgos están cubiertos por los seguros contratados por el presidente? Los títulos de los contratos a los que tuvo acceso VICE dicen “Seguros (pólizas) del Programa de Aseguramiento Integral de la Oficina de la Presidencia de la República 2017”. Uno de los más cuantiosos, celebrado el 1 de enero de 2017, asciende a 223 millones de pesos.

Si el diablo está en los detalles, el sistema de compras del gobierno federal, Compranet, ha preferido no darlos en las hojas de “datos relevantes” de los contratos de seguros de la Presidencia. Lo cierto es que se trata de la segunda erogación más cuantiosa de la partida presidencial de la era Peña Nieto: mil 409 millones de pesos.


La televisión ya no vota como antes. AMLO encabeza tiempo de cobertura.


De esa cantidad, mil 407 millones fueron para Seguros Atlas, del empresario Rolando Vega Sáenz, miembro de la añeja nomenclatura de negocios del país. Desde 1982 dirige la aseguradora, que fue fundada por su padre, Rolando Vega Íñiguez, expresidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).

Fuente: Compranet y Portal de Obligaciones de Transparencia (POT). Diseño de Ilse León.

Vega Sáenz nació en la llamada “familia revolucionaria”, pues es nieto de Aarón Sáenz, excanciller de Plutarco Elías Calles, que al cabo de esa gestión se convirtió en empresario cañero y fundó el Banco Azucarero en 1932, antecedente de Seguros Atlas y de Banca Confía. La familia mantuvo algunas acciones minoritarias en ese banco tras la expropiación de 1982.

Las coberturas contratadas en la actual gestión han hecho de Seguros Atlas el mayor proveedor de Los Pinos, a través de diez contratos que le fueron asignados de manera directa. Seis correspondieron al programa de “aseguramiento integral de bienes patrimoniales de la Oficina de Presidencia de la República”, por mil 364 millones de pesos; cuatro fueron por pólizas de vida para personal civil y militar del Estado Mayor Presidencial, por 43.8 millones.

Cabe señalar que 1.9 millones del total del gasto en esta área, fueron para la intermediaria de seguros Grupo Actuarios Asociados Septién, de la familia Septién Hinojosa, que vendió asesoría.

También rentan

Independientemente de su patrimonio inmobiliario, la Presidencia de México renta varios edificios, entre ellos el de Avenida Nuevo León N° 210, en la colonia Condesa de la Ciudad de México, por el que ha pagado 126 millones de pesos a Inmobiliaria Nuevo León S.A. En ese inmueble opera la Unidad de Enlace para la Transparencia y Acceso a la Información de la oficina presidencial. En el piso 14 hay también un hotspots o cerebro de acceso inalámbrico a redes. El piso 15 también se utiliza para desahogar concursos para contrataciones públicas de diferentes dependencias del gobierno federal. Y alberga a funcionarios que despachaban en la residencia Miguel Alemán, durante las gestiones panistas.

El edificio se ha rentado por lo menos desde el gobierno foxista, y ahí funcionó la coordinación general de Puertos y Marina Mercante de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).

El misterioso Centro de datos

El sábado 5 de diciembre de 2026, el pueblo de México podrá saber en qué consiste, dónde se halla, y qué función cumplió al ser puesto en marcha, el Centro de datos de la Presidencia de México, cuya “infraestructura y aprovisionamiento” corrió a cargo de una empresa toluqueña, Productos de Consumo O’Mega, que, con ese único contrato, adjudicado de manera directa, se ubicó entre las empresas con mayor facturación en Los Pinos: 128 millones.

Esa compañía distribuye mobiliario, accesorios y equipos de cómputo, su representante legal es Jesús Fuentes Almazán, que fue contratista del instituto de transparencia del Estado de México, así como de la secretaría de Finanzas se esa entidad, durante la gestión de Eruviel Ávila Villegas.

El Centro de datos, ahí donde esté, se halla implicado en tareas de seguridad nacional, pues ese fue el argumento para reservar su información.

Por otro lado, a pesar de que la presidencia peñista ha invertido bastante en tecnología digital, aún utiliza fotocopias: pagó 19 millones a Kyocopia Digital por arrendamiento de equipo; también compró a Estratec el “servicio de arrendamiento integral de (equipos) de impresión y digitalización”, por 146 millones.

Infraestructura digital y software

Los gastos de operación consumieron mil 470 millones de pesos, 33% del presupuesto del presidente. Estos recursos se repartieron en servicios e infraestructura de telecomunicaciones, 559 millones; servicios de oficina –como impresión, fotocopiado, encuadernación–, 233 millones; servicios de transporte terrestre, 161 millones; software –licencias, servicios, programas–, 145 millones; arrendamiento de inmuebles, 135 millones; servicios de transporte aéreo, 94 millones.

Más de 100 millones de pesos se fueron en suministro de combustible, telefonía móvil y radiocomunicación, papelería y materiales de oficina, servicios aduanales, paquetería y mensajería, uniformes para personal, suministro de gas LP y soporte técnico de software y hardware.

Como puede advertirse, la infraestructura de telecomunicaciones, el software y el soporte técnico, concentraron unos 700 millones de pesos, casi la mitad del gasto de operación. Estos tres rubros convocaron la participación de dos decenas de proveedores de licencias de uso, seguridad informática, plataformas y aplicaciones, incluida una para la lectura de contenidos web a través de voz.


Zavala, la candidata que pensó en ser monja, está convencida de que sí compite por la presidencia.


Entre los proveedores no podía faltar Microsoft, que, por dos suscripciones, actualización y soporte de licencias de programas de cómputo, a través de un esquema de licenciamiento, cobró 50 millones de pesos.

Los contratos mayores del rubro fueron los correspondientes al “servicio integral de telecomunicaciones para la oficina de la presidencia de la República”, por un monto de 457 millones, asignado a Operbes S.A. de C.V. –antes Operadora Bestel o Bestphone–, empresa de servicios de telecomunicación y fibra óptica, filial de Televisa.

Foto, foto

Prenda de culto a la personalidad y accesorio de documentación histórica, la fotografía oficial del presidente de la República puede verse en prácticamente todas las oficinas gubernamentales. La del presidente Peña Nieto comenzó a confeccionarse en el primer mes del mandato.

El 31 de diciembre de 2012, Peña efectuó dos sesiones fotográficas, una individual con el fotógrafo Armando Herrera Peralta, y otra en compañía de su gabinete legal, con The Mates Content, una productora de contenidos visuales que también ha sido contratada por el PRI, cuyo representante es Manuel López del Olmo.

Dos sesiones fotográficas, la edición de imágenes, 388 lienzos impresos a inyección de tinta en dos tamaños, el montaje en bastidor y el enmarcado de 29 lienzos en dos tamaños, costaron 1.6 millones.


El candidato Meade es el campeón de las campañas… a puerta cerrada.


Las imágenes del mexiquense de 51 años serán sustituidas a partir del 1 de diciembre de 2018, cuando el nuevo mandatario se coloque la banda presidencial. A partir de entonces, el futuro de Los Pinos podría tomar nuevos rumbos. Los candidatos José Antonio Meade (PRI) y Ricardo Anaya (PAN) no han manifestado planes sobre el uso que, de ganar los comicios, darían a la casa que han habitado 14 presidentes, pero el puntero en las encuestas, Andrés Manuel López Obrador (Morena), ha dicho que convertiría ese recinto en un museo. ¿Adiós a Los Pinos?

Manteles Finos de México, S.A. de C.V. obtuvo varios contratos con la presidencia de la República, para proveer manteles avantgarde color beige y otros productos.
La Dirección de Adquisiciones de Presidencia de la República registra la orden de compra a Dulce María Balbuena Carrillo, una de las principales proveedoras de mantelería.

Sigue a Esteban David Rodríguez en Twitter: @estedavid

Sigue a VICE News En Español en Twitter: @VICENewsEs