A América Latina le gusta beber. Bebe más que Europa y bebe más cerveza que otros licores. A diferencia del Viejo Mundo, donde es muy común desayunar con vino tinto, de este lado del Pacífico no consumimos alcohol todos los días, pero cuando lo hacemos nos excedemos.Sí, los latinos sabemos emborracharnos. De hecho, bebemos para emborracharnos. Esa forma de beber, más por el efecto que por el sabor, nos ha llevado a dos cosas: 1) que nuestro consumo de alcohol puro promedio sea 2.2 litros más alto que el promedio europeo por año; y 2) que el alcoholismo ya sea considerado un problema de salud pública.
Según el primer informe sobre alcohol especializado en Latinoamérica, hecho por la OMS, el alcoholismo ya es una amenaza a la salud. "Algo está cambiando en Latinoamérica", le dijo Maristela Monteiro, asesora principal en abuso de sustancias y alcohol de la OMS, a la BBC. "Nunca hubo una fuerte cultura de consumo en la región, pero el desarrollo económico y nuevos valores importados de la globalización está haciendo que el consumo excesivo y abrupto sea una tendencia".Para que entender mejor por qué el alcoholismo es considerado un problema y cómo nuestras borracheras afectan a la salud pública, hicimos esta infografía, como parte de nuestro especial Sin Fondo: