El restaurante de Eleonora y Gregorio Gigliotti en Queens, Nueva York, Cucino a Modo ("Cocino a mi manera" en italiano) era conocido por tener a la gente local enganchados a sus crocantes y burbujeantes porciones de pizza Margherita.Desafortunadamente, su gusto por hacer las cosas de una manera original terminó abruptamente la semana pasada cuando el dúo dinámico de la pizza fue sentenciado por uso y posesión ilegal de armas de fuego luego de que múltiples armas fueran confiscadas dentro del restaurante. Y según los fiscales federales, Cucino a Modo era uno de varios negocios que los Gigliottis usaban para facilitar la operación de contrabando de drogas internacional conectada con la mafia.El ingrediente secreto: Kilos de cocaína estaban escondidos dentro de cajas de cartón llenas de mandioca importada de Costa Rica a los Estados Unidos.Una acusación fue hecha a los Gigliotis, su hijo, Ángelo y a un pariente, Franco Fazio, por conspiración para importar cocaína, posición con intención de distribuir e importación de cocaína. Ahora los cuatro están detenidos sin fianza.Según el jefe de la división criminal del Distrito Este, los defendidos están asociados a una familia del crimen organizado genovesaCon el destino de la pizzería y sus porciones en suspenso, hay mucha yuca sobrante para comer.