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Al interior del manejo del estadio del LAFC: ¿Puede surgir algo de la nada?

En los últimos años, la búsqueda de la Major League Soccer por construir estadios de futbol en todo el territorio e ha topado con la cruda realidad de la política. En Miami, los dueños foráneos apenas y muestran interés y la disposición política para hablar de un estadio con los políticos. En Minnesota, las cosas están un poco mejor: el dueño local al menos tiene un equipo, fans apasionados, y a los oficiales de los condados a su favor (si no es que hasta a la legislación ciudadana y estatal).

Así que los desquiciados fans puede que escuchen la propuesta de Los Angeles FC para construir un nuevo estadio en donde actualmente se encuentra la Sports Arena y pregunten: ¿Están hablando en serio?

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La respuesta más corta es sí. La respuesta larga es algo complicada. Aquí el porqué.

En 2004, la MLS emprendió un plan ambicioso: dos equipos activos en Los Ángeles. Tres dueños mexicanos, Jorge Vergara, y los hermanos Cue, compraron y lanzaron una nueva franquicia: Chivas USA. La idea era apelar a la población latina de LA con una marca hispana bien conocida. Sí, el equipo compartiría el estadio con el Galaxy, pero la MLS esperaba que el trabajo de patrocinio mexicano y el supuesto conocimiento de futbol pudieran construir un equipo y una rivalidad en la ciudad.

Los primeros cinco años, las cosas funcionaron muy bien. Como apunta Alicia Rodriguez de SB Nation, gran parte del manejo día a día de las operaciones de Chivas USA lo hicieron los hermanos Cue. Contrataron a un duro entrenador y ex jugador de la MLS, Preki, trajeron jóvenes talento como el cubano Maykel Galindo y Sacha Kljestan, y sólidos veteranos como Claudio Suárez y Jesse Marsch. El equipo llegó a las finales durante cuatro años consecutivos y la asistencia rondó entre los 13,000. Para los equipos de la MLS de ese entonces, estos eran excelentes números y resultados.

Entonces las cosas se pusieron muy mal y de forma muy rápida. En el campo, el equipo falló en reemplazar a los veteranos como Suárez y Marsch. Galindo se lesionó y Kljestan se mudó a Europa. Fuera del campo, las cosas empeoraron. Primero, Vergara compró las acciones de los hermanos Cue. Después, Chivas USA fue demandado por discriminación laboral después de unas inoportunas declaraciones de Jorge Vergara al cuerpo técnico —específicamente a dos entrenadores no hispanos. Pero, como ya había dicho en otra parte, Vergara dejó de preocuparse por sus equipos (es decir, dejó de invertir) al norte y sur de la frontera.

Como se esperaba, la asistencia sufrió un bajón en 2013, llegando a una miserable cifra de 8,000 fans por juego. Tarde que temprano la liga tomó el control de las operaciones de la franquicia y empezó a buscar un posible comprador. En su lugar, Vergara apaciguó la demanda por discriminación y, de nuevo, vendió el equipo a la liga. Vergara se embolsó una buena cantidad, pero la liga anunció que desaparecería al equipo, esparciría a los jugadores a otros clubs vía draft, y buscaría nuevos dueños locales.

Intercambié emails con los fans de Chivas USA y pueden asegurara que estaban molestos, pero no les había caído de sorpresa. De hecho, uno cuantos eran optimistas: Vergara traicionó la confianza de los fans al dejar de invertir en el equipo y la demanda por discriminación no ayudó mucho.

De todos modos, la MLS enfrentó una tarea desalentadora: ¿Podrían encontrar a un grupo interesado en comprar capaz de recobrar al confianza de los fans? Pero había un obstáculo incluso más grande: la MLS quería dueños comprometidos con construir y jugar en un nuevo estadio lejos del StubHUb Center del Galaxy en Carson. ¿Quién en su sano juicio le entraría a este desastre e invertiría millones? Conozcan al LAFC.

El 30 de octubre de 2014, Brian Straus reportó para Sports Illustrated los detalles de Los Angeles Football Club o LAFC. El socio de managment es el vietnamita-estadounidense Henry Nguyen, y el grupo de dueños incluyen a los meros meros del deporte en el sur de California: el co-dueño de los LA Dodgers Peter Guber, el ex ejecutivo de la NBA Tom Penn, Magic Johnson, Nomar Garciaparra y Mia Hamm, por mencionar algunos. Se esperaba que el equipo regresara a la MLS en 2017, pero los fans de Chivas USA podían estar contentos: gente adinerada local con conocimiento en deportes y experiencia en asuntos de política estaba en camino. Y los dueños no tardaron en lanzar una ambiciosa campaña y un plan para el estadio.

Para ver qué podía encontrar acerca de este proceso, mandé solicitudes de récords abiertos a la Ciudad de Los Ángeles, el Condado de Los Ángeles, y a la L.A. Memorial Coliseum Commission. Encontré que un día después del anuncio, en octubre 31 de 2014, Charles Altcheck, uno de los asistentes especiales del Comisionado de la MLS Don Garber, introdujo a Tom Penn por email a Glyn Milburn de la Alcaldía de L.A. del departamento de Desarrollo Económico. El 4 de noviembre de 2014, Penn conoció al Alcalde Eric Garcetti, al Teniente de Alcalde Keill Barnard, y Glyn Milburn. Penn reconoció que LAFC estaba en pláticas con USC sobre el lugar del L.A. Memorial Coliseum, pero que después se quedó de ver con el consejero Buscaino para echarle un vistazo en San Pedro, y después con Stuart Waldaman para ver opciones en el Valle.

A principios de diciembre, Penn volvió a la Alcaldía para presentar el ambicioso plan de LAFC que, presuntamente, involucraba el sitio del L.A. Memorial Coliseum. Glyn Milburn no fue a la reunión, pero preguntó por email sin tapujos: ¿el club iba a querer subsidiarias? El 10 de diciembre, Milburn contactó a sus colegas por correo y, de manera privada, levantó las alarmas sobre qué subsidiarias quería LAFC. Pen jamás contestó directamente el correo, pero en emails posteriores del consejo corporativo de LAFC, Latham & Watkins, el club mostró mucho interés en la nueva ley de California que permite a las ciudades usar impuestos de la propiedad del condado para reimpulsar áreas económicas específicas.

Básicamente, la ley permite a las municipalidades quitar incrementos de impuestos de propiedad del tope de los presupuestos de los condados para intentar atraer nuevos negocios o desarrollar áreas marginadas.

En enero, las cosas se pusieron color hormiga y Benny Tran, Director de Desarrollo de LAFC, tomó control de la comunicación con la Alcaldía. El 14 de enero, Tran reveló que las negociaciones con USC estaban progresando y que estaban trabajando en modelos económicos de impacto y con arquitectos para el diseño del estadio. En enero 22, LAFC y sus abogados se vieron con la Alcaldía, lo que los consejeros llamaron una “junta de Status” —básicamente, estaban actualizando el progreso de la ciudad. La pregunta incómoda de las subsidiarias y las negociaciones no sería planteada. Aún no.

El 28 de febrero de 2015, KRON 4, un canal de TV local, publicó una historia sobre la propuesta de $100 millones de dólares por parte de LAFC por el L.A. Memorial Coliseum. Dos meses después, LAFC contactó al Alcalde y al Consejo Ciudadano para que asistieran a la conferencia de prensa donde se haría el anuncio del estadio.

El 12 de mayo, Benny Tran mandó un email a la ciudad para confirmar que habían alcanzado un acuerdo con USC. Al día siguiente, la Alcaldía informó a LAFC que estaban revisando el estudio económico de impacto para después desarrollar un slogan para vender el proyecto a los constituyentes. El 18 de mayo, LAFC realizó su conferencia de prensa con el Alcalde Garcetti y el Comisionado de la MLS Garber presentes. Develaron un precioso diseño del estadio cerca del LA Memorial Coliseum, con capacidad de 22,000 espectadores que generaría $2.5 millones de dólares anuales en ganancias de impuestos.

Los dueños de LAFC en la conferencia de prensa. Foto por Kirby Lee-USA TODAY Sports.

Te preguntas, ¿y cómo será financiado? LAFC solo dijo que “el dinero del fondo general de la ciudad no será utilizado para este proyecto.” En términos de promesas, les creo. Sin embargo, ningún proyecto para un estadio usa los recursos del fondo general. En su lugar, los dueños generalmente preguntan a alguna entidad gubernamental para obtener generosas evasiones de impuestos. A veces la ciudad reduce los ingresos locales de impuestos en artículos como licor, en ocasiones el país reduce impuestos de propiedad, en algunas otras el estado reduce impuestos de venta. LAFC evitó tanto alboroto al negociar con USC.

Te preguntas, ¿por qué la USC? Porque ya han hecho el trabajo sucio, por eso. La USC tiene un buen acuerdo con el lugar de la Sports Arena. Estos son los detalles clave: En un email de Kathy Markarian, la Directora Administrativa del Coliseum, al Comisionado de éste mismo, en octubre de 2014, ella les recordó que “de acuerdo la Comisión de Arrendamiento y la USC, ésta última tiene el derecho de demoler la Sports Arena con la aprobación de la Comisión.” Sin embargo, el 3 de abril, Markarian mandó otro correo al Presidente del Coliseum acerca LAFC y afirmó “la Comisión no ha conducido una revisión y análisis del proyecto propuesto.” Todavía más importante, la pregunta de las subsidiarias públicas sigue sin ser contestada. LAFC asegura estar planeando futuras juntas con el condado y el estado, pero no hay nada concreto todavía.

De todas formas, LAFC tiene una seria ventaja sobre Miami y Minnesota: disposición política. En Miami, la debacle del Marlins Park puso a los residentes locales en contra de los estadios. En Minnesota, la ciudad y el estado están endeudados con el estadio de los Vikingos que aún no se termina de construir. Contrariamente, las cicatrices de la partida de los Raiders y Rams hace décadas han sido curadas y olvidadas. De hecho, todo equipo de la NFL en disputa por un estadio coquetea abiertamente con L.A. para exprimir los millones de sus presupuestos locales gubernamentales. El Staples Center fue bien recibido por la comunidad. Puede que California sea una pesadilla de regulación para los nuevos negocios, pero la legislatura sí que tiene un superávit con qué jugar.

¿Apoyo con base social? Listo. ¿Plan chingón para el estadio? Listo. ¿Dueños astutos? Listo. ¿Disposición política? Listo. ¿Planes concretos de financiamiento para el estadio? No tanto. Pero todavía hay lugar para ser optimistas. Tal vez el esqueleto de Chivas USA y el desprecio crónico por el Sur de L.A. sea una combinación perfecta, dos fénix ayudándose mutuamente para levantarse de las cenizas. De todas maneras, los aficionados al futbol no deberían emocionarse, y los contribuyentes deberían cuidar su alcancía. Los acuerdos de los estadios duran años, no semanas o meses. Puede que suene sacrílego, pero los fans de LAFC tal vez querrán, por lo mientras, comprar boletos para ir a ver al Galaxy.