Alan Gross, un contratista estadounidense de 65 años que había estado retenido en una cárcel cubana por cinco años, fue liberado este miércoles y ha regresado a su casa en Estados Unidos mientras ambos países comienzan un “nuevo capítulo” y normalizan relaciones diplomáticas, según dijo el presidente Obama este miércoles.
Gross, quien parecía en buen estado de salud y de buen ánimo, agradeció a Obama por asegurar su liberación.
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“Qué bendición es ser un ciudadano de este país”, dijo Gross en una rueda de prensa, agradeciendo igualmente a los miembros del Congreso “quienes me hablaron o me visitaron, se sometieron a mis críticas, y me ayudaron a recuperar algo de mi peso”.
“Incluso en Cuba, los M&M se derritieron en mi boca”, bromeó.
“Para mí los cubanos, o al menos la mayoría de ellos, son increíblemente amables, generosos y talentosos”, añadió Gross. “Me duele que me hayan tratado tan injustamente como consecuencia de las políticas mutuamente beligerantes de los dos países”.
Obama anunció este miércoles que Estados Unidos abrirá una embajada en la Habana y levantará las restricciones económicas. Aunque solo el Congreso tiene la autoridad para anular el embargo, el presidente dijo que está buscando el apoyo de miembros del Congreso para hacer que esto suceda.
“Hoy Alan regresó a casa, a reunirse con su familia al fin”, dijo Obama este miércoles en la tarde. “Hoy, los Estados Unidos de América están cambiando sus relaciones con el pueblo de Cuba”.
Obama apuntó que el “enfoque obsoleto” de las relaciones no ha servido hasta el momento a los intereses de los estadounidenses y los cubanos, y anunció grandes reformas y nuevas políticas de compromiso e inclusión.
“Estos 50 años han demostrado que el aislamiento no ha funcionado”, dijo Obama. “Creo que este contacto, en últimas, ayudará más al pueblo cubano”.
Al mismo tiempo, el presidente de Cuba, Raúl Castro, habló a los cubanos desde la Habana, clamando por la liberación de tres prisioneros cubanos de alto perfil retenidos en Estados Unidos –miembros de los “cinco cubanos”–, quienes también fueron liberados como parte del intercambio. Los tres hombres eran miembros de la “Red Avispa” enviada por Castro para espiar al sur de Florida, donde fueron condenados en 2001 por conspiración y por no registrarse como agentes extranjeros.
Los otros dos miembros habían sido previamente liberados después de terminar su sentencia en 2012. Todos estos hombres son vistos como héroes en Cuba.
“Como prometió Fidel en 2001, cuando dijo que ‘regresarían’, hoy, Gerardo [Hernández], Ramón [Lebañino] y Antonio [Guerrero], regresaron a sus casas”, dijo Castro. “Esta decisión del presidente Obama merece el respeto y el reconocimiento de nuestro pueblo”.
“Esto no significa que el asunto más importante haya quedado resuelto”, apuntó Castro. “El embargo económico, comercial y financiero sobre nuestro país, que causa un gran daño económico y humano a nuestro país, debe terminar”.
Castro dijo que las profundas diferencias que existen entre los dos países permanecen, pero añadió, “debemos aprender el arte de coexistir de una manera civilizada con nuestras diferencias”.
Gross fue liberado por Cuba por “motivos humanitarios”, dijo Obama, mientras que la liberación de los tres cubanos se obtuvo a cambio de la liberación de una fuente no identificada de la inteligencia estadounidense que fue encarcelada en Cuba hace más de 20 años.
Obama y Castro anunciaron este cambio histórico en las relaciones de ambos países en simultánea, lo que significa la apertura diplomática más importante desde que los dos países rompieron relaciones en enero de 1961. El expresidente Fidel Castro no se involucró en las conversaciones, según informaron altos funcionarios de la Casa Blanca.
El martes, los dos presidentes hablaron por teléfono, el primer contacto entre los presidentes de las dos naciones desde que se llevó a cabo la Revolución Cubana hace más de medio siglo, según dijeron los funcionarios.
El anuncio se produjo tras 18 meses de conversaciones secretas celebradas en Canadá alentadas por el Papa Francisco, quien personalmente escribió cartas a Obama y Castro a mediados de 2014, agregaron los funcionarios. La última ronda de diálogos tuvo lugar en el Vaticano.
Según informó el Vaticano en un comunicado, el Papa Francisco “desea expresar sus cálidas felicitaciones por la histórica decisión tomada por los gobiernos de Estados Unidos de América y Cuba de restablecer las relaciones diplomáticas, con el objetivo de superar, para beneficio de los ciudadanos de ambas naciones, las dificultades que han marcado su historia reciente”.
Visitas de alto nivel entre los dos gobiernos tendrán lugar en los próximos meses, según dijeron los funcionarios de la Casa Blanca.
Gross, un contratista de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), fue detenido en 2009, condenado por espionaje y sentenciado a 15 años de prisión en 2011.
En el momento de su arresto, Gross estaba en Cuba entregando equipos de teléfonos satelitales que les permitiría a los cubanos superar algunas restricciones de internet. Cuba considera ilegal los programas de la agencia estadounidense que intentan contrarrestar la censura del país, pero los funcionarios estadounidenses dijeron que las autoridades cubanas han estado de acuerdo en expandir el acceso a internet en el país.
Gross, según habían descrito anteriormente sus abogados, estaba casi sin dientes, caminando descalzo, parcialmente ciego y se había rehusado a recibir tratamiento médico en protesta a su retención. También había prometido comenzar una huelga de hambre si no era liberado a finales de este año. Su familia dijo que había perdido más de cuarenta kilos.
La hermana de Gross, Bonnie Rubinstein, escuchó la noticia por parte de su primo, quien la vio en la televisión.
“Estábamos gritando y saltando de arriba a abajo”, le dijo Bonnie a Associated Press.
“Estamos profundamente agradecidos de que esté de regreso a casa”, le dijo a The New York Times. “Ha sido un largo calvario”.
La prohibición de viajar a Cuba no será levantada inmediatamente, aunque los funcionarios dijeron que Obama trabajará para conseguirlo a través del Congreso. Las restricciones actuales en 12 categorías de viaje serían deshabilitadas.
Obama, además, dijo que le ha pedido al secretario de Estado, John Kerry, que revise la lista de países que promueven el terrorismo, en la que fue incluida Cuba en 1982, para que la isla sea retirada de ese grupo de países. El presidente sugirió que Cuba no mantiene relaciones con Al Qaeda o el Estado Islámico.
Además, Obama promoverá cambios en regulaciones del Departamento del Tesoro y de Comercio, con el fin de aumentar las posibilidades de viajes y actividades económicas. Así, habrá una ampliación del número de licencias que se conceden a estadounidenses que quieren viajar a Cuba, se elevará de 500 dólares a 2.000 dólares la cantidad que por trimestre se pueden enviar a individuos y proyectos humanitarios cubanos (seguirán excluidos dirigentes gubernamentales y del Partido Comunista).
Cuba también liberará 53 prisioneros políticos cubanos que aparecen en una lista proporcionada por Estados Unidos, quienes a su vez levantarán las restricciones en las remesas bancarias, y a los viajeros estadounidenses se les permitirá importar $400 dólares de mercancía cubana, incluyendo hasta $100 dólares en alcohol y tabaco.
“Esto se está haciendo porque creemos que las políticas del pasado no han funcionado, y creemos que lo mejor para traer democracia y prosperidad a Cuba es a través de una política diferente”, dijo un funcionario del gobierno.
La medida fue recibida inmediatamente con resistencia, en particular por los republicanos tanto del Senado como de la Cámara.
“El apaciguamiento de los hermanos Castro solo causará que otros tiranos de Caracas a Teherán y hasta Pyongyang vean que pueden aprovecharse de la ingenuidad del presidente Obama durante los últimos dos años que le quedan en el cargo”, dijo a través de un comunicado el senador Marco Rubio de Florida. Añadió que hará “cada esfuerzo por bloquear este intento peligroso y desesperado del presidente por quemar su legado a expensas del pueblo cubano”, incluyendo el bloqueo del personaje que Obama nomine para ser embajador en Cuba.
Los funcionarios dijeron que continuarán presionando a Cuba en asuntos de derechos humanos, y que creen que el restablecimiento de las relaciones lo permitirá.
“Sacaremos esos temas en lo que no estemos de acuerdo”, dijo Obama.
En Enero, una delegación del Departamento de Estado de los Estados Unidos viajará a Cuba para hablar de la migración entre los países, según anunciaron los funcionarios.
En las últimas cinco décadas, “nuestra política hacia Cuba se ha mantenido prácticamente congelada, y ha hecho poco por promover una Cuba próspera, democrática y estable”, dijo el secretario de Estado John Kerry en un comunicado. “No solo ha fracasado esta política para avanzar en los propósitos americanos, de hecho ha aislado a los Estados Unidos en lugar de a Cuba”.
“Tengo ganas de ser el primer secretario de Estado en 60 años que visita Cuba”, añadió Kerry.
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