Con un equipo bastante joven, Alemania, la campeona del Mundo, debutó en la Copa Confederaciones ante Australia. A pesar de adelantarse apenas a los cinco minutos del arranque vía Lars Stindl, el país más grande de Oceanía no bajó los brazos y a cinco minutos del final empató el partido, gracias a la marca inexistente de los germanos.
Pero el capitán de Die Mannschaft, Julian Draxler, volvió a poner en ventaja a los suyos en el complemento de la primera mitad por medio de la pena máxima.
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Apenas tres minutos en la segunda parte, los alemanes volvieron a tocar puerta enemiga, pero ocho minutos después los “Canguros” aprovecharían el garrafal error del guardameta germano después de un tiro libre directo para quedarse a un gol de la remontada.
A pesar de no haber sido la mejor presentación del campeón del mundo, Alemania hizo la chamba y ganó el partido. Pero si pretende quedarse con el torneo, tendrá que salir más concentrado y exigirse mucho más conforme avance en la competición.
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