Los parques y plazas públicas de todo el mundo están repletas de bustos y estatuas oxidadas y desgastadas. Son ejemplos de arte público que a menudo pasan desapercibidos y con tal de llamar nuestra atención sobre ellos, el florista Geoffroy Mottart ha creado barbas y pelucas de coloridas flores para adornar estas estatuas y dar un poco de color a los monumentos históricos de Bélgica.
Mottart escoge las flores para cada escultura con mucha dedicación, teniendo en cuenta los rasgos de sus sujetos, el color de la estatua y su material, además de su ubicación y de la estación en la que se encuentre en cada momento. Su proyecto se titula Fleurissements y tiene una duración temporal, pues Mottart retira las flores después de un día o dos de haber estado expuestas, antes de que empiecen a marchitarse y morir.
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Crear arte perecedero tiene sus desventajas, pero Mottart documenta cada una de sus creaciones y las publica en su cuenta de Instagram. Aunque solo algunos belgas pueden disfrutar de Fleurissements en tiempo real, Mottart se siente satisfecho si las fotos de sus creaciones florales llegan a inspirar a otra gente a apreciar el arte público que nos rodea.







Sigue a Geoffroy Mottart en Instagram para ver otras de sus creaciones.
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