Javier Hernández la pasaba bien. No obstante aquella lesión en la mano que lo mantuvo fuera de la cancha, regresó y volvió a anotar. Y luego llegó noviembre. Desde aquel partido contra el Dortmund que ya se ve tan lejano, el mexicano nomás no puede anotar.
Y ahora, a un día del cumpleaños número 68 de Antonin Panenka, el revolucionario del penal, CH7 tuvo una oportunidad inmejorable desde los once pasos. Varias, de hecho, durante el segundo tiempo en particular en su partido contra el Freiburgo, el mexicano tuvo por lo menos tres opciones frente al marco: un remate con la cabeza dentro del área que se fue desviado, un remate tan cerca del portero que no hubo modo de hallar resquicio y otra más, errada.
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Sin embargo, fue a unos cuantos minutos del final que agarró el balón y lo colocó en el punto penal. En juego estaba el partido —uno a uno hasta ese momento— y tan poco tiempo que anotar era ganar.
No creerán lo que pasó después.
Al centro, con una estampa algo atolondrada tanto tirador como portero, sorprendidos ambos. El partido quedó empatado, y la racha, por lo pronto, suma y es la más larga en su carrera sin anotar gol.
