Las bóvedas estilo guarida que yacen bajo la estación de Waterloo en Londres sirven como el escenario perfecto para un viaje a la madriguera del conejo en la nueva producción Alice’s Adventures Underground (Las Aventuras Subterráneas de Alicia), un paseo-performance de la clásica historia de Lewis Carroll que cumple 150 años este 2015.
La producción, a cargo de Les Enfants Terribles—James Seager y Oliver Lansley—junto con Emma Brünjes Productions, divide a la gente en dos grupos que deciden entre CÓMEME o BÉBEME. Luego se dividen en sub-grupos más pequeños—corazones, diamantes, picas o tréboles—antes de que se les pida que encuentren quién se ha robado las tartas de la Reina de Corazones y encontrar a Alicia.
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Cada grupo sigue a un líder dentro de increíbles sets y habitaciones, diseñadas por Samuel Wyer, quien realmente ha traído el absurdo universo del País de las Maravillas a la vida en forma de arreglos laberínticos a través de los que debes librar obstáculos, muros peludos en los que se pueden ver escenas secretas con los propios asistentes, y cuartos donde Tweedledum y Tweedledee, interpretados por Nichole and Danielle Bird con terroríficas cabezas de papel maché, se colmpian del techo, con una plática incesante.
Todos los disfraces, que usan una combinación de titeretería, máscaras, impresiones 3D y diseño tradicional de disfraces son ejecutados brillantemente; el conejo blanco es particularmente impactante con sus ojos realistas y cabeza que alarmantemente parece moverse por su cuenta, pero es básicamente controlada por un dispositivo en la mano del actor.
Entre la perpleja locura también existen momentos de mágica serenidad; tomemos, por ejemplo, uando nos ddirigieron a una cueva subterránea para ver a la tortuga cantar una canción melancólica. Pero luego se vuelve a la locura con una copa de té para beber (que sabe más como a vodka) mientras nos unimos al resto de los 56 miembros de la audiencia en una gran y anárquica fiesta del té en una ridícula mesa larga.
Todo termina con una sesión en la corte con la ligeramente terrorífica pero a la vez divertida Reina, interpretada por Lauryn Redding. Después de esta escena y durante el ascenso de Alicia te llevarán a un bar donde podrás beber cocteles mientras los personajes del País de las Maravillas se mezclan entre la gente.
El único bajón fue que hubo un corte de energía, que quería decir que las presentaciones, que están programadas en fases, se retrasaron en la noche de presentación a prensa. Pero eso también significó un uso libre de la barra antes de ver el espectáculo, lo que sin duda nos agregó algo al sentido de delirio, elevado en la caótica emoción de esta extraordinaria aventura artística altamente disfrutable.