Durante estos últimos años ha habido un peligroso repunte del fascismo, el nazismo y la extrema derecha. A lo largo de la última década, el discurso del odio ha proliferado en Europa, Donald Trump ha sido elegido presidente de EE. UU. y en Grecia, el grupo nazi Amanecer Dorado no solo tiene escaños en el Parlamento, sino que multiplicado considerablemente su representación en las elecciones. Mientras tanto, siguen apareciendo organizaciones fascistas y de extrema derecha a un ritmo decepcionante e incontrolable.
Simultáneamente, Europa y Grecia se han convertido en centros receptores de personas a las que las guerras y otros conflictos han desplazado de sus hogares en lo que se ha convertido en una de las mayores crisis migratorias del siglo.
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Estas personas son víctimas de un creciente número de agresiones racistas por parte de grupos nazis y de extrema derecha. Pero, ¿qué significado tiene el término “antifascista”? ¿Quienes lo promueven agredirían a un nazi sin motivo alguno? ¿Están a favor del uso de la violencia?
Vicky* es antifascista y se prestó a explicarme en qué consiste la defensa de esta causa.
VICE: ¿Qué es ser antifascista hoy día? ¿Por qué luchas, exactamente?
Vicky: El antifascismo es la lucha contra cualquier tipo de opresión impuesta por una persona sobre otra, ya sea por un tema de dominación racial, como es el caso de los neonazis, por sexismo o el concepto del patriarcado, según el cual la mujer es inferior al hombre, o por homofobia.
Si te paras a pensar, incluso el capitalismo es una forma de fascismo. Es la superioridad del rico sobre el pobre. Es una forma de fascismo que haya determinados sectores de la sociedad que tengan más privilegios. Por tanto, es una batalla contra el sistema capitalista mundial. Luchamos por la igualdad de todo el mundo. No importa quién seas ni de dónde vengas, debes tener los mismos derechos que los demás.
¿Por qué ser antifascista cuando no vives en un régimen dictatorial, como era el caso en la Italia de Mussolini o la Alemania nazi?
Es que no hace falta vivir en un régimen no democrático que ha impuesto la dominación fascista por la fuerza, ni vivir en un régimen que cree el nuevo Auschwitz. Y en cualquier caso, los campamentos de refugiados son una versión moderna y democratizada de Auschwitz. Además, en Europa los grupos fascistas y de extrema derecha son cada vez más numerosos en todos los países.
En Grecia, el grupo nazi Amanecer Dorado, cuyos miembros asesinan a la gente y cometen otros delitos, tiene representación parlamentaria después de que se hubieran celebrado unas elecciones supuestamente democráticas. Hay 500.000 personas entre nosotros que decidieron cederles el poder.
“Los campamentos de refugiados son una versión moderna y democratizada de Auschwitz”
En Austria está el Partido de la Libertad de Austria, un grupo racista y populista de extrema derecha que ha ganado terreno tras las elecciones. En Bélgica, está el grupo fascista Vlaams Belang, cuyos simpatizantes adoraban a Hitler.
En Bulgaria tienes el Ataka, y el RPF también tiene escaños en el Parlamento. En ese país incluso ha habido linchamientos contra la comunidad romaní. En Francia está el Frente Nacional. En Alemania, el NPD, cuyo líder aparece posando con fotos de Rudolf Hess, y el AfD. Por tanto, no es que el fascismo terminara en la Italia de Mussolini ni que el nazismo desapareciera después del juicio de Núremberg y del final de la Segunda Guerra Mundial.
Está claro que Europa no ha aprendido de sus errores. Hay personas interesadas en recuperar esos sistemas, personas que viven y respiran para difundir mensajes de odio todos los días. Los fenómenos del nazismo y el fascismo no han terminado, por lo que la guerra contra ellos tampoco ha terminado.
¿Alguna vez te has visto envuelta en una pelea contra fascistas?
Por supuesto. He tenido desde altercados verbales hasta peleas bestias con puñetazos y patadas. En Grecia, los fascistas siempre buscan problemas por la calle. Es fácil que acabes encontrándolos.
¿Estás a favor de la violencia?
Depende. No estoy a favor de la violencia en general. Nunca he golpeado a una persona por estar en desacuerdo con ella y en general prefiero evitar las peleas. Me gusta decir las cosas claras. Otra cosa es hablar de la violencia contra los fascistas. En ese caso es defensa propia.
En Grecia hay un eslogan que dice “Eduquemos a los nazis”, pero los que lo utilizan olvidan que la educación no tiene nada que ver con cuántas carreras tienes, Josef Mengele era médico en Auschwitz, pero eso no lo hace menos peligroso ni lo convierte en una buena persona.
“He tenido desde altercados verbales hasta peleas bestias con puñetazos y patadas. En Grecia, los fascistas siempre buscan problemas por la calle. Es fácil que acabes encontrándolos”
No debemos olvidar que esta gente son la violencia personificada. Representan, abrazan y viven por y para la violencia. Son personas que se rebelan contra las libertades y los derechos de la mayoría.
¿Golpearías a un nazi sin motivo?
Alguna que otra vez me he hecho la misma pregunta, y la respuesta es que sí, que lo haría con gusto. No golpearía a un simpatizante de Amanecer Dorado, pero sí a un miembro de la organización, sin problema. En una pelea justa, eso sí. No estoy a favor de eso de un montón de gente contra una persona. Es de traicioneros y de persona poco honesta. Y eso es lo que ellos hacen. Nunca mataría a nadie, eso sí. No podría vivir con ello, aunque fuera un fascista. Pero la violencia no es un buen ejemplo de cómo lidiar con el fascismo. Es mejor ir por la vía no violenta, si hay oportunidad, para intentar cambiar el futuro y derrocar la ideología nazi.
“No golpearía a un simpatizante de Amanecer Dorado, pero sí a un miembro de la organización, sin problema. En una pelea justa, eso sí”
¿Hace falta pertenecer a una ideología concreta para ser antifascista?
No. Tradicionalmente, quizá la mayor lucha contra los fascistas la lideraron los anarquistas y los comunistas, dos ideologías basadas en la igualdad y la solidaridad.
Pero lo que habría que hacer es resolver problemas como el género, el sexismo, la homofobia y el racismo, al margen de ideologías políticas, ya sean de derechas, de izquierdas, anarquistas o centristas. Por lo general, los partidos de derechas o liberales raras veces toman decisiones encaminadas a la igualdad. Eso no significa que alguien de derechas no pueda ir contra el fascismo.
¿Es bueno o malo que haya un cuerpo de policía?
No hace mucho, en Grecia, los cadetes de la academia de policía afirmaban ser fascistas tan alegremente, lo cual tampoco sorprende, viendo su comportamiento y los abusos a los que han sometido a colectivos vulnerables en las comisarías. En multitud de incidentes se ha acusado a la policía de violar los derechos humanos.
Siempre hay excepciones, obviamente, y habrá gente en el cuerpo que esté allí para cumplir su sueño de “convertirse en agente de policía y defender a los desvalidos”, pero la mayoría de policías del mundo abusa de su poder. La policía, en esencia, es fascista. Y esto lo vemos a menudo en EUA, con las muertes de ciudadanos afroamericanos a manos de los agentes.
“La policía, en esencia, es fascista”
No olvidemos que en Grecia, entre el 40 y el 50 por ciento de la policía votó por los nazis en las pasadas elecciones, a sabiendas de sus actividades. Eso implica que los nazis tienen la tranquilidad de saber que parte de la policía, esas personas a las que los contribuyentes pagamos para que se cumpla la ley, ocultará sus actos. Damos por sentado que la policía está para defender la legitimidad de un régimen democrático.
¿Estamos seguros de que en Grecia hay una democracia, cuando casi el 50 por ciento de la población decidió no votar en las últimas elecciones? ¿Hasta qué punto es moral gobernar una sociedad en la que solo la mitad de sus miembros te han elegido? ¿Hasta qué punto es razonable decidir qué es y qué no es legal?
¿Qué se puede hacer hoy para difundir el antifascismo?
Lo primero es reconocer que todavía existe el fascismo, porque mucha gente cree que es cosa del pasado, de los campos de concentración. No. Hay que aprender a diferenciar esos fenómenos del presente.
Estamos en un punto de inflexión caracterizado por la inestabilidad política, el malestar, la crisis económica y la inmigración. Todos esos factores, a excepción de la inmigración, ya existían en el Berlín de la década de 1930 y ayudaron a Hitler a crear su imperio nazi. Entonces no había tantos inmigrantes, pero los judíos fueron los chivos expiatorios por culpa de la propaganda nazi y se los consideró el origen de todos los males.
“En la escuela deberían enseñar los valores de la igualdad y la aceptación, y a crecer en una sociedad más abierta, democrática, inclusiva y diversa”
Tenemos que aprender a reconocer eso y quizá impartir algún curso especial en las escuelas para concienciar en la dirección contraria. La escuela es importante porque desde pequeños aprendemos a convivir con otras personas y a socializarnos.
Ahí es donde aprendemos que es normal compartir pupitre con un migrante, un refugiado o una persona gay o trans. En la escuela deberían enseñar los valores de la igualdad y la aceptación, y a crecer en una sociedad más abierta, democrática, inclusiva y diversa.
¿Qué valor tienen para ti las imputaciones contra Amanecer Dorado?
Ese juicio es muy importante, incluso ahora. Y lo digo porque ha habido un retraso horrible para que se celebrara. Esa organización lleva años cometiendo crímenes impunemente. Se ha tenido que llegar al extremo de que asesinaran a Shehzad Luqman y a Pavlos Fyssas, hirieran a docenas de sindicalistas y golpearan hasta casi matar a dos inmigrantes egipcios.
“Deberían reconocerlos institucionalmente como una organización criminal de asesinos nazis, y que se siente precedente”
Pero hasta que esos crímenes se llevaron a los tribunales, siguió habiendo cientos de ataques que quedaron sin castigo. Lo que llamamos el “estado profundo” concedió a Michaloliakos y al resto de miembros de Amanecer Dorado una especie de libertad e inmunidad.
Deberían reconocerlos institucionalmente como una organización criminal de asesinos nazis, y que se siente precedente. Eso allanaría el camino para futuras condenas y demostraría que este tipo de actos no quedan impunes. Es, sobre todo, una reivindicación por las víctimas.
¿Te gustaría que se penalizara el nazismo?
No. Aunque encierres un nazi, seguirá siendo nazi. Al final lo soltarán y seguramente seguirá con su ideología. También se dice que hay gente a la que le atrae lo clandestino. Penalizar el nazismo podría abrir una puerta para penalizar otras ideologías como la anarquía. Lo que penalizar no es la ideología, sino el acto.
Únicamente la revolución en todos los campos ha dado como resultado el cambio. Nadie debería querer ser nazi, no por miedo a que los encierren, sino por sentirse asqueados por tener que odiar y eliminar al prójimo por el simple hecho de ser distinto a ti.
*Se ha cambiado el nombre por motivos personales.