Música

Arde en llamas para poder brillar – una historia oral de Spalding Gray

A finales de los noventa hacía excursiones semanales al Chopo religiosamente, cual peregrino con su fe intacta basureaba entre cerros de CDs de metal culero y decadente indie rock de generación MTV buscando alguna banda punk decente, alguna banda de esas que anunciaban en la Punk Planet o la Maximum Rock N Roll, alguna banda nueva avalada por alguna disquera punk chida o de menos alguien que supiera de lo que le estabas hablando.

Uno de esos sábados venía por los pasillos cargando un par de CDs de NOFX y Face To Face cuando un morro flaco y mal encarado usando una playera de NOFX se me acerca diciendo: “¿Te gusta este pedo?”, señalando los discos. Respondí que si. Inmediantamente le cambió la cara y sonriendo me dio un flyer hecho a mano que decía “Fiesta punk”, decorado con logos de disqueras punks y unos morros mal dibujados patinando. Empezamos a cotorrear de bandas y me dijo que debería caerle con mi banda a esa fiesta ya que prometía que se iba a poner buena. ¿Qué podía salir mal de una peda que promete sólo skate punk, chupe y una alberca vacía para patinar?.

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Esa noche nos jalamos un par de ‘compas’ y yo al reven. Era una alberca abandonada por Churubusco y en efecto sólo había aguas locas, patinetas y mucho punk. Ya en la fiesta me topé al morro que me dio el flyer, quien resultó ser Rafa, baterista de una banda nueva que también estaba tocando punk melódico llamada Spalding Gray. Intercambiamos demos (sí, no existían bandcamps ni soundclouds) y seguimos fiesteando hasta caer.

Algunos meses después, ya había una pequeña movida de punk melódico en México de la cual Spalding Gray no era parte activa. Ellos habían optado por probar suerte en los Estados Unidos. Quienes disfrutamos de ese demo no teníamos dudas de la calidad de Spalding Gray y que con esa calidad harían cosas importantes.
Para quienes vivimos el punk rock en los noventa en México, Spalding Gray siempre vivió y murió bajo leyendas urbanas, dudas, chismes y verdades a medias. Pocos supieron con certeza lo que pasó con la banda en los Estados Unidos y el proceso que fue regresar a México a rehacer una banda, integrar nuevas personas y hacer música en una nueva escena que ya buscaba otras cosas. La historia de una banda que tal vez quería más de lo que ese momento de la música nacional podía darle.

Por ello me di a la tarea de buscar a Spalding Gray y preguntarles qué pasó realmente con ellos. No es mi intensión cambiar palabras ni hacerlas sonar mejor. Esto es la historia oral de Spalding Gray contada por Nick y Gary, quienes fueron dos de los cuatro integrantes originales de la banda.

¿Cuándo termina para ti Spalding Gray?

Nick: Fue entre el 2000 y el 2001, creo que en el 2000.
Gary: Dejamos de tocar y componer en el 2006.

¿Bajo qué idea decides formar/ser parte de Spalding Gray?

Gary: En un inicio los 4 integrantes originales pasábamos más de 8 horas diarias juntos escuchando música y patinando. Antes de ese tiempo todos habíamos tocado en otras bandas. Yo tocaba el bajo originalmente .
Cuando formamos SG nos repartimos instrumentos y a mí me tocó la guitarra. El único que estaba listo era Charlie ya qué siempre cantó excelente, los demás tuvimos que aprender a tocar.
Nick: Formamos SG con la idea clara y definida de hacer un grupo de Skate Rock / Punk Melódico con el sonido de dos guitarras. Esa idea la traían Charlie, Gary y Rafa, que eran amigos desde antes de que yo los conociera, pero por alguna razón no se daba.
Desde el ’94-’95 ya tocaba la batería con Gary y Charlie en un grupo de covers (Chaos DF) y con Charlie e Isaac en un grupo con rolas propias (Playmobil). Siempre tocamos punk melódico, así que de alguna u otra forma los conocía musicalmente, aunque con Rafa no había tocado nunca porque ambos éramos batacos. Creo que el momento en que se consolida la idea de la banda es cuando Gary deja el bajo y se compra una guitarra. Aquí es cuando la formación de dos guitarras (Charlie y Gary) se hace posible.

¿Cuándo fue para ti el momento más feliz como parte de la banda?

Gary: Sin duda el comienzo; los primeros 2 meses antes de tocar en vivo. El saber que puedes hacer buenas canciones con tus mejores amigos fue el mejor sentimiento. El segundo gran momento fue cuando reformamos la banda con un nuevo bajista y un nuevo baterista.

Nick: El primer toquín de Querétaro, fue la primera vez que sentí que había algo de escena (aunque fuera pequeña estaba chingona), banda con ganas de slamear y moshear al ritmo de unas bandas que sonaban lo más cercano a las que de verdad te movían, pero que sabíamos que estaba cabrón que vinieran a México… El correo de la Kung Fu, también me erizó el chinito.

No es fácil crear una banda, mucho menos hacerla crecer bajo un género al que el 99% de la gente le tiene miedo a ser parte. México a finales de los noventa era tierra de ska y rapcore, ustedes decidieron probarse fuera de México. ¿Cómo y por qué decidieron eso?

Gary: Fuimos bajo la invitación de Kung Fu Records y The Ataris para tratar de atraer audiencia y obtener experiencia en escenarios de Estados Unidos. Dos años antes de eso (1996), cuando la banda no existía, vivimos en Chicago unos meses trabajando para poder comprar instrumentos. En un concierto de Millencolin, conocimos a Kris Roe de The Ataris que entonces vivía en Indiana. El estaba repartiendo un demo de The Ataris y nos invitó a unirnos o a audicionar a The Ataris. Yo y el baterista original de Spalding nos negamos diciendo que regresaríamos a México a formar una banda (Spalding Gray).


Nick: Básicamente por lo mismo que comentas. En las fechas en las que formamos SG, por allá del 95, la escena musical underground era dominada por el Skacore y el Rapcore, géneros en los que para nada cabíamos. Nunca nos gustó la idea de formar parte de los toquines de la época en donde éramos los únicos punks melódicos, porque la gente que asistía simplemente detestaba el sonido. Curiosamente con las bandas había buen trato, por ejemplo, con la primera alineación de Sekta Core llegamos a tocar varias veces, y había buena vibra porque nos reconocíamos mutuamente aunque sea por un ancestro común: Operation Ivy.

Al mismo tiempo el punk melódico europeo estaba tomando mucha fuerza, empezaban a salir los primeros discos de Millencolin, Satanic Surfres, No Fun At All, Skin of Tears, Venerea etc. y si bien gozaban de un buen jale fuera de Estados Unidos, a la mera hora en sus propios países solían ser abridores de los tours de NOFX, Pennywise, Lagwagon y todas las demás. Así que coincidimos en que nuestro futuro como banda estaba en el gabacho, en donde el género estaba bastante saludable y la escena se conformaba por grupos de varios países de Europa, Australia e incluso Japón.

Una de las leyendas urbanas alrededor de la banda fueron las miles de versiones de lo que sucedió ya en Estados Unidos. ¿Que sucedió realmente con ustedes y con los Escalante?

Gary: El plan era ese, tocar y tocar. Finalmente Kung Fu Records no pudo sacar nuestro disco porque estaban por sacar Buddha, el debut de Blink 182 y necesitaban toda su atención e inversión ahí. Tratamos de sobrevivir lo mas que pudimos sin el apoyo que imaginábamos y al final Kung Fu Records decidió firmar a Useless ID en lugar de Spalding Gray. Esa es la historia oficial y nunca hubo un mal entendido con ellos. Joe nos llamó y nos dijo “no puedo firmarlos ahora, sigan tocando”, y ahí quedó.

Tiempo después un ex-integrante de la banda lo enfrentó por su afición a los toros en el backstage de The Offspring en México, pero eso ya fue personal y no pertenece a nuestra historia.

Nick: Nuestro breve experimento en el gabacho tiene varias historias que en algún momento convergieron.

Primero, Rafa y Gary habían viajado a Chicago mucho antes de SG, para pasar un rato por allá. Nada del tipo intercambio escolar ni cosa parecida, al jale y a la chinga. Pero sabían que iban a ver grupos que para la época era impensable que pudieran venir a México.

El caso es que fueron a un toquín en el Fireside Bowl con Millencolin abriéndole a Good Riddance, (primer tour de Millencolin en el gabacho). Señalo esto porque cuando tocaba Millencolin, Rafa y Gary se dieron cuenta que casi nadie se prendía con sus rolas porque eran virtualmente desconocidos, casi nadie menos dos gabachos que slameaban junto a ellos. Esto los hizo convertirse en cuates, y a la postre resultó que esos dos gabachos tenían una banda en Indianápolis. Desde ese entonces mantuvieron contacto con uno de ellos, Kris Roe, quien mantenía la esperanza de abrirle paso a su banda todavía desconocida llamada “The Ataris”.

Ya de vuelta en el DF y con SG ensayando, Kris les mandó uno de tantos mails con la novedad de que Kung Fu Records los había firmado.

En el ‘97, The Vandals organizó el Turd Town Tour, junto con MXPX, Ataris y Assorted Jelly Beans, con una fecha en Tijuana. Para entonces nuestro demo estaba recién salido del horno, así que Gary y Rafa contactaron a Kris para decirle que irían a Tijuana a verlos. Al final no recuerdo quienes fueron, creo que Charlie y Rafa, pero toparon a Kris y le dieron el demo en la mano. Dos semanas después, recibimos el correo de Joe Escalante diciendo que a todos en Kung Fu les había gustado el demo y que estaba interesado en firmarnos.

Para esas fechas Gary y Rafa tenían pensado volver a pasar un rato en el gabacho así que platicamos sobre la conveniencia de irnos todos como banda. Le pedimos a Joe que nos ayudara por lo menos con algunos shows en lo que se decidía a grabarnos. Joe nos dijo que si y en la navidad del ‘97 nos fuimos para Los Ángeles. Navidad y no mamadas, si consideras que el 24 la pasamos en el autobús camino a Tijuana. A Huntington Beach (Ciudad donde está Kung Fu Records), llegamos por ahí del 26 o 27 de diciembre, y justo cuando caminábamos por el estacionamiento de las oficinas, nos encontramos a Warren, guitarrista de Vandals. Por supuesto que nuestra primera reacción fue correr a saludarlo
básicamente como fans pero también con la suposición de que nos dedicaría al menos 15 minutos para ayudarnos o algo, después de todo veníamos desde otro pinche país después de dos días de viaje en camión.

Para nuestra sorpresa, Warren básicamente nos dijo que todo mundo estaba de vacaciones y que el ya se iba también con su jefa, abuela o algo así y que no podía hacer nada por nosotros. A la fecha creo que a nadie se nos olvida que durante los 5 minutos que nos dedicó, ni siquiera apagó su coche. Desde su asiento, a través de la pequeña abertura que hizo con su ventana, su actitud gritaba “fuck off guys”.

Así que sin saber qué hacer y apenas en los primeros días de nuestro viaje decidimos dormir en la banqueta. Si acaso un empleado de la Kung Fu, que vivía en frente de las oficinas se ofreció amablemente a cuidar nuestras cosas en un su garaje, porque por más que le pidió permiso a su mamá, no le dio chance de que durmiéramos en su patio. Bueno si eres punk y tu mamá no te deja, ¿pues que le haces?.

Para nuestra puta suerte elegimos la banqueta de la casa de Warren o Joe Escalante. No recuerdo, pero el caso es que recibieron quejas de los vecinos por nuestra insolencia. A partir de ahí Joe no quiso saber nada de nosotros (de hecho hasta donde escuché la agarró medio personal).

No esperábamos bombos ni platillos, pero creo que ninguno de nosotros hubiéramos mandado a la goma a 4 cabrones que venían a la aventura de otro país, por más que fuera diciembre. No se, haces una llamadas, tratas de ayudar, ofreces aunque sea un cafecito, agua o algo, pero de eso a encabronarse por molestar a los vecinos, ¡Wow, que punks!.

Afortunadamente hablamos con Kris y pasó por nosotros, se aventó 2 horitas o más desde Santa Bárbara a Huntington Beach y de retache. Nos dio alojamiento en su Van por dos semanas (más o menos). No pudo hacer mucho más porque en ese entonces vivía en el departamento de Dave, el bajista de Ataris, así que el espacio de atrás de la Van fue bienvenida. Creo que para 4 cabrones recién llegados de México sin mucho más que una lana para sobrevivir un mes para comer y moverse de aquí para allá, fue bastante amable de su parte. Además, Chris Kid también fue muy chido con nosotros, cada que podía nos escabullía al bufete de su universidad.

Kris, en plan de levantarnos el ánimo, nos hizo espacio para tocar con los Ataris en un lugar llamado “Yucatan” (y además nos prestó su lugar de ensayo). Hasta nos puso en el segundo turno. ¿Se oye chida la cosa, ¿No? Si vieras lo chingón que tocaron los “abridores”, Romperoom, y después de dos semanas de medio jetear y dos tardes de medio ensayar, la cosa cambia un poco.

A partir de ahí, conscientes de que las puertas se habían cerrado en Kung Fu, decidimos seguir moviendo el demo en tocadas, pero no mucho más.

Estados Unidos es un país pese a todo muy clasista, y esto se confirma con la realidad de que muy pocas bandas de fuera de sus fronteras logran construir carreras en el gusto de los gabachos (fuera de nichos latinos, asticos, etc.), hace 15 años esto era aún más marcado, pocos medios enfocados al punk rock y los pocos saturados de ofertas nacionales. ¿Cómo sentían qué la gente reaccionaba con su música? ¿Existían posibilidades para bandas cómo ustedes en ese momento?

Gary: En verdad no sufrimos ningún tipo de racismo mas que la novedad de que éramos de México y eso llamaba la atención. Cantábamos en inglés y ya habían llegado bandas como Millencolin, Hi Standard del género a la escena en la que estábamos. Sí existían las posibilidades de haber permanecido más tiempo. En realidad creo que no teníamos la calma de hacerlo, teníamos 22 pero quizá el ímpetu de 16.

Nick: Bueno, a la distancia recuerdo con bastante agrado el recibimiento que tuvimos de la gente que conocimos en el gabacho (excepto el episodio con Warren y Joe Escalante), todos los demás fueron muy, muy chidos con nosotros, y eso que nos colamos a varios reventones con pura celebridad punketa, sin que hubiera poses ni mamonerías de su parte, nada más que buena vibra.

De hecho, para mi sorpresa algunas personas que sabían que éramos los de “esa banda que venía de México” y que por alguna razón habían escuchado el demo, se nos acercaban en plan de animarnos y decirnos que nuestras rolas estaban chidas, así que en general nos sentimos bien recibidos.

Lo que si nos dimos cuenta o por le menos es mi percepción, además de esa barrera insalvable del idioma, es que para que de verdad te pelen, lo de menos es que tan padre suena tu demo, eso es solo el principio. En general pesa más tu sonido en vivo y que cuentes con cierta base de fans, porque al final no deja de ser un negocio. Así que las posibilidades eran pocas mientras no pudieras empezar a tocar, cosa que era muy difícil para nosotros. Primero teníamos que resolver donde íbamos a jetear.

Mientras todo eso pasaba, en México circulaba de mano en mano un demo en casete que grabaron antes de partir de México. Cuéntame un poco de ese trabajo.

Gary: Ese demo lo grabamos 6 meses después de formarnos. Fueron las primeras 8 canciones que compusimos, las grabamos con un amigo del grupo Garrobos. No teníamos ninguna intención con el demo, se empezó a pasar entre manos hasta que llegó a Joe Escalante y los Vandals en Los Angeles (a través de Kris Roe).

Nick: Otra historia de coincidencias, va breve. Uno de mis hermanos cursó la prepa con Enrique Ibarra (Garrobos) quien desde entonces era guitarrista destacado en bandas de metal nacionales. Enrique era bastante chido conmigo, porque me veía como el carnalito de su amigo que andaba tocando en bandas ponquetas.

Así que cuando se enteró que queríamos dar un paso más serio, nos propuso grabarnos en su mini estudio. Enrique ya tenía experiencia en producción por su paso en la disquera Denver. Incluso, creo que para animarnos, nos puso lo que tenía grabado para lo que a la postre sería el primer disco de Garrobos, y la neta se oía re bien. Yo no tenía dudas de la capacidad de Enrique porque conocía quién era, pero los demás no lo conocían así que fue hasta que oyeron lo que hacía cuando se decidieron.

Ojo, era 1996 y eso de grabar tu CD con una Mac, aun estaba lejos, por lo que no era tan fácil producir un demo como hoy en día. De hecho, la base para el demo fue una consola de 4 canales, por eso no pudimos grabar los coros a las rolas. Siempre nos ardió la falta de coros, no mames, los del “Life on a Plate” de Millencolin se quedaban pendejos.

Grabamos nuestras primeras ocho rolas en casi un mes, con una idea muy clara y estructurada del proceso por parte de Enrique, incluso, era bastante estricto con Gary en cuanto a los riffs de las canciones, porque obviamente tenía oído y predilección para enfocarse en la guitarra principal.

Para cuando salió, todos estábamos bastante emocionados porque para la época rifaba bastante en cuanto a la calidad. El master de esa grabación es de hecho como dices un casete. Así que en la casetera de Gary y en la de otro de mis hermanos copiamos cuantos casetes pudimos para rolarlos.

Como fan, ese demo a la distancia es un excelente documento del sonido que disfrutábamos en el momento y la actitud rápida y despreocupada que todos sentíamos cuando lo grabaron. ¿Nunca pensaron editarlo en México cómo el resto de las bandas del momento?

Nick: Gracias por el comentario. En cuanto a ese demo, sentíamos que le habíamos sacado bastante jugo del 96 al 99. Es decir, en México, solito se fue rolando en una escena que de todas formas no era demasiado grande. Así como en algún momento nos llegaron los primeros demos todavía en casete de BE-AM y División Minúscula, por mencionar a bandas lejanas en distancia, así el nuestro les llegó a ellos, pura sed que todos teníamos por saber que se estaba haciendo en otras ciudades. Así que en ese momento las cosas viajaban sin mucho esfuerzo. Si acaso, pensábamos en sacar el siguiente material y ese sí editarlo de manera más profesional, aunque con la clara idea de no comprometer ni el sonido ni la promoción en medio de bandas que nada tenían que ver con nosotros.

Al principio de la década pasada algunas bandas de la primera generación del punk rock y punk melódico en la ciudad de México empezaron a crecer, a tener más audiencia y mayor apertura a medios. Spalding Gray siempre era mencionado como una referencia, como una de las bandas pioneras del género y que pocos pudimos ver en vivo con su alineación original. Ustedes se mantuvieron un tanto alejados del hype, y se concentraron en sus vidas personales. ¿Estoy en lo correcto? ¿Fue algo que decidieron o fue algo que las circunstancias alrededor del grupo dispusieron?

Nick: Desde luego que fue una decisión consciente mantenernos alejados. Nunca nos gustó la idea de tener que “aguantar vara” en toquines en donde te metían con calzador, no era justo para la banda que asistía ni para nosotros. Además, siempre estuvo el tema de las letras en inglés, nada en contra de componer en español, aunque no me creerías cuantos cabrones con sus playerotas de sepultura nos criticaban por eso, sin entender la ironía. En el DIY no nos había ido tan mal. Tampoco es que llovieran las ofertas, o por lo menos hasta donde yo llegué.

Supongo que para otras bandas, afortunadamente les llegó una oportunidad equilibrada entre sus irreductibles como banda, y las ventajas de gozar de un apoyo comercial.

Gary: Nunca pensamos editarlo pues era solo un demo, o asi lo veiamos.

Entre el 1999 y el 2000 nos concentramos en componer nuestro primer disco con dos nuevos integrantes. Decidimos no tocar en vivo para alejarnos , conciente o inconcientemente, y para regresar a las raices de cuando compones sin expectativa ni compromiso.

La banda se reformó tiempo después con nuevos integrantes, ¿Porque decidieron volver a tocar y volver a escribir en otra faceta y otro sonido?

Gary: Nunca dejamos de ensayar solo dejamos de tocar en vivo, el sonido fue el resultado natural de lo que estábamos escuchando entonces. Quizá siempre nos atrajo mas el punk melódico con un sonido mas metalero pero no podíamos tocarlo al principio.

Nick: Para entonces Manuel (Finde) ya era baterista de la banda y uno de sus amigos, Carlos, frecuentaba los ensayos y le gustaba el sonido de la banda. Carlos era guitarrista y se llevaba bien con nosotros. Entre ellos se fue perfilando la idea de incorporar a Carlos como segundo guitarrista porque tocaba chido y porque Charlie quería dedicarse solo a cantar. Para mí, el sonido del grupo estaba bastante bien amarrado y pasar otra vez por una etapa de adaptación con alguien nuevo, me parecía un retroceso, sobre todo porque no veía el estilo de Carlos demasiado acoplado al nuestro y apenas nos habíamos amarrado con Manuel. Sin embargo, el resto del grupo se decidió por meter a Carlos y me dijeron que dada mi postura, pues buscarían también a un nuevo bajista.

A la distancia, ¿Crees que se logró algo dentro de la escena del rock nacional con el trabajo de tu banda y la de los demás?

Gary: No lo sé. Yo siempre he visto a Spalding gray, Gula, Axpi y las ramificaciones de estas bandas en el underground, y por ese lado si lo creo. El Rock Nacional en México se mide con otros parámetros y no creo que estemos ahí.

Nick: Sí, junto con las demás bandas íbamos contracorriente por un lado tocando punk rock melódico, en el auge del skacore y por el otro al no ser “lo suficientemente punks” para los podridos. El punk rock melódico en México se estigmatizó muy rápido, pasó poco tiempo para que se utilizara el término happy punk para etiquetar bandas casi de manera despectiva.

Aun así en los primeros años las bandas eran muy unidas. Los toquines eran muy divertidos y cuando llegábamos a Querétaro, Monterrey, San Luis, Tijuana, etc., encontramos una escena muy parecida, cabrones con ganas de pasarla bien. Lo mismo acá, cuando llegaban bandas de fuera se les recibía con los brazos abiertos, era un gusto hacer carteleras con todas esos grupos.

Esas bandas abrieron sin duda unos párrafos en la historia de le escena contemporánea del rock nacional. Más aun, entrelíneas de los que escriben desde el pedestal de lo “auténtico”, mientras más las relegan y las tildan con la tan socorrida y hueca frase de “no son verdaderos punks”, más confirman quienes de verdad fueron contracorriente, sin importar pertenecer a “linajes” o estar con los pies en el “lado correcto”.

Curiosamente en la mayoría de los casos cuando llegamos a coincidir con las bandas de esa vieja escuela, no había tanta pinche pose, intercambiábamos casetes y listo, el solo hecho de compartir un escenario borra muchas de las divisiones impuestas desde la pluma.

En cuanto a nosotros en lo individual, probablemente nuestro granito de arena fue dar el primer paso en invertirle a un buen demo. En los principios de los ‘90, casi todos los demos servían solamente para decir, “checa esta banda, toca punk” porque a nivel DIY eso era lo que había, pero cuando sacamos el nuestro las bandas alrededor se dieron cuenta que cuando la gente lo escuchaba decía, “checa esta banda, toca punk y se escucha chingón”.

¿Sientes que hubiera habido algo en especial que hubiera salvado a Spalding gray? ¿Hubieras hecho las cosas distintas a cómo sucedieron?

Gary: Nunca tuvimos una banda en México que nos influenciara en cuanto a como se manejaban. Nunca tuvimos un manager, una disquera ni siquiera cobrabamos por tocar. Solo nos interesó componer canciones de ese nivel y poder tocarlas en vivo, nuestra causa era esa.

Hubiera ayudado tener una banda con esa influencia en México para dar ese salto que el nivel de SG requeria. También, no quisimos ser una banda de punk que se convierte en rock-pop y cambia de inglés a español solo para abrir puertas cuando el 80% de la gente que te ve canta canciones en inglés en su casa y te esta viendo por que ama Bad Religion y no por que ama a Héroes del Silencio. Nosotros éramos la generación que en 1996 apagábamos a Cafe tacuba y a Soda Stereo en MTV para poner el Breaking Things de ALL. Ese era el mundo en el crecimos y esa era la razón por la que tocábamos. Como banda de punk melódico en inglés nunca vimos el siguiente peldaño en México y ese peldaño nos hubiera guiado a un lugar diferente al que estamos hoy.

Nick: No lo sé, a Gary y a Rafa siempre les gustaba cambiar de aires. Rafa anda en Fort Collins y Gary en Australia, así que un futuro a largo plazo se veía muy complicado.

A la distancia me parece que fuimos muy precipitados con todo el asunto de Kung Fu Records. Quizás debimos haber permitido que el asunto fluyera y nada más. Pero ojo, teníamos 19 años, y nos sentíamos a un paso de la escena grande del punk, es fácil decir a los 37 años que las cosas se toman con paciencia, a los 19 te comes al pinche planeta entero.

¿Cuándo fue la última vez que escuchaste la música que creaste con Spalding Gray?

Nick: Probablemente hace un año, escucho una u otra rolita de SG como dos veces al año.

Gary: Tengo los disco pero no los escucho. Es mas especial cuando alguien lo pone siempre escucho detalles que cambiaría !!!

¿Que te llevas de Spalding Gray para el resto de tu vida?

Nick: El master en casete que lo tengo por ahí guardado, la estampa del tostador del que salen dos panes con las iniciales quemadas en su centro, el bajo Fender Squire porque Gary cumplió su palabra al son de, “quédatelo, pero no seas ojete y cómprale una funda” y el flyer del toquín en el “Yucatan”; bueno en cuanto a lo tangible, para lo intangible, no acabaría en un buen rato.

Gary: Es como el mejor viaje de tu vida en el que alguien siempre te recuerda algo que paso que ya olvidaste, aparte, ese viaje lo hiciste con tus “brothers” del alma. Para mi siempre será “Yo y mis amigos ensayando en un cuarto”.