La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, es una fanática confesa de Netflix — tanto es así que ha anunciado planes para la creación de su propia versión “nacional y popular” de servicio de streaming.
Así es, un sitio como Netflix exclusivo para Argentina, donde se exhibirán producciones de cine y televisión principalmente nacionales. Pocos detalles se conocen sobre el proyecto, excepto que estará disponible solamente dentro de las fronteras del país, y que está destinado a promover la elevadamente subvencionada industria cinematográfica Argentina.
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Para Fernández de Kirchner, célebre por sus políticas populistas, y por jugar, a menudo, con el intenso orgullo nacional de los argentinos, instalar el servicio no solo satisfaría la demanda popular de un servicio de vídeo streaming como Netflix, sino también su deseo de disponer de una buena televisión.
Las bromas y los comentarios de la presidenta sobre las series de televisión más exitosas han generado, a menudo, titulares jactanciosos de la prensa. El año pasado, Fernández de Kirchner recomendó a los ciudadanos desde La Casa Rosada, sede del gobierno, que vean la serie de Neflix “The Killing”.
“Netflix es bueno en serio”, dijo en septiembre.
El interés por la industria cinematográfica argentina alcanzó un momento culminante el año pasado gracias al estreno del éxito de taquilla “Relatos Salvajes“, que fue nominada a los Premios de la Academia como mejor película de habla no inglesa. Los espectadores argentinos batieron todos los records de taquilla el pasado mes de enero, un mes en el que se rebasó la asistencia de todos los meses anteriores en los cine del país — gracias a la atracción levantada por los grandes estrenos de Hollywood.
Pero el anuncio hecho el pasado 26 de junio sobre la instalación de un servicio nacional como Netflix en la Argentina, despertó cierto escepticismo. Hace unos pocos meses reportajes de investigación de la prensa opositora sembraron la controversia al denunciar la existencia de fraudes y listas negras en la industria cinematográfica. Sucede que el cine argentino está mayoritariamente subvencionado por el gobierno.
Además, Argentina dispone de un servicio de vídeo en streaming llamado Contenidos Digitales Abiertos (CDA), que solo está disponible dentro de las fronteras del país.
El catálogo de CDA incluye series de ficción, documentales y películas policiacas, de suspense y de aventuras, en las que los actores y los técnicos son íntegramente argentinos. Muchas de las producciones están filmadas en escenarios emblemáticos del país, como el glaciar Perito Moreno o la selva misionera.
El CDA fue lanzado en 2012 bajo el patronazgo del ministerio de Planificación de la Argentina, aunque no está muy claro el porqué. Los últimos informes señalan que la plataforma cuenta con 400.000 usuarios y 4.000 visitas diarias, una cifra no demasiado significativa, teniendo en cuenta que la población del país es de 43,4 millones de habitantes.
Las discrepancias han desatado el criticismo de los miembros de la industria cinematográfica, que acusan al gobierno argentino de inyectar dinero procedente de los impuestos en una industria local que está consumida.
“Hubo una explosión de contenidos audiovisuales en los últimos años que no tiene forma de ser consumida”, aseguró Gustavo Noriega, un respetado crítico de cine, a VICE News. “No hay lugar donde mostrar tanto contenidos. Están estimulando una industria falsa. No es útil”, agregó.
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El Netflix “popular” para la Argentina todavía no tiene nombre ni presupuesto.
La ley que convoca su creación la contempla de manera conjunta entre la compañía nacional satelital de Argentina, ArSat, y el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales del país (INCAA). La plataforma de vídeo por demanda tiene como fin “la promoción y fomento de producciones cinematográficas nacionales, así como la difusión de producciones cinematográficas regionales e internacionales”, y también transmitirá cocina internacional y regional, según dice la ley.
Cuando VICE News consultó a Santiago Diehl, coordinador de la plataforma, en busca de más detalles, este contestó brevemente: “Por ahora no estamos haciendo declaraciones. Solo puedo decirte que no se trata de lo mismo que ya está funcionando”, fue su escueta respuesta.
Los partidarios de la plataforma expresaron que el plan de servicio de streaming continuaría estimulando a la industria cinematográfica de Argentina, a pesar de los informes que señalan las bajas cifras de asistencia de las producciones subvencionadas. Cientos de películas producidas en Argentina en los últimos años, escribió el periodista José Crettaz, fueron vistas por 1.000 espectadores o menos. Una película en particular, que se estrenó en el 2008 solo fue vista por 13 personas en su estreno.
“Lo importante es la circulación de dinero”, dijo Noriega, el crítico de cine. “Hacen cosas que nadie ve. El canal de exhibición ya está excedido. No hay lugar donde mostrar tanto contenidos”.
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