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La empresa online de alquileres Airbnb puso fin a una polémica campaña publicitaria en San Francisco, en la que se jactaba de la cantidad de impuestos que la empresa ha pagado a la ciudad: 1.500 millones de dólares.
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“Querido Sistema de Bibliotecas Públicas, esperamos que utilice algunos de los 12 millones de dólares en impuestos del sector hotelero para mantener la biblioteca abierta hasta tarde. Con amor, Airbnb”, se lee un anuncio característico.
La campaña fue objeto de burla en las redes sociales al ser vista como un intento bizarro de jactarse del pago de la recaudación legal de impuestos.
‘Querido Airbnb, en vez de comprar carteles gigantes repartidos por todo SF podríais pagar vuestros impuestos hoteleros, simplemente. Con amor, Aaron’.
“Nuestra intención era mostrar la contribución en impuestos del sector hotelero de nuestros anfitriones e invitados, que es más o menos de 1 millón de dólares por mes”, declaró a VICE News el portavoz de Airbnb Christopher Nulty. “El tono fue equivocado y pedimos disculpas a todos los que se sintieron ofendidos. Estos anuncios ya se están retirando”.
Residentes publicaron fotos de los anuncios en Twitter y muchos de ellos expresaron, online, incredulidad por el hecho de que la compañía hubiera lanzado este tipo de campaña.
‘@Airbnb son estos anuncios realmente de vuestra compañía?’.
Una vez quedó claro que los anuncios eran, efectivamente, de Airbnb, la compañía se convirtió en objeto de mofa.
‘Querido @Airbnb. Estos anuncios pasivo-agresivos en las marquesinas de autobús *no son cool*. Sin amor, los libreros’.
La campaña se había desplegado en la ciudad sólo dos semanas antes de una votación muy esperada sobre la Proposición H, una medida electoral diseñada para regular las actividades de Airbnb en la ciudad.
La propuesta limitaría el alquiler a los viajeros 75 días al año, e impondría importantes multas civiles y costosas demandas contra la empresa en el caso de que hubiera violaciones de la norma. La medida también requiere a los huéspedes y a la empresa que compartan los datos con la ciudad sobre el número de huéspedes que operan y sus ingresos — algo que los propietarios ya están obligados a hacer.
Airbnb gastó más de 8 millones de dólares tratando de derrotar a la iniciativa, a la que denomina “una medida con el respaldo del sector hotelero que está trazando una falsa línia entre ciudadanos de San Francisco de a pie que comparten sus casas y una crisis de habitacional que hace una década que persiste”.
La controvertida campaña publicitaria, sin embargo, no formaba, oficialmente, parte de ese esfuerzo.
Cuando VICE News pidió a Airbnb que explicara porque una campaña publicitaria tan abrasiva obtuvo luz verde sólo semanas antes de una elección tan importante, la compañía se negó a comentar sobre el asunto.
Imagen vía Flickr