Así es trabajar en una productora de cine porno

Eli Martín es un treintañero que entró en contacto con el mundo del porno hace siete años. Antes se dedicaba a la edición de vídeo y las performances. Por causalidad, cayó en una productora de cine amateur. “Apenas veía porno, es un género que no me atraía nada. Lo más próximo que veía era cine gore, en el que siempre hay algo sexual de por medio o también el cine del destape español. Pero porno, como tal, nunca me había interesado”.

Pero no tuvo más remedio que ponerse las pilas para ganarse la vida. Por sus manos han pasado miles de minutos de material de alto voltaje. Ahora ya sabe bien de lo que habla. Ya dejó la primera productora, y ahora sigue colaborando con directores y actrices puntualmente. Al frente ya de su propio proyecto, Producciones y Punto y su canal de youtube, Eli nos habla de su experiencia en el mundo del cine para adultos. De sus actrices favoritas, de si los directores son autores y de en qué consiste una jornada rutinaria en el mundo del porno.

Videos by VICE

Vice: ¿Cuándo empezaste en el mundo del porno?

Eli Martín: Empecé en el mundo del porno al mudarme a Madrid en 2008. Después de unos meses como teleoperador, contacté con el que después sería mi jefe durante casi siete años. La verdad es que siendo coleccionista de cine desde muy pequeño, nunca había sentido ningún interés por este género. Supongo que eso me sirvió para que funcionaran tan bien los vídeos que editaba de cara al consumidor final, ya que no estaba influenciado por haber visto demasiado y dentro de lo que hay supongo que aporté algo de innovación. Probablemente pasé de ser la persona que menos porno había visto en su vida a una de las que más (risas).

¿Cómo llegaste a la productora?

Cuando decidí mudarme a Madrid contacté con un grandísimo amigo, con el que llevaba colaborando durante unos cuantos años, el artista Luan Mart, con el había hecho multitud de performances y proyectos audiovisuales. Me comentó que conocía a alguien que se dedicaba al porno y que quizá le pudiera interesar un editor especializado en todo tipo de bizarradas y que no se asustara fácilmente (risas). Y así fue.

¿Cuál era exactamente tu función?

Entré como editor de escenas y promocionales y debido a que humildemente creo que edito con bastante velocidad, rápidamente pasamos de publicar dos escenas a la semana a llegar a publicar ocho. Con lo que el funcionamiento de la empresa mejoró notablemente a nivel de suscriptores. En ocasiones también realizaba las grabaciones de algunas escenas, bukkakes, gang-bang, etc. Pero, como te digo, mi función y para lo que se me contrató fue como editor de vídeo.

¿Cómo es una jornada normal de trabajo en el mundo del porno?

La época en la que trabajé en la oficina consistía básicamente en gestionar a primera hora la escena que se iba a publicar. Al ser el responsable de contenidos, yo seleccionaba en función del día de la semana, de intentar no repetir mucho durante el mismo mes con una actriz, etc. Realizar una serie de capturas promocionales y pasárselas a mi compañera para que las publicara. Un día normal de edición a veces era repetitivo si tocaban varias escenas con la misma chica y a veces más ameno si pasaba algo curioso en el vídeo o algo divertido, cosa que no era muy común (risas). Y también a lo largo del día escuchar los mil y un problemas de las chicas que pasaban por allí e intentar animarlas o consolarlas según fuera el caso. Para esta última parte una de mis compañeras, Ruth Zanón, tenía un don especial, por eso la quieren tanto y ahora se la rifan en las empresas de la competencia. Nuestro jefe no estaba pendiente de la web por lo que toda la parte organizativa dependía de nosotros.

¿Llegas a hacerte amigo de los actores?

A pesar de que siempre he intentado ayudar si me necesitaban, no me gusta sobrepasar la barrera de la amistad, es un mundo complicado y las cosas cambian demasiado de un día para otro. De los miles de actores y actrices con los que me he cruzado, apenas se contarán con los dedos de una mano con los que aún mantengo contacto y pueden considerarse amigos, una de ellas, es por ejemplo, Carolina Abril, que es encantadora.

¿Has intentado ligar con alguna de las chicas?

La verdad es que nunca, ni siquiera planteármelo como posibilidad En este mundo, como en otros trabajos, las relaciones entre compañeros pueden llegar a complicar el ambiente de trabajo, ya lo dice el refrán donde tienes la olla no metas…

¿Cómo son los directores de cine porno? ¿Son autores?

En la empresa en la que más tiempo he trabajado se producía porno amateur, había que forzar las cosas para evitar el posible “preciosismo” y dejarlo en algo cotidiano e incluso casposillo, para que el consumidor final lo viera como algo que podía haber hecho él en su casa, y alimentar así su fantasía del “yo también podría ser el actor de ese vídeo”. En estas ocasiones no puedes intentar innovar y es un poco más de lo mismo. En otras colaboraciones que he hecho sí que hay directores con las cosas claras que buscan algo muy determinado y que te dan una serie de pautas muy concretas a seguir, pero están abiertos a consejos y a buscar posibilidades, en estos casos es mucho más agradecido y más divertido. Es un mundo de posibilidades, lo que está claro es que no hay dos directores iguales. Y que en la época que vivimos si haces algo muy de autor está claro que tu producto irá destinado a un público muy determinado, mientras que si haces algo amateur, se abre mucho el mercado. Pero eso ya depende del director y de su finalidad última.

¿Puedes ver porno desde que trabajas en la industria?

Veo muy poco, a veces por curiosidad buscando a alguna actriz o actor, cuando sé que voy a hacer algo con ellos o porque me informan de algo novedoso o curioso, pero en general no veo apenas, salvo que lo tenga que grabar o editar (risas).

Ahora que ya has visto tanto porno, ¿cuál es tu género favorito?

Si es género dentro del porno, me interesa cualquier cosa que intente innovar. Últimamente he colaborado con un chico nuevo en porno gay que presenta unos planteamientos muy novedosos y que puede dar un golpe de efecto al mercado. Aún no ha publicado nada pero Porn Beat va a dar que hablar, eso es seguro. También me interesa el lésbico porque creo que es algo para explotar, porque la mayor parte del producto está orientado a chicos, pero las chicas también deben poder disfrutar viendo los vídeos, sea cual sea su orientación. Supongo que por eso también me gustan tanto los planteamientos y lo que hace Amarna Miller, tanto en hetero como en lésbico. Y en otros géneros, lo que mas me tira es el terror, el gore, animación para entretenimiento, found footage y acción, para además de divertirme, ver las innovaciones de montaje y de técnica.