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El túnel comenzaba en Tijuana, México, en una casa de dos pisos, pintada de rosa y naranja, cuyo patio principal tenía una alberca para niños a medio llenar.
Luego de un camino subterráneo en zig-zag de unos 800 metros, el pasaje desembocaba en San Diego, California, en una salida estrecha en un campo industrial.
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Agentes policiacos de Estados Unidos dijeron el miércoles pasado que ellos llegaron al túnel mientras los narcotraficantes lo usaban para transportar cocaína y marihuana desde el pasado 12 de abril. Autoridades han decomisado una tonelada de cocaína — con valor de 22 millones de dólares — y cerca de 7 toneladas de marihuana [1.6 de ellas fueron encontradas en el pasadizo, empaquetada en 68 pacas] después de ocho meses de operación encubierta. Seis personas fueron arrestadas y enfrentarán cargos federales por tráfico de drogas.
Así se prepara la marihuana medicinal de manera clandestina en México. Leer más aquí.
Los oficiales le han llamado el mayor descomiso de cocaína asociado con un túnel subterráneo usado para transportar droga entre California y México. Declinaron informar a qué organización pertenece la construcción, pero el Cártel de Sinaloa, encabezada por el detenido capo Joaquín El Chapo Guzmán, es conocida por la construcción de túneles.
Dicho pasaje subterráneo tenía instalación eléctrica, aire acondicionado y vías, lo que lo hace similar al túnel que Guzmán usó para escapar de la cárcel mexicana de alta seguridad conocida como El Altiplano en julio de 2015.
Visitamos el final del túnel por donde “El Chapo” consumó su flagrante evasión. Leer más aquí.
El extremadamente angosto túnel — sólo un metro de ancho — es inusual entre los 75 pasadizos de drogas que se han descubierto en los últimos cinco años en la frontera de México y Estados Unidos: no terminaba dentro de una casa o en una bodega, sino al aire libre, donde — dijeron los oficiales — un contenedor de basura estaba estacionado y ayudaba a mover la droga hasta un camión.
La operación incluyó a oficiales del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, la Patrulla Fronteriza, la oficina del procurador general del país en San Diego, la Administración para el Control de las Drogas y una agencia poco conocida llamada Investigaciones de Seguridad Nacional.
Todas las agencias estuvieron el miércoles pasado en el campo de Otay Mesa presumiendo su “gran” relación laboral con sus colegas mexicanos en la lucha contra el tráfico de drogas. Sin embargo, en un principio los oficiales mexicanos se mantuvieron en silencio.
Ni la policía, ni militares resguardaron el miércoles la casa en Tijuana, en el extremo mexicano del túnel, ubicado sólo a unas cuadras del cruce fronterizo de Otay Mesa.
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