Publicidad
'Gears of War: Ultimate Edition', tráiler de lanzamiento con la canción Mad World.Pero la historia sigue siendo la misma, el juego no cambió nada. Cuando salió, Gears en serio me llamó. Me dijo: "Mike, soy brillante, mucho mejor que Too Human y deberías jugarme hasta que te sangren los putos dedos". Y lo hice, y sí era mejor. Tenía poco de haber comprado mi Xbox 360 y apenas le estaba empezando a agarrar la onda a esa nueva generación de consolas. Los shooters en tercera persona no eran nada nuevo en 2006, ni los juegos con protagonistas mamados con armas peleando contra extraterrestres que parecen crustáceos, pero lo que hizo Gears fue perfeccionar, solidificar sentar las bases para las nuevas características del modo de juego que ahora son tan comunes.Esta campaña —totalmente lineal, sacada de Hollywood pero que a nadie le molesta— de las probabilidades tan bajas de superar a los extraterrestres con un equipo pequeño de figuras de acción con huesos anchos y maxilares imposibles: hecho. La mecánica de apegarse a la cubierta donde los personajes no se separan de las paredes que les llegan a la cintura y solo se mueven para sacar la mira de los rifles por encima del bloque de concreto que separa la vida bendita de la muerte sangrienta y meterle una bala en la cabeza a los enemigos: hecho. Un elemento emocional inesperado que surge cuando cesa el fuego, las tropas caídas de la oposición desaparecen del campo de batalla y solo dejan manchas de sangre como huella de su alma destrozada: hecho, justo en las fibras sensibles de los gamers. Gears of War logró estás tres cosas y más, y las elevó al nivel de poesía increíblemente violenta en movimiento.
Publicidad
Publicidad
Relacionados: El futuro de los videojuegos según VICE
Pero seguro ya sabes todo esto. La primera vez que salió Gears of War vendió varios millones y por un rato fue el juego más popular del multijugador en línea en Xbox Live. (Nota: yo todavía no he jugado la Ultimate Edition en línea.) Puede que no tengas muchas ganas de retomar algo que ya conoces por todos los avances que nos han ofrecido. Los juegos ya cambiaron. Ahora cuentan mejores historias, con matices más conmovedores. Seamos honestos, el combate no siempre es así de básico. En Gears, todo lo que hay que hacer es disparar balas suficientes para derribar a un objetivo, el que sea, y se volvería tedioso si no hubiera toda esa sangre alrededor; e incluso la propia serie de Gears ha cambiado de tono, paso de ser una guerra constante contra extraterrestres a ser algo mucho más siniestro, a juzgar por el modo de juego de Gears of War 4 que anunciaron a principios de año. Y aún así, esta reliquia, este recordatorio viejo y oxidado de cómo eran los juegos más exitosos de taquilla de antaño, todavía es suficiente para levantar el ánimo.Tal vez no tengas ganas de volver a jugar Gears pero deberías hacerlo porque demuestra lo lejos que ha llegado el entretenimiento en tan poco tiempo, en el lapso de una sola generación de consolas, y cómo los clásicos nunca pasan de moda —no cuando impusieron una moda tan extendida—. Y cuando lo hagas, te va a pegar, vas a sentir la misma emoción que sentiste la primera vez. Si parpadeas te van a hacer pedazos. No dejes de moverte porque los monstruos y los fantasmas y los insectos incendiarios de este mundo a punto de colapsar te van a rodear y harán que pierdas toda esperanza. Y sube el volumen porque esta cosa es como una sinfonía para la era de los videojuegos.Y si por alguna razón vas a jugar Gears por primera vez en 2015, bienvenido a Delta, soldado. Un consejo: nunca te acerques mucho a Carmine, y cúbrete o muere. Ahora sal y derrota a un Boomer antes de que te convierta en pasta de persona.Gears of War: Ultimate Edition ya está disponible para Xbox One y pronto saldrá la versión para PC.Sigue a Mike en Twitter.