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Cultură

Así es ser DJ en la rúa del Barça

Carles Pérez, DJ y speaker en la rúa del FCB explica cómo es la experiencia de desfilar en los autobuses oficiales de la celebración blaugrana después de haber ganado un título.

Fotografías cortesía de Carles Pérez

Tres autobuses enormes del Fútbol Club Barcelona recorren como si fuesen una comparsa el centro de la Ciudad Condal. Montados en el piso superior de uno de ellos van los jugadores del Barça, celebrando el recién conseguido título de Liga, un título muy esperado ya que a pesar de que encararon con ventaja la recta final del campeonato, la cosa pareció complicarse duante las últimas jornadas, cuando una serie de reveses acercaron al Real Madrid y al Atlético de Madrid al líder.

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En la cima del entarimado, el pinchadiscos que ameniza la velada dirige el cotarro. El bailoteo continúa durante un par de horas largas. Una marea de aficionados ondea sus insignias mientras corea al unísono diferentes consignas, pero sobre todo el himno del equipo.

Debajo del autobús, las corresponsales y reporteras intentan conseguir declaraciones de los jugadores cada vez que las miran. Lo sé porque yo he estado en su misma situación.

El dulce descontrol es el premio para unos campeones que se ven privados —al menos en teoría— de estos banales placeres durante toda la temporada. Y entre todos ellos está Carles Pérez, DJ y presentador del programa de radio El matí y la mare que el va parirque se hicieron conocidos en el resto de España por hacerse pasar por el presidente de la Generalitat de Cataluña y llamar y engañar a Mariano Rajoy—. Sin música no hay fiesta, y él lo sabe muy bien.

Cada año monta en el carruaje, y después de cinco rúas confiesa que aún siente mucha ilusión al recibir la llamada que le otorga dicho cargo de responsabilidad. Muchos pagarían por estar allí, en cambio para él es un trabajo.

"Siento una ilusión especial cada vez que me proponen de pinchar para el F.C.Barcelona. Recibo muy buen feedback de familiares y amigos que me ven por la tele y siempre es agradable una situación así. Aún así, los verdaderos protagonistas son, y tienen que ser, los jugadores".

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Carles ha sido speaker en el Trofeo Joan Gamper, en algunos partidos de la selección Catalana y en torneos de enduro y trial indoor, entre muchos otros eventos deportivos.

Me explica que para un culé como él significa mucho que cuenten con él para este tipo de actos. En los torneos como el Gamper, dice que hay mucho más contacto con el socio, y en cambio en los pasacalles de celebración comenta que es muy impactante ver la gran riada de gente esperándoles en la calle: "Yo pongo solo pongo un granito de arena de mi parte para festejar los triunfos de mi equipo. Como cualquier empleado, trabajo para que todo salga bien y para que todo el mundo lo disfrute al máximo. Es muy bonito ver a la gente cómo se amontona y anima. Te ves casi obligado a saltar con ellos. Las zonas más concurridas son espectaculares y la imagen desde arriba es realmente bonita. También tiene lo suyo ver a los vecinos como animan y bailan desde los balcones".

Cuando le pregunto por el desfile más especial que ha vivido me responde que sin duda fue la del triplete: "Asistí a la final de Roma y recuerdo perfectamente aquel gol de Iniesta en el campo del Chelsea. Para mí fue la culminación del estilo de excelencia de Guardiola. Había muchísima magia en aquel pasacalle. Veía la cara de los jugadores y realmente hacían una auténtica piña. Además había mucha gente de casa y de la cantera, por lo que era aún más épico lo que se había logrado".

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A nivel musical sobretodo intenta pinchar música animada, normalmente más rápida de lo normal. El bus se va moviendo, por lo que el público va cambiando casi cada minuto y esto permite repetir canciones a lo largo de la marcha. "El ritmo no puede parar y el público quiere estar arriba todo el rato. El We are the world o el Himno del Barcelona son los hits de la rúa. Casi siempre caen más de una vez",explica.

Estar a escasos metros de las grandes estrellas del fútbol en plena celebración debe ser extremadamente emocionante. A pesar de ello, la relación que mantiene con ellos durante el desfile es más bien escasa: "Los jugadores cada vez más son inaccesibles, cosa que no acabo de entender mucho. Pero igualmente te miran e interactúan contigo, porque son momentos de alegría desbordada. También te piden alguna canción. Piqué me ha pedido The Killers y recuerdo que Pinto me había pedido algún tema de su producción propia. En el momento que pones esa canción se desfasan y son bastante agradecidos. Cuando pinchas algo que les gusta se lo pasan bien y también hacen que la gente se lo pase bien. A los jugadores brasileños les encanta la batucada, como es normal. Realmente todos ellos son un público muy agradecido y me gusta pinchar para ellos. Evidentemente hay jugadores que son más extrovertidos que otros: por lo general Gerard Piqué y los brasileños los que más… ah, y los de la cantera déjalos correr".

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Cuando el Barça gana la Copa del Rey, la Liga o la Champions League, el club debe reaccionar rápidamente para organizar el evento. Hace un par de años el Eibar recompró el confetti del Barcelona después que el equipo catalán perdiera la liga en la última jornada frente a l'Atlético.

Horas antes de que vengan los jugadores se preparan los autobuses, se hacen las pruebas de sonido y se chequea todo para que nada falle en el momento del desfile.

"En mi caso voy en el autocar de animación, que está justo detrás del de los jugadores. Cabe decir que al menos en mi autocar solo hay agua. En el de los jugadores lo desconozco. Algunos años en el segundo bus han subido cheerleaders del Barca de baloncesto que bailan la música que suena y hacen sus coreografías, además de animar a la gente. Son muy profesionales, se lo traen preparado y ensayado y normalmente van con una entrenadora. Nunca he visto ningún lío raro dentro del bus. Si fuese así tampoco creo que nadie lo confesara a no ser que el medio que me entreviste me soltara una cantidad inmoral de billetes", me dice bromeando.

Siempre hay un montón de anécdotas que quedan marcadas en este tipo de eventos. La que recordaré toda la vida fue cuando Neymar paró el bus para irse a comprar una hamburguesa. Aquello fue brutal. Este año Neymar ha querido repetir".

Para Carles es algo realmente especial, aunque su sueño es otro: "puedo decir que a fecha de hoy ya he cumplido mi sueño pinchando en todas esas rúas de celebración del Barça. Para mí sería un honor ser speaker del Camp Nou, aunque por ahora no es una prioridad".