FYI.

This story is over 5 years old.

Actualidad

Pijos vs. Macarras, la 'batalla' del rock en Bizkaia

Durante unos años convivieron en Bilbao, separados por 160 metros, el punk de Eskorbuto o Parabellum con bandas como El Inquilino Comunista o Cancer Moon.

¿Es posible ser fan de Eskorbuto y de El Inquilino Comunista? ¿Disfrutar de Parabellum y de Cancer Moon al mismo tiempo? Nosotros ahora sabemos que sí. ¿Pero hace veinte años y en Bilbao? Entre los 80 y los 90 estas bandas se solaparon ligeramente en el tiempo y en el espacio. Estaban separadas por 160 metros y por una gran cantidad de agua. Protagonizaron la batalla (figurada) entre las dos márgenes de la ría de Bilbao. De una ciudad en constante evolución y con cambios sociales y urbanísticos que influyeron también en las escenas musicales: el punk con rabia reivindicativa de la parte izquierda y el noise-rock más internacional (cantado en inglés) que nacía justo enfrente, a la derecha.

Publicidad

"En el año 92 mueren Iosu y Juanma, líderes de Eskorbuto, pero también se firma la construcción del Museo Guggenheim y el metro llevaba ya dos años en desarrollo. Empieza también a ser visible la limpieza de la ría y Bilbao pasa de ser una ciudad industrial a una ciudad de servicios… Lo dicho, el contexto social y urbanístico influyó decisivamente en las bandas". Lo dice Joseba Gorordo, co-director del documental 160 metros, una historia del rock en Bikzaia, junto a Álvaro Fierro.

Además de la música, cuando pasaron este documental -producido por Raúl López y Diego Urruchi- en el último In-Edit se habló mucho de las cuestiones sociales, "de lucha de clases, porque al final, el documental también va de eso". Un viaje en el tiempo, entre dos orillas, que sirve para entender una parte de nuestra historia musical y que también tiene algo de nostalgia por un tiempo pasado -movidito en todos los aspectos- que de momento no parece que vaya a volver.

VICE: Creo que os quedasteis con ganas de llamar al documental Pijos vs. Macarras. ¿Es al fin y al cabo de lo que trata?

Joseba Gorordo: Siempre supimos que se llamaría 160 metros, una historia del rock en Bizkaia porque por encima de todo queríamos contar que aquí hubo una escena musical potentísima. Suelo comentar medio en broma que teníamos que haberlo llamado "pijos vs. macarras" porque precisamente la cuestión de la lucha de clases era un tema que en un principio no sabíamos muy bien cómo iba a ser recibido. Sin embargo la gente lo ha acogido bien, a unos les ha molestado, a otros les ha encantado, pero lo que cuenta es que, aunque no hubiera un "enfrentamiento real" entre las dos márgenes de la ría, siempre hemos sabido (Álvaro y yo) que la idea inicial era buena. Como dicen los italianos: 'si non è vero, è ben trovato'. (aunque no sea verdad, está bien hallado)

Publicidad

En el coloquio posterior al pase en el In-Edit se habló de cuestiones sociales y de lucha de clases. ¿Cómo se reflejaban en el mundo de la música?

Pues es obvio que a todos los músicos les influye el contexto económico/social en el que nacieron, y eso hacía que nuestro planteamiento inicial fuera el siguiente: en la margen izquierda, la zona obrera, se hacía punk reivindicativo y en la derecha, la zona burguesa, pop-rock en inglés. Por supuesto, esto no es más que un estereotipo y nuestro trabajo ha sido el de derribar estos clichés.

Háblanos sobre la distribución geográfica de las bandas.

En la derecha (durante los 90) aparecen: Los Clavos, Lord Sickness o El Inquilino Comunista; en la izquierda (en los 80): Eskorbuto, Zarama o Parabellum… Por supuesto que había muchas más bandas que las que aparecen en el documental y más estilos que el punk y el noise-rock.

En Bilbao se dio una cosa curiosa, el punk o el rock radikal se encontraron frente a frente con el rock alternativo de bandas como El Inquilino Comunista. ¿Cómo fue esa convivencia?

Pues la verdad es que no hubo un enfrentamiento como tal, en lo que se refiere a estilos musicales. Y además, se trata de décadas distintas, los 80 y los 90, pero la verdad es que en pocos años el paisaje musical varió mucho. Sin embargo, no queríamos hacer la historia contando el devenir de todos los grupos, sino simplemente tratar de mostrar el ambiente que había en los 80 en la margen izquierda y en los 90 en Getxo, sobre todo con la efímera aunque no menos interesante escena del 'Getxo Sound'. Me identifico mucho con lo que dice el director de cine Koldo Serra (de Getxo): "Parece mentira que estando tan cerca, tardásemos tanto tiempo en ir de fiesta a la margen izquierda".

Publicidad

Uno de los Eskorbuto aparece diciendo que las chicas de la margen derecha le gustaban más que las de la izquierda.

Es Juanma Suárez, bajista y voz de Eskorbuto. Todo el mundo se descojona al ver ese archivo de 1985. ¿Igual es porque parece que hoy en día está superada la confrontación entre ambas márgenes? No lo sé, creo que es porque nos hace gracia que lo dice de una forma tan honesta, tan datada en un tiempo y en un lugar. Hoy en día, yo creo que al contrario; hoy en día existen más remilgos y complejos para decir cosas de ese tipo.

Y sobre las drogas…

La verdad es que en la década de los 80, no solo en Bilbao sino también en Donosti, Madrid o Barcelona, la heroína hizo grande estragos en toda una generación. Hablamos de ello en el documental sin centrarnos demasiado, ya que ha sido un tema que ya se ha contado (y muy bien) en otros documentales o reportajes. El reportaje de Bajo el caballo en el que sale Iosu Eskorbuto, que es del año 1991 (y que recogemos en el docu), me sigue impresionando mucho aún después de haberlo visto tantas veces.

¿Qué influencia tuvo la música en la transformación de la ciudad?

Pues la verdad es que no sé si la música puede llegar a transformar una ciudad, pero cuando Bilbao era más gris desde luego la ciudad (por lo menos el Casco Viejo, o barrios como Deusto o Santutxu) tenía mucha más vida que ahora, porque la mayor parte de los jóvenes salían a tomar copas a bares donde había música en directo o donde se escuchaba rock n' roll. Es más, en Getxo por ejemplo, cuando más gente iba a conciertos en la Sala Gwendolyne o en el Swan's (las salas que conformaron la escena), el Ayuntamiento decidió cerrarlas por decreto ley y convertir a Getxo en lo que es hoy: una ciudad dormitorio. A Bilbao también le ha ocurrido algo parecido, y a muchas ciudades del mundo… No es otra cosa que la globalización.

¿Cómo ha sido el proceso de documentación, la búsqueda de imágenes y directos?

Organizamos un crowdfunding que nos permitió entrar en la pre-producción en el que no solo pedíamos pasta a nuestra familia y amigos, sino que también pedíamos a la gente nos enviaba sus archivos: vídeos o fotos inéditas, memorabilia, etc. Por otro lado, ETB entró en el proyecto cediéndonos archivo a cambio de difusión y la historia de la transformación urbana de Bilbao está sacada prácticamente íntegramente de su departamento de documentación.

¿A quién os costó más convencer para aparecer en el documental?

Hubo gente que no quiso salir, pero en general la respuesta de todo el mundo fue muy entusiasta, y por supuesto no hemos podido meter a todo el mundo que hubiéramos querido. Pero para eso ya está el libro de Álvaro Heras Lluvia, hierro y rock n'roll que es la enciclopedia del rock en Bizkaia…