Era demasiado joven para ver Trainspotting cuando se estrenó. Pero eso no significa que no haya penetrado la burbuja de mi mundo púber. Era la película de la que siempre hablaba con mis amigos en clase, la película cuyos pósteres compramos con nuestros cupones de descuento de HMV y la película que fingimos haber visto hasta que en serio la vimos.A finales de la década de los 90, antes de internet, en nuestras pequeñas ciudades, Trainspotting nos dio muchas primeras veces. Fue un portal hacia un mundo adulto que nunca antes habíamos visto, ni en el mundo real ni en la pantalla. Tarantino ya nos había ofrecido una mirada al sexo y las drogas pero matizados con una espesa capa de estilo. Trainspotting agregó el peso de realidad a ese mundo y verla, a pesar de que apenas teníamos 12 años de edad, nos hizo sentirnos mucho más maduros y experimentados. O al menos ese fue mi caso.
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La semana pasada fue el 20 aniversario de la película y para celebrarlo, hablé con tres de sus protagonistas más importantes: Ewan McGregor, que interpretó a Renton, Kelly MacDonald, en el papel de Diane, e Irvine Welsh, el autor de la novela original, cuyo próximo libro, The Blade Artist, sigue la historia de Begbie.
El libro
Del libro a la pantalla
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Las audiciones
Las mejores escenas
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IW: La escena en la que se escucha "Perfect Day" [de Lou Reed] en el fondo durante la caída —creo que es la forma perfecta de tener una sobredosis, como un arrullo antes de la muerte—. La segunda parte de la escena tiene una energía muy especial. Me sorprendió porque he visto cómo la gente puede morir de forma dramática por una sobredosis y también de forma lenta, como si te quedaras dormido. Incluso puedes disfrutar esa sensación de cómo te llevan, de cierta forma, y hay veces que puedes evitarlo y veces que no. Esa escena resume el horror y el encanto de la heroína. Su caricia mortal. Esa escena es grandiosa. Hay muy pocos directores mejores que Danny Boyle; Danny sabe cómo contar una historia con imágenes y cómo decir algo de forma visual en una escena.
La película terminada
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KM: Lo que más recuerdo de la primera vez que vi la película es la reacción de Bobby Carlyle porque estaba sentada junto a él. Casi se arrastraba de la vergüenza. Cada vez que salía en la pantalla, se hundía más en su asiento, lo cual me pareció muy interesante. Yo también me sentía así, aunque creo que es muy común. No me gusta verme a mí misma.IW: Creo que donde más colaboré fue en la banda sonora. Como conozco a varios músicos, los puse en contacto directamente con los directores para saltar el proceso de pagar muchísimo dinero para obtener los derechos de la música. Los músicos estaban tan enamorados de la película y tenían tantas ganas de participar que le decían a sus sellos: "¿Podemos regalar esta canción?". Eso nos ayudó a conseguir los derechos a un precio muy bajo y a veces gratis. De otra forma, no habríamos podido tener una banda sonora de tal calidad. Danny ya había trabajado con Leftfield enShallow Gravey creo que también conocía a New Order. Había tan buen rollo que se extendió a los músicos, quienes nos regalaron muchas cosas que en circunstancias normales habrían costado una fortuna.Hago referencia a la mayoría de los artistas en el libro: Iggy, Lou Reed, Bowie y todo el material house que me gustaba en ese momento. Lo único que no entendía era lo del britpop. Primal Scream y Damon Albarn eran amigos y yo conocía a Jarvis Cocker pero no lograba entender cómo entraba el britpop. No entendía por qué creían que iba a funcionar pero Danny fue el que decidió que necesitábamos ese toque contemporáneo, lo cual resultó perfecto porque el britpop fue lo último de la cultura británica juvenil y ayudó a posicionar la película como la última película de cultura británica juvenil.
La música
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La reacción y la supuesta idealización de las drogas
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