FYI.

This story is over 5 years old.

Asia

Así es como estas empresas madereras están arrasando con un pulmón de Asia

Papúa Nueva Guinea es un isla ubicada en el continente asiático. Ahí se encuentra la reserva más grande de la región del Asia-Pacífico. Desde hace siete años, los pobladores han sufrido despojos de empresas madereras que deforestan su hogar.
Imagen vía Global Witness

Síguenos en Facebook para saber qué pasa en el mundo.

Desde hace siete años, los habitantes de Papúa Nueva Guinea han visto cómo la selva donde viven es arrasada por las compañías madereras más grandes del mundo. A menudo se resisten a ser desalojados, pero son 'golpeados' por las autoridades de este país al cual pocos podrían ubicar en un mapa.

La Selva Lacandona: el paraíso mexicano que agoniza entre tala ilegal y tráfico de especies. Lee más aquí.

Publicidad

Se trata de una isla localizada en el continente asiático, a menos de 200 kilómetros del norte de Australia. Y esta isla tiene la más grande reserva de selva tropical de la región del Asia-Pacífico.

De acuerdo con una investigación de Global Witness, desde 2009 más de 6.3 millones de metros cúbicos de troncos de árboles han sido exportados desde Papúa Nueva Guinea hasta, generalmente, China, que es el mayor importador de madera.

El gobierno ha concesionado más de 50.000 kilómetros cuadrados a las empresas por 99 años. Sin embargo, de acuerdo con los habitantes de esta selva, los contratos son fraudulentos.

La tala está acabando con el hábitat del oso panda en China. Lee más aquí.

"En los documentos hay nombres de gente que ya está muerta. Tienen sus nombres y sus firmas sin su consentimiento. Esos 99 años (de concesión) son tres generaciones. Para entonces ya habremos perdido todo", dijo Paul Pavol, activista que protege las selvas de Papúa Nueva Guinea.

Desde 2011, la compañía maderera más grande del mundo, Rimbunan Hijau, ha arrasado con más de 150 kilómetros cuadrados de la selva donde vive Paul Pavol. Esto ha significado un monto de 70 millones de dólares en exportaciones a China, un país que, de acuerdo con Global Witness, no tiene regulaciones en el mercado para sancionar la tala ilegal.

Noruega dejará de consumir productos que contribuyan a la deforestación de los bosques. Lee más aquí.

"Queremos nuestras tierras de regreso. Es nuestra madre. Sin la tierra no podemos vivir", dijo la activista Mary Bailonakia, quien ha peleado contra estas concesiones, pues la tierra de la que era propietaria fue asignada a una empresa sin su permiso.

Sin especificar la cantidad, Global Witness concluyó que desde 2014 y 2016 muchas de las concesiones de tierra que se hicieron a las empresas no fueron autorizadas por los propietarios de las mismas.

Sigue a VICE News en español en Twitter: @VICENewsES