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Testimonios

Historias de personas que sorprendieron a sus padres teniendo sexo

Si existe un tema que nos aturde a todos, es este. Hablemos de una vez por todas sobre él o seguiremos traumados para siempre.

Artículo publicado por VICE México.

Todos sabemos de dónde venimos, por lo que no es necesario saber con pormenores cómo ocurrió exactamente. Nuestros padres son y serán siempre nuestro ejemplo a seguir en muchas cosas, y aunque nos consideremos muy progres y de mente abierta, el sólo hecho de imaginarlos en el acto reproductivo resulta incómodo.

A algunos les ha tocado muy mala suerte y hasta han sido testigos presenciales de ese momento. A ellos les deseamos pronta recuperación y les agradecemos que hayan compartido con nosotros sus historias. Nos sirven a todos de terapia colectiva.

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Frida

Yo tenía alrededor de cinco o seis años. Mis papás se habían separado, porque mi padre había sido infiel. Mi mamá cayó en una depresión horrible; se intentó suicidar varias veces e incluso terminó en un hospital psiquiátrico.

Un día mi papá nos fue a ver. Por culpa, quizá. En un momento me mandaron con mi vecina porque los adultos “tenían que hablar de cosas de adultos”. Empecé a jugar con mis muñecas pero me faltaba mi convertible rosa de Barbie. Entonces regresé a mi casa.


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Abrí la puerta y vi a mis papas teniendo sexo en la entrada. Era de lo más puerco (y ahora que soy adulta digo: “damn, con razón regresaron”). Mi mamá estaba arriba de él y mi papá tenía una teta en la boca y una mano en su trasero.

Cerré la puerta y me fui corriendo a casa de mi vecina. Pasó mucho rato y me fueron a buscar. Lo cual significa que terminaron su jale. Traumatizarme (más) no les importó.

Diana

Estábamos en Acapulco y me dejaron nadando en la alberca del hotel. Eventualmente me salí, fui a la habitación y medio escuché la voz de mi mamá. Luego me metí al baño y ahí estaban. Grité horrible, salí corriendo. Mi papá se puso una toalla alrededor y me persiguió por los pasillos.

Joel

Entré de improviso a su cuarto. Los vi en el acto y del susto mi papá aventó al piso a mi mamá. La imagen que se quedó en la mente es muy sucia. Qué triste.


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Mauri

Salí temprano de la escuela y al momento de ir abriendo la puerta en casa, me la cerraron en la cara. Me doblaron un dedo. Mi padre entró en el baño y mi madre salió corriendo rumbo a las escaleras a su cuarto. Nunca lo olvidaré.

Julián

Simplemente me acostumbraron a decir “buenas noches” antes de dormir. Un día abrí su puerta (un poco más tarde de lo normal, asumo que creyeron que estaba dormido) y los encontré. Quedé paralizado totalmente. Pasaron varios segundos, reaccioné a sus gritos y cerré la puerta.

Adriana

De pequeña, cuando me daban pesadillas, me iba al cuarto de mis papás. Recuerdo que a veces cerraban la puerta con llave y entonces me iba al cuarto de mi hermano. Pero una noche estaba sin llave y entré callada, como para meterme entre ellos.


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Casi llegando a la cama, me di cuenta que mi papá estaba encima de mi mamá. Yo creía que la estaba atacando. Salí corriendo. Por los siguientes meses creía que mi papá quería matar a mi mamá. No entendí que había pasado hasta que le conté a mi hermano (4 años mayor que yo) y no se contuvo la risa. Él fue quien me tuvo que explicar sobre el sexo

Tiburcio

Un día llegué borracho a las 9 de la mañana, entré por la puerta del salón y no podía creer lo que estaba oyendo. Al cabo de un rato (de entrar en shock), razoné y me di cuenta de lo que estaban haciendo mis papás. Pero pensé: “¡qué carajo, que disfruten la vida!”

Jonatan

Tenía como 11 años y regresábamos de una fiesta que hace mi papá cada año. Ya sabía que tanto a él, como a mi mamá, siempre se les pasa la mano en esa fiesta. Ya era muy tarde. Su habitación estaba junto a la mía y me despertaron gritos, me asusté y de repente escuché a mi mamá haciendo ruidos y luego escuché la respiración de mi papá.

Mi única reacción fue cubrirme con las sábanas, taparme los oídos y tararear el himno nacional. No los pude ver a la cara un mes. Como que siempre imaginas a tus papas como muñecos, sin genitales.

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Pau

Yo tenía como 4 años. Fue una mañana en la que me había levantado temprano para ir al kinder. Entré al cuarto de mis papás sin tocar y los caché en pleno acto. Pero mi mente inocente no comprendía lo que pasaba.


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Entonces, cuando llegué a la escuela y vi a la maestra, lo primero que dije fue: “maestra, mis papás duermen encuerados, ¿los tuyos también?”

Manuel

Un primo, su hermana y yo.

Yo era un niño bueno, muy limpio, educado y tranquilo. Puro 10 en la escuela y con algún grado, no menor, de obsesivo compulsivo con la limpieza.

Los vi. Simplemente los vi y lo sucio y asqueroso de la situación no lo olvidé nunca. Me sentía muy culpable. El trauma fue tan grande, que por años olvidé lo que sucedió.

Néstor

Yo, puberto, estaba con una amiga en la sala de mi casa, de noche. De repente mi amiga y yo nos quedamos muy silenciosos (aprovechando, claro). Mi madre y su esposo, en su recámara, pensaron que nos habíamos salido y el ruido empezaron a hacerlo ellos.

Mi amiga se reía mucho.


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Pipe

Vivíamos en un departamento pequeño. Mi papá trabajaba fuera de la ciudad. Sus regresos estaban repletos de “siestas” de media tarde con mi mamá.

Para desfortuna de él, en uno de esos reposos olvidó su teléfono celular en el comedor. Casi instantáneamente comenzaron una serie de llamadas y me vi en la obligación de contestar. Era un primo de mi papá. Le dije que no colgara y fui hacia el cuarto.

La puerta no tenía seguro y ante mis ojos se proyectó el peor intento de disimulo coital. Forzosamente lograron taparse con una sábana, para luego simular una especie de somnolencia extraña, seguida de un fuerte regaño por interrumpir la privacidad de los participantes.