Llevo apenas 48 horas en Galicia y he visto arder kilómetros y kilómetros de bosque. Además de llamas y mucho humo, he visto caras de desesperación y una capacidad de reacción del pueblo gallego que emociona, en una triste imagen que recuerda al desastre del Prestige y el chapapote.Veo jóvenes, muchos jóvenes, que se han organizado para salir a la calle e intentar detener el fuego organizados en grupos de whatsApp. Y no veo apenas bomberos. Entre Valladares y Vincios (Gondomar), el incendio sigue activo.
Publicidad
Estas imágenes fueron tomadas en Vigo y Pontevedra, en un desolador incendio (todo apunta intencionado) que se ha cobrado la vida de cuatro personas.