¿Cómo evitar que los eructos y los pedos de las vacas acaben con el planeta?

Las vacas producen tanto metano con sus pedos y sus eructos que 90 reses pueden provocar que un granero estalle en llamas espontáneamente —de hecho, ya ha pasado—; aunque, claro, los gases bovinos están causando mucho más daño que un incendio ocasional.

El metano expulsado por el ganado es 21 veces más dañino para la atmósfera que el CO2, y todos los días una vaca libera alrededor de 500 litros de este gas explosivo que además es generador del cambio climático. En resumen, las vacas y su legión rumiante (cabras, ovejas y bueyes) bombean la asombrosa cantidad de 80 millones de toneladas métricas de gas hacia nuestra atmósfera frágil.

Sin una posible disminución en la demanda de leche, filetes y hamburguesas en un futuro cercano, los científicos están tratando de encontrar una manera de reducir los gases del ganado. Para esto están pensando en orégano. Si bien el orégano se puede usar para reducir los gases digestivos humanos, un equipo de investigadores de Dinamarca ha empezado a experimentar con el uso de la hierba en la alimentación de las vacas.

"El orégano tiene aceites esenciales con un ligero antimicrobiano llamado carvacrol, que puede matar parte de las bacterias que producen metano en el rumen de la vaca", Kai Grevsen, un investigador superior de la Aarhus University le dijo a NPR. "Por supuesto, no puedes matar a todas las bacterias, si no la vaca moriría".

Grevsen conducirá la investigación sobre los efectos del orégano en la digestión vacuna —la investigación está financiada en parte por el gobierno danés y las compañías lecheras como Naturmælk, que están tratando de hacer productos más amables con el ambiente—.

Y si bien ha habido estudios previos analizando los efectos del orégano en los gases de las vacas, la voluntad de Grevsen va hasta 2019, volviendo este estudio significativamente más exhaustivo que las investigaciones pasadas. Asimismo será el primero en utilizar orégano griego, el cual tiene una concentración mucho más alta del aceite esencial que combate el gas.

Pero el orégano no es barato y nadie está muy seguro de cómo afectará al sabor de la leche o la carne una dosis alta de orégano. Aún así, un toque de orégano en nuestra comida no podría ser peor que permitir que eructos y pedos sigan destrozando la fina capa de atmósfera que hace posible la vida en este planeta.