Comer como el Conde Drácula en Transilvania

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Comer como el Conde Drácula en Transilvania

La comida favorita de Drácula quizás no está disponible ni para los humanos más aventureros, pero en tu futura visita a Transilvania puedes comer varias cosas inspiradas en el mítico y sangriento Vlad el Empalador.

Drácula de Bram Stoker inicia, inocentemente, con un pollo a la paprika. El abogado inglés Jonathan Harker, quien va camino a Europa del Este para reunirse con el Conde Drácula, se detiene en un hotel de Cluj Napoca, Transilvania. "En la comida, o mejor dicho cena, disfruté un pollo preparado de alguna forma con pimiento rojo, el cual estuvo delicioso pero un poco seco", escribió el abogado en su diario, dejando una pequeña nota para conseguir la receta para su prometida.

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A pesar de que Stoker nunca visitó la región, en ese entonces parte del Reino de Hungría, sus selecciones culinarias fueron adecuadas. La paprika, hecha con pimiento rojo en polvo, es la especia nacional de Hungría y las comidas con carne fuertemente condimentada con el polvo rojo son un platillo básico en las casas y restaurantes del país.

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Un busto de Vlad el Empalador en Sighisoara, Rumania. Todas las fotos son de Ada Kase.

El libro se va tornando más macabro a partir de este punto y pronto nos damos cuenta de que lo único similar entre la comida favorita de Drácula y la paprika es el color rojo. Su cena preferida, por supuesto, usualmente no está disponible —ni mucho menos deseable— para seres humanos hasta con el paladar más aventurado. Sin embargo, puedes intentar una siguiente opción, ya que los restaurantes de Transilvania, en la Rumania actual, se desviven por proporcionar comida inspirada en vampiros para la gente que rastrea la historia de la leyenda de Drácula.

El punto de inicio está en Sighisoara, un pequeño pueblo ubicado en el interior montañoso del país. Sighisoara se caracteriza por un centro medieval elegantemente conservado, incluyendo antiguas iglesias, torres, almenas y una casa que se supone fue el lugar de nacimiento de Vlad, apodado el Empalador. El Sr. Empalador era el gobernante de una parte de Rumania, conocida en ese entonces como Wallachia, y ganó renombre por sus campañas brutales contra las invasiones de turcos otomanos y otros enemigos, dichas campañas incluían el empalamiento de sus enemigos derrotados a la vista del público como advertencia para quienes se atrevieran a desafiar su puesto.

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El guisado Drácula entre dos esferas de polenta.

Por otro lado histórico, la paprika no llegó a Hungría hasta aproximadamente un siglo después de la época de Vlad, y fue llevada por los mismos turcos contra los que peleó. Quizá sus fuerzas sirvieron como barrera, ofreciendo sus vidas para mantener la especia fuera de Europa. Más importante aún, el Empalador también era conocido como Vlad Drácula, y si bien nunca fue acusado de canibalismo, prestó tanto su nombre como su reputación de salvajismo a la creación de Stoker.

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Una comida rumana típica con cordero, papas y alguns vegetales al vinagre.

La relación es celebrada en su casa de la infancia, la cual alberga el restaurante Casa Vlad Drácula, donde ofrecen un menú con temática de vampiros. ¿Qué significa esto en la práctica? Carne, carne y más carne. Los cocineros preparan guisado Drácula, pollo Drácula, filete Drácula, camarón Drácula y así, la mayoría acompañados de salsa roja picante. Los comensales muy hambrientos pueden ordenar una comida Drácula, una mezcla de cinco carnes diferentes servidas con papas y pepinillos. Si lo piensas, los vampiros beben sangre para robar la energía vital de sus víctimas, así que supongo que comer carne de animales muertos no es del todo diferente. La verdad, el menú no es tan distinto al de la mayoría de los restaurantes en Rumania, sólo es extraño en la temática pero no en la comida.

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La ensalada Drácula con una buena porción de prosciutto.

Pedí el guisado Drácula, el cual consistía únicamente de salchichas y pollo, servido entre montoncitos de polenta. Mi esposa, quien no consume productos animales, ordenó una ensalada de la casa, suponiendo que sería una opción segura. Solo para asegurarse, confirmó con el mesero que no contenía quesos. Y la ensalada, de hecho, no contenía ningún queso o productos lácteos de ningún tipo. Pero en cambio sí venía acompañada con una porción generosa de prosciutto.

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Para beber, pedí la cerveza Drácula. El mesero suspiró y me informó que no había tal cosa. Había un vino Drácula en el menú, pero sólo era vendido por botella y no estaba entre mis planes terminar borracho durante la comida. Mejor pedí el vino tinto de la casa, el cual fungía como perfecto sustituto. También había cócteles disponibles —Beso Drácula y Sueño Drácula— así como café Drácula.

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Restaurante 'Casa Vlad Dracul' ubicado supuestamente en el lugar de nacimiento de Vlad el Empalador.

Después de llenarse con sangre renovadora, los comensales pueden pagar una pequeña cuota para visitar las habitaciones de arriba donde supuestamente nació Vlad. Los propietarios han convertido el lugar en una casa embrujada por completo, entras a un espacio oscuro para descubrir a un hombre repentinamente sentado en un ataúd sobre el suelo. Encantador.

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Se pueden encontrar más atracciones sobre Drácula en la ciudad de Bran, al sur de Sighisoara, en una parte aún más montañosa de Transilvania. La ciudad está dominada por un castillo fuerte e imponente que se erige en la cima de un acantilado rocoso. Aunque el castillo no tiene una conexión comprobada con Vlad el Empalador, se ve lo suficientemente aterrador para servir como el hogar de Drácula según la novela, la pared del acantilado bien podría ser el instrumento narrativo que ayuda a mantener al joven abogado aprisionado dentro del lugar.

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Cerveza Drácula en Bran. No tiene un color muy adecuado.

En la base del precipicio hay un pequeño pueblo de vendedores de cursilerías. Interminables cadenas de salchichas colgadas en los puestos de comida, tentando a los turistas hambrientos. Y dentro de un pequeño restaurante encontré la escurridiza cerveza Drácula. Supuse que debía ser una pilsner cualquiera con colorante rojo añadido, pero los cerveceros fueron un paso más allá. El color provenía de un tipo de jarabe, dejando la bebida espesa y demasiado dulce. Una alternativa vegana al sustento de los vampiros, si quieres verlo así. Todo lo que faltaba era un poco de sal y una pizca de hierro para proporcionar una auténtica copia de la comida favorita de Drácula.