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Día Mundial de la Salud

Este clima loco nos está volviendo locos

Un nuevo informe destaca los efectos del cambio climático en nuestra salud mental.
Soren Hald / Getty Images.

Este artículo se publicó originalmente en Tonic, nuestra plataforma dedicada a la salud y el bienestar.

El cambio climático puede ser una fuerza terrorífica e impredecible. Si has sufrido un huracán o tornado, sabes de primera mano cómo de brutal puede ser la Madre Naturaleza. Pero no hace falta llegar tan lejos ni es una exageración considerar que el cambio climático guarda cierta relación con el estrés, la depresión y la ansiedad, exactamente lo que se explica en un informe de la Asociación Estadounidense de Psicología y ecoAmerica.

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El informe pone énfasis en la desigualdad y describe el problema a tratar: vemos el cambio climático por sus problemas potenciales en la salud física (por ejemplo, la pérdida del hogar después de una inundación, agua contaminada después de un temporal, golpes de calor después de las temperaturas extremas o una baja calidad del aire que propician alergias y asma), pero sus efectos son de un alcance muy superior a eso. La climatología extrema y los desastres naturales provocados por el cambio climático que causan lesiones, muertes y daños materiales pueden conducir a un estado de ira o de conmoción, a trastorno por estrés postraumático y al abuso de drogas. En los niños puede ser especialmente duro, ya que son más vulnerables que los adultos ante este tipo de fenómenos climatológicos. Además, les afecta la salud mental de sus cuidadores o el separarse de ellos. También podrían tener que cambiar de escuela, lo que resulta desestabilizador.

Aparte de los acontecimientos como las inundaciones, las tormentas, los incendios descontrolados y las olas de calor, los efectos a largo plazo del cambio climático también pueden afectar a la vida de las personas. Tanto las temperaturas variables como el nivel elevado del agua y las inundaciones afectan a la agricultura, a la seguridad de poder comer y a la habitabilidad, lo que puede implicar migraciones forzadas porque la gente ya no puede vivir segura en sus hogares o han perdido su empleo, como la gente que trabaja en granjas, los pescadores o en la industria del turismo. El estrés causado por la climatología extrema o los patrones cambiantes del clima pueden también afectar al sueño y a la inmunidad, y una salud física comprometida puede acabar, como imaginarás, causando más estrés.

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La climatología extrema y los desastres naturales provocados por el cambio climático pueden conducir a un estado de ira, a trastorno por estrés postraumático y al abuso de drogas

En 2016, los habitantes de la isla de Jean Charles, en Louisiana, fueron los primeros refugiados climáticos de los Estados Unidos; la mayoría de sus habitantes pertenecen a la tribu biloxi-chitimacha-choctaw y se les ha asignado un subsidio federal de 48 millones de dólares para reubicar a los habitantes fuera de la isla, que se está hundiendo poco a poco. Las comunidades indígenas podrían ser más vulnerables a los efectos del cambio climático sobre la salud mental porque con frecuencia viven en zonas geográficamente peligrosas y dependen de los recursos naturales para su sustento. Las comunidades de color también tienen un riesgo mayor por la infraestructura obsoleta de sus lugares de residencia, y posiblemente por tener tasas más elevadas de problemas de salud y servicios de ayudas sociales más débiles.

"Son efectos en los que no piensa mucha gente", dice la autora principal, Susan Clayton, profesora de Psicología y de Estudios Medioambientales en la universidad de Wooster, en Ohio. Abordar este hecho no solo podría ayudar a los profesionales de la salud mental a prepararse para ofrecer ayuda a sus pacientes, sino que también beneficiaría al público en general.

"El cambio climático con frecuencia se ve como algo muy lejano y que no nos afectará a nosotros ni a la gente que conocemos", dice. "Esperamos que prestar más atención a sus efectos sobre el bienestar psicológico haga que el cambio climático tenga una mayor relevancia personal".

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¿Por qué deberías prestar atención? El hecho de escuchar únicamente las experiencias de los demás puede incrementar los niveles propios de miedo, y el aumento resultante del estrés puede suponer una carga mental. El informe señala: "Se experimenten directa o indirectamente, los agentes causantes del estrés en nuestro clima se traducen en una peor salud mental que puede conducir a la depresión y la ansiedad. Escuchar las experiencias negativas de los demás puede ser perjudicial, igual que los miedos (fundados o infundados) sobre sus propias vulnerabilidades potenciales".

"El cambio climático con frecuencia se ve como algo muy lejano y que no nos afectará a nosotros ni a la gente que conocemos"

"Uno de los elementos clave del cambio climático es la incertidumbre. Sabemos que el clima está cambiando, pero no sabemos exactamente cuáles serán sus efectos, cuándo pasará y quién se verá afectado", explica Clayton. El miedo a lo desconocido puede empeorar mucho las cosas. Tus pensamientos pueden oscilar entre el "todo irá bien" a ideas que son más apocalípticas, explica.

Pero hay cosas que se pueden hacer para disminuir el estrés, como elaborar un plan de emergencia doméstico en caso de temporal o de desastre natural y afianzar la relación con los seres queridos para resistir y desarrollar la capacidad de superar las adversidades. También puedes intentar vivir de un modo más respetuoso con el medio ambiente. Caminar, ir en bici o usar el transporte público para ir al trabajo y usar energías limpias son dos hábitos que te ayudarán a sentir que estás aportando tu granito de arena.

"Hacer algo para abordar el problema en vez de esperar a que suceda te hace sentir más en control", dice Clayton. Incluso es más significativo, dice: "Puede aportar a la gente un sentido de relevancia, el sentimiento de que lo que hacen importa. Es un componente importante del bienestar".

Soren Hald / Getty Images