Bradley Smith, el piloto que no sabía cocinar tortillas de patatas
Foto de Mohamad Dabbouss, Reuters

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rico rico y con fundamento

Bradley Smith, el piloto que no sabía cocinar tortillas de patatas

Hablamos con el piloto británico Bradley Smith sobre el MotoGP, sobre la caída del Campeonato de España de Velocidad en manos de los ricos —y sobre sus (nulas) habilidades culinarias.

Bradley Smith nació en 1990 Oxford, en el Reino Unido, pero su interés estaba lejos de la prestigiosa universidad que se levanta a pocos kilómetros de su casa. Hijo de un piloto de motocross, el pequeño Bradley tuvo su primera moto a los seis años… oh, por favor, ¿otra entrevista empezando así? ¡Al mar con la cantinela de la primera moto!

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Para evitar el tedio de preguntarle sobre el circuito que tenía su padre, preferimos hablar con Smith sobre MotoGP (obviamente), sobre su pintoresca vida en Andorra, sobre los problemas que sufre el Campeonato de España de Velocidad… y, ya puestos, sobre su afición casi obsesiva a sacarle brillo a su furgoneta.

¡Hola Bradley! Hace poco se disputó el Gran Premio de Catalunya de MotoGP. En España el motociclismo cuenta con una gran tradición: supongo que cuando se celebran Grandes Premios aquí se nota esa diferencia, ese empuje especial de la afición.

¡Así es! Vivo en Andorra, así que vengo a España muy a menudo. Frecuento circuitos de Supermotard y Motocross, restaurantes, gimnasios… y siempre hay gente que conoce y sigue las carreras de motos. En la vida diaria ya notas ese interés, pero cuando llegas a los Grandes Premios, el empuje de los fans es increíble. En el caso de Mugello se nota la diferencia a favor de Valentino Rossi, pero aquí hay muchos pilotos locales, como Marc Márquez, los hermanos Espargaró, Jorge Lorenzo o Dani Pedrosa —además de todos los que encuentras en las categorías inferiores, claro. Cuando llegas aquí sientes que todos estos pilotos están yendo más rápido de la cuenta, imponen otro nivel. Además, hay que decir que tienen cuatro oportunidades, porque cuatro de las carreras del campeonato se disputan en España.

¿Sientes lo mismo en Silverstone?

Sí, absolutamente. Es muy parecido porque allí estamos Crutchlow, Redding, yo mismo… Me siento realmente bien con el cariño de la gente. Cada uno tiene su propia motivación y la del equipo, pero se nota la presencia de los miles de aficionados que vienen al circuito.

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¿En el Reino Unido hay la misma pasión por las motos que en España o Italia, o quizá se lleva más otro tipo de campeonatos como las Superbikes?

Inglaterra es distinta. Como dices, allí tenemos el Campeonato Británico de Superbikes, que es el torneo nacional, y también el mundial de esta disciplina. Entre MotoGP y Superbikes hay una gran diferencia; si alguien es fan de un campeonato, no suele serlo del otro. Además, también tenemos las TT Series de la Isla de Man, una competición realmente importante para los ingleses. Lo bueno es que hay perfiles muy variados de personas que siguen el mundo de la competición.

Haznos un balance general de lo que está siendo esta temporada hasta el momento.

Estamos cumpliendo las expectativas. Mi objetivo al principio de la temporada era ser el primer piloto con moto satélite y, de hecho, he cumplido hasta el momento y tengo algunos puntos de ventaja respecto al resto. El equipo está muy contento con todo el trabajo porque hemos tenido un comienzo de temporada perfecto y obviamente espero que continúe. Tengo que destacar, por otro lado, que Yamaha me ha dado la oportunidad de participar con la moto de fábrica en las 8 horas de Suzuka. Es un honor increíble poder participar en esta prueba.

Tu andadura en MotoGP —categoría en la que llevas 3 años— siempre ha ido de la mano del Yamaha Tech3, equipo del que ya eras piloto en Moto2. ¿Cómo te sientes en una escudería en la que ya llevas 5 años? Es como si estuvieses en familia…

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Sí, el Tech3 es como una familia. Vivimos todos más o menos en la misma zona y visito a los compañeros muy a menudo. Los mecánicos también están cerca los unos de los otros y comparten mucho, van a comer juntos por ahí o en sus propias casas… Es una verdadera atmósfera de equipo. Los miembros del Tech3 son todos mayores y tienen mucha experiencia. Si me sacas a mí, la media de edad es de 53 años y, gracias a esto, están siempre motivados pero no se estresan nunca. Mi problema es que soy joven y voy siempre revolucionado [lo explica mientras imita el sonido de un motor cortando]. La combinación funciona genial. Llego aquí y todos me conocen, saben cómo voy a reaccionar, mi comportamiento, cómo digo las cosas…En definitiva, cómo funciono. Cuando estás buscando bajar una o dos décimas, estas cosas son las que marcan la diferencia.

Bradley Smith departiendo con uno de los 'júniors' de su equipo, el Yamaha Tech3. Foto de Darren Staples, Reuters.

Espero que cumplamos seis años juntos porque me encantaría seguir en esta escudería la temporada que viene. Parece una locura permanecer en el mismo equipo durante seis años pero estoy disfrutando muchísimo, así que… ¿por qué no?

¿Esto se traduce en una mayor exigencia?

No: nuestro trabajo como piloto implica mejorar siempre ya de por sí. Cada carrera tenemos que buscar nuevas metas. Si no te ves capaz de ir más rápido o de mejorar, estás dedicándote al deporte equivocado. No siento ninguna presión extra, intento mejorar siempre de todos modos, y es más cómodo hacerlo con un equipo al que conoces bien.

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Sobre tus compañeros de equipo… ¿con cual te quedarías si tuvieses que escoger entre los dos que has tenido en MotoGP, con Pol o Cal?

Me quedo con Pol porque llevamos luchando juntos media vida, desde 2005. A partir de ese año hemos coincidido siempre en la pista y eso es algo que a mí me motiva… y supongo que a él también. Tenemos una buena relación fuera del circuito. Cuando estamos dentro la guerra, pero una guerra sana, que es el mejor escenario. Además, lo escogería a él porque es tranquilo a la hora de trabajar; Crutchlow, a pesar de que compartamos idioma, nunca está calmado, siempre va como loco. Han sido dos buenos años trabajando con Pol.

Pol dijo que no podría ser amigo de su compañero de equipo. ¿Piensas lo mismo?

Sí, hay una línea que no puedes pasar. Suena un poco fuerte pero es importante no cruzarla. Tienes que mirarlo y querer "destruirle" todo el rato; si vas a ser amigo de esta persona, la cosa no va a funcionar bien. Hay que ser respetuoso y es aconsejable tener una buena relación, pero siempre con esa barrera.

Smith (aquí, rodando en su Reino Unido nativo) comparte equipo con el catalán Pol Espargaró, con quien mantiene una muy buena relación —aunque sin pasarse, ojo. Foto de Darren Staples, Reuters.

Centrándonos un poco en tus inicios, te seguimos la pista desde tu participación en la MotoGP Academy y en el Campeonato de España de Velocidad (CEV). Antes de estas categorías, ¿dónde competías?

Fui piloto de Motocross en Inglaterra de los 6 a los 14 años. Es algo que me viene de familia porque mi padre y mi tío ya competían. Hice el cambio del 'off-road' al asfalto en 2004. Fui afortunado al ser seleccionado para participar en la MotoGP Academy en 2005 y en el CEV. Para ser honesto, aquel fue un año fantástico. Aprendí tanto como pude y gané las tres últimas carreras. Todavía recuerdo una reunión con Alberto Puig en noviembre en la que me dijo lo siguiente: "No te preocupes, vas a estar en el Mundial el año que viene". Yo le pregunté en qué equipo o con qué moto iba a participar; él me contestó que no le diera más vueltas, que eso pasaría y ya. Fueron unas noticias increíbles pero acabó noviembre y no supe más sobre aquello. Pasó diciembre entero y la mitad de enero y seguía sin saber nada sobre aquella promesa. Me pregunté qué iba a hacer y envié un email, a lo que me contestó: "todo está OK, tendrás un equipo para ti. Vas a participar en el Campeonato del Mundo con el Repsol Honda".

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El Motocross es una buena escuela.

Para mí lo fue. Creo que hoy en día la mayoría de los mejores pilotos de MotoGP o bien han practicado esta modalidad en el pasado o bien la practican en este momento. Aprendes a controlar la moto y a derrapar. Las minimotos también aportan mucho porque aprendes a ir a tope y a cambiar de dirección rápidamente, y eso para las categorías pequeñas está bien. Pero el Motocross te aporta otras muchas cosas que marcan la diferencia.

¿Es más común dedicarse al 'off-road' en Inglaterra? El clima no es el más apropiado para la velocidad.

Allí tenemos una muy buena infraestructura para Motocross e importantes campeonatos de 'off-road'. Es más normal que los pilotos empiecen en esta modalidad. En cambio, no tenemos buenos campeonatos de minimotos u otros como podrían ser PreGP. De hecho, podemos ver como muchísimos pilotos que se quieren dedicar a la velocidad vienen a España.

Como los Randy Mamola o los Wayne Gardner…

Sí, vienen aquí para progresar en su carrera. También hay los que empiezan en 'off-road' y continúan allí hasta que algún día les llega la oportunidad.

¿Crees que el CEV es el mejor paso para acceder al Campeonato del Mundo?

Sí, es o al menos era el mejor camino, especialmente en mi época, más o menos entre 2002 y 2007. Había un nivel altísimo, pero a día de hoy se ha convertido en algo carísimo. Los equipos de MotoGP hacen escuderías para el CEV y utilizan la moto de fábrica del mundial para el campeonato de España, y eso no es justo. Creo que deberían ajustar estos temas porque estamos perdiendo mucho potencial, hay pilotos buenísimos que no llegan por falta de dinero. La gente no se puede permitir pagar 250.000 euros por siete carreras. Por lo que creo que hace siete años sí que era un buen trampolín, pero a día de hoy no lo es tanto porque se requiere muchísimo dinero.

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Smith plegándose para coger mejor la curva en el circuito de Brno en 2014. Mientras tanto, el británico reflexiona sobre la vorágine de codicia que está destruyendo el Campeonato de España de Velocidad. Foto de David W. Cerny, Reuters.

¿Cómo te preparas?

Cada año mi preparación va cambiando porque vamos aprendiendo cosas nuevas. Creo que lo mejor para mí es hacer actividades variadas; viajamos muchísimo, la temporada es muy larga, y necesitas hacer que el entreno forme parte de tu vida diaria. El MotoGP no es cuestión de centrarte en un evento, sino en 18: tienes que aceptar que deberás pasar mucho tiempo viajando… y que a veces no habrá buenos gimnasios en los hoteles pero tendrás que prepararte de todos modos. Es necesario ser versátil y mi estrategia principal es basar el entreno en nadar, ir en bici y correr. También me gusta ir al gimnasio, pero lo que más disfruto es rodar en moto, por lo menos hacer Motocross o Supermotard un par de veces por semana. Está siendo una buena táctica para mí hasta el momento.

¿Siempre disfrutas entrenando?

Pasamos muchísimo tiempo haciéndolo y esforzándonos mucho para estar fuertes y en forma, así que es importante pasarlo bien. Está claro que se sufre mucho y que en muchas ocasiones no es agradable en absoluto, pero se tiene que hacer de todos modos. Si entrenas, tu carrera puede ser tan larga como quieras. Es importante mantener la mente clara para disfrutar lo que hacemos, porque pasamos unos 340 días del año concentrados en este trabajo.

¿Tienes muchos sitios para entrenar en Andorra?

Me encanta Andorra, porque permite seguir un estilo de vida con muchas actividades al aire libre. Estoy acostumbrado a ello porque de pequeño hacía Motocross, sin importar la lluvia o el frío. Es fantástico. Sólo tienes que ser aventurero, y creo que si eres piloto de MotoGP, lo eres un rato. Me encanta hacer rutas con la bici de montaña, practicar el senderismo, o salir con las motos de trial con las que nos perdemos unas cuatro o cinco horas. Cargamos un poco de gasolina y nos vamos por las montañas hasta llegar a zonas altísimas, en las que estamos sobre los 3.000 metros de altura. Es una forma de vivir calmada, sin tráfico, en un sitio en el que viven poco más de 70.000 personas. De hecho, un fin de semana de Gran Premio suele reunir a mucha más gente que el total de la población de Andorra.

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Podemos ver todos estos paisajes y escapadas en tus redes sociales. Compartes fotos, opiniones y todo tipo de comentarios con tus seguidores.

Es una herramienta importantísima. Ahí puedes mostrarte cómo quieres y ser tú mismo, aunque no lo comparto absolutamente todo porque prefiero guardar un poco de privacidad. En este mundo no nos permiten expresarnos como queremos porque se mueve mucho dinero; tenemos muchas empresas y patrocinadores involucrados a los que estamos representando. Es por eso que en las redes estás más liberado de todo esto. Si encuentras un buen equilibro y aprendes a ser simpático a través de ellas, es muy útil.

Gracias a ello podemos conocer lo importante que es para ti limpiar tu furgoneta.

[Ríe] Exacto, me encanta limpiarla… ¡y también cortar el césped!

Por no hablar de tu pésima habilidad con los fogones, como cuando Pol y tú cocinasteis aquellas tortillas de patatas

[Ríe] Somos gente normal, ¡sólo sabemos pilotar motos! Cuando me preguntan qué es lo que sé hacer, respondo que sólo sé pilotar. Ese es mi talento. Para todo lo demás soy muy normal.

Y si no hubieses sido piloto… ¿qué?

Creo que estaría involucrado en algo relacionado con el deporte porque es algo que amo, sin importar la modalidad. Preferiría ser 'coach' o fisiólogo antes que liderar un equipo.

¿Alguna afición destacada?

No tengo ninguno porque no tengo tiempo, pero disfruto mucho paseando con mi perro cuando vuelvo a mi casa de Inglaterra. Así hago algo completamente diferente. Además, también invierto mucho tiempo preparando y organizando los viajes y los vuelos porque soy mi propio asistente. Soy como mi propio jefe y me encanta tener todo planeado siempre.

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¿Tienes algún ritual o hábito especial?

Antes de salir a pista, siempre hago sesiones de calentamiento bastante largas (de 20 a 25 minutos) en las que hago ejercicios de estiramiento y movilidad. Además, siempre me pongo primero el calcetín, la bota y el guante izquierdos. Lo tengo como costumbre, pero nada más allá. Soy piloto de MotoGP, ¡y eso implica que me he caído con todos los calcetines, botas y guantes que te puedas imaginar!

Smith, muy concentrado viendo una película de Terrence Malick… o quizás una carrera de MotoGP, una de dos. Foto de Darren Staples, Reuters.

¿Por qué el número 38?

Es una historia sencilla y a la vez extraña. Cuando era pequeño llevaba el dorsal 88, que también era el de mi padre; pero cuando vine a MotoGP, el 88 estaba reservado sólo para los 'wild card'. Entonces decidí que quería el número 32, que era el que tuve mientras estuve en la MotoGP Academy, porque Casey Stoner, Dani Pedrosa y Toni Elías mantuvieron el dorsal que llevaron allí. Pero resulta que ya había un piloto con él, Fabrizio Lai, así que para solucionarlo hice una mezcla entre los dos: el 3 del 32 y el 8 del 88. Y ha funcionado.

¿Cómo te ves en el futuro?

Con suerte, lejos del 'paddock'. No quiero que el MotoGP y la competición en general sean mi vida entera. Me gusta lo que ha hecho, por ejemplo, Sete Gibernau, quien se ha convertido en un exitoso hombre de negocios al que ya no vemos por aquí. Quiero disfrutar este capítulo de mi vida aquí en el 'paddock', pero cuando se acabe, a otra cosa. Me gustaría dedicarme a otros menesteres en el futuro porque no quiero seguir aquí con 50 años. Intentaré que mis hijos jueguen a tenis o a golf, sería mucho mejor.

¿Estás preparado para la próxima batalla?

Sí, como siempre, motivado al 100% y listo para salir.