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Sexo

Hice mi trabajo de final de grado sobre mi etapa como prostituta

Belén López García hizo su TFG alrededor de las cartas que le enviaban los clientes que contrataban sus servicios sexuales.

Belén López García tiene 25 años y es una chica inquieta. Conocí su trabajo a través de una compañera de carrera que estudiaba con ella y que ahora estudia conmigo. Yo estaba buscando historias impactantes relacionadas con la universidad y esta suerte de amiga común me dijo: "una de mi facultad se prostituyó e hizo su trabajo de fin de grado exponiendo cartas que le enviaban sus clientes". Luego añadió: "tiene un vídeo en Internet haciendo doble penetración con dos negros, ¿quieres verlo?".

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La propuesta era tentadora, pero como nos encontrábamos en una biblioteca pública, decidí rehusar. Eso sí, me quedé con la copla y a los pocos días contacté con Belén para conocer su historia. El juego de Aragne, como ella lo llama, consistía en ofrecer sus servicios sexuales a cambio de una carta escrita a mano inmediatamente después del encuentro y una remuneración económica a escoger libremente.  Esto fue lo que me contó.

VICE: La primera pregunta es obvia, ¿cómo llegaste a pensar este TFG? ¿Tuviste dudas?
Belén: Me interesan muchas cosas, entre ellas la sexualidad. El campo de la prostitución es algo que aún no había explorado. Estaba investigando el gusto como algo socialmente construido. Personalmente, exploraba mis límites del gusto, ampliando horizontes. Además, estaba preocupada por mi situación económica al acabar la carrera, y la prostitución me parecía una buena opción temporal. También estaba leyendo sobre budismo; eso me dio la idea de no poner precio y de dejar la situación abierta a que pagaran lo que consideraran oportuno. Me interesaba mucho dejar que ellos se expresasen en las cartas, que le dieran el sentido que quisieran al encuentro.

¿Fue tu primera experiencia en el ámbito de la prostitución? ¿Habías realizado otros trabajos sexuales (artísticos, pornográficos…) antes?
Sí, fue la primera. Antes había tenido experiencias BDSM con personas que había conocido a través de internet. Hice algunos videos a partir de esas experiencias. "Caliente, picante", en el que me maquillo con salsa de chile los labios y pimienta negra los ojos, y mi amo me lo extiende y me sujeta la cabeza ante la cámara. Otro video compuesto de los fragmentos iniciales y finales de vídeos pornográficos caseros grabados ese año en mi habitación de Cuenca para enviar a otro amo que tuve. Aparte, hice otro video en el que estoy desnuda junto a un arrollo y me cubro con semillas de enea. Este video tiene relación con el movimiento ecosexual de Annie Sprinkle. Al acabar la carrera he seguido explorando este ámbito grabando vídeos para FaKings y otras productoras (conseguí grabar para la serie Public Disgrace de Kink, me encanta esta productora, trabajar con ella era uno de mis objetivos). También he trabajado en un peepshow en la calle Montera en Madrid y en el Hospital Bar de Casa Rosso en Amsterdam (un bar de poledance y lapdance)

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¿Cómo compaginabas tus estudios, tu vida universitaria, con esa otra faceta?
Cuando estudiaba no me dedicaba a la prostitución. Muchos de mis trabajos artísticos tenían relación con mis relaciones y experiencias afectivosexuales.

Dado que era tu TFG, imagino que lo llevabas abiertamente con tus compañeros y profesores. ¿Encontraste alguna nariz arrugada, alguna ceja arqueada?
No, a mucha gente le llamó la atención pero ningún profesor o alumno se mostró contrario. A algunos compañeros les parecía peligroso, pero les expliqué que lo tenía todo cubierto. Siempre había alguien que sabia exactamente dónde estaba (tenía los encuentros en domicilios u hoteles).

¿Crees que esa comprensión hubiera sido posible en otra carrera menos creativa y aperturista que Bellas Artes?
La prostitución también se estudia desde la sociología, la antropología y otros campos. Creo que en un ambiente universitario, en el que se abordan los temas desde un punto de vista crítico, no hay cabida para la censura. Si un proyecto tiene sentido no te lo van a echar para atrás.

¿Cómo fueron los encuentros con los clientes?
Cada encuentro fue diferente. Las condiciones que establecí daban pie a que cada persona lo interpretase a su manera.

La única experiencia desagradable fue la primera: tuve un encuentro con un chico que hablaba de las mujeres como objetos y de las personas en general como medios. Pasé con él mas de 12 horas y metió en el sobre 2,18 euros. Conmigo fue muy simpático, pero me resulto muy duro ver como hablaba de sus relaciones y de otras personas. También tuve un encuentro sexual rápido con un chico, no hablaba mucho ni quería nada especial. Escribió una carta muy corta y no metió nada en el sobre. Otro parece que se "enamoró" de mí, pero no era muy claro expresando lo que quería. Tuve una conversación agradable con un chico que tenía algunas dudas sobre su sexualidad; me dijo que sólo quería hablar. Otro de los encuentros fue como sumisa con un hombre casado. Me preguntó varias veces si lo hacía por voluntad propia y me dijo que era la primera vez que pagaba por sexo. Era muy celoso con su intimidad, cuidaba mucho lo que me decía, pero luego en la carta escribió mi nombre real en vez de Aragne. Puso "sumisa=Belén". En otra cita en la que era domina mi sumiso era un estudiante al que no le gustaban las fresas. Me pidió que las introdujéramos en la sesión. Fue muy interesante. Él era muy simpático, después del encuentro mantuvimos el contacto. Además de como Aragne me conoció como Belén. Tuve dos citas con un hombre muy agradable. Me contó que a veces, cuando viaja por trabajo, contrata estos servicios, siempre con chicas independientes. Otra de las citas como domina fue con un sumiso que me dejó hacerle algunas fotos. Tenía muchos juguetes, fue muy divertido jugar con el.

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¿Qué descubriste sobre ti misma durante la realización del trabajo? ¿En qué medida fue trascendente para ti?
Descubrí que me sentía muy cómoda teniendo este tipo de encuentros. Puedo encontrar el punto a muchas personas y situaciones. La apariencia física de las personas no es una barrera para mí. Descubrí que puedo relacionarme eficazmente con personas de todo tipo, independientemente de lo lejos que estemos ideológica, generacional o culturalmente. Me sirvió para ver que podía dedicarme a la prostitución temporalmente y para ver cómo quería desarrollar este trabajo. Y sobre todo para decidir con qué tipo de personas puedo y no puedo trabajar. Descubrí que para mí es muy duro trabajar con determinadas personas, pero también que con este trabajo puedo hacer amigos y aprender con ellos.

Cuando trabajaba en Madrid, al año siguiente, hice algunos amigos clientes, sobre todo ingenieros, porque grabé unos videos porno en los que me presentaban como "una tímida ingeniera". Para mí lo mejor de la prostitución ha sido conocer a personas interesantes de campos profesionales, ideologías y situaciones muy diferentes, poder establecer con ellos un vínculo y mantener una relación intelectualmente interesante para ambos.

¿Qué nota te pusieron en el trabajo? ¿Cuál fue la valoración del tribunal?
Me pusieron un 6. En el tribunal solo había dos personas (debería haber tres), una de ellas estaba sustituyendo a otra y no se había leído la memoria. Yo no lo presenté muy bien, no es mi fuerte.

¿Cómo es tu vida ahora?
Vivo en Amsterdam con dos gatos y dos amigos, uno suizo y otro irlandés. Tenemos muy buena relación. Trabajo de prostituta de lujo en un club. No tengo horario, trabajo los días que quiero. Utilizo mi tiempo libre para leer (ahora sobre todo sociología, economía y marketing, porque quiero desarrollar una start-up, tengo una idea muy buena y estoy trabajando en ello).

¿Tienes algún proyecto artístico similar al juego de Aragne en el horizonte?
Tengo varios proyectos artísticos audiovisuales entre manos. El más parecido a éste consistiría en grabar una serie de vídeos en los que haya conversación interesante y contacto físico. Me gustaría encontrar personas que quieran contar algo y para las que no sea un tabú mostrar su cuerpo y relacionarse sexual o sensorialmente conmigo (no tiene por qué ser follar). Imagínate algo como el programa Redes, de Punset, pero con contacto físico y afectivo con la persona entrevistada. Quiero hacerlo porque creo que es interesante mostrar encuentros sexuales reales y conversaciones o debates, ya que a mí me encantan ambas cosas.