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Cultură

‘Heil Trump’: la nueva derecha sueña con una América más blanca

Se hacen llamar la derecha alternativa estadounidense, creen en la necesidad de un etnoestado blanco y están entusiasmados con la llegada de Trump.

El pasado sábado, más de 300 personas, sobre todo hombres jóvenes enfundados en trajes ajustados y con modernos cortes de pelo, asistieron a la conferencia Become Who We Are del National Policy Institute (NPI), un laboratorio de ideas en el que queda representado lo más elegante de la derecha alternativa, un movimiento identitario de la raza blanca cuya popularidad y atención mediática han subido como la espuma gracias a la victoria electoral de Donald Trump, para muchos adalid de sus ideales.

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Desmarcada del conservadurismo típico del Partido Republicano, la derecha alternativa dista mucho de ser una organización unificada. Este movimiento, que sirve de paraguas para todo tipo de perfiles, desde troles de las redes a científicos racistas y académicos supremacistas blancos, se regodea en la vulgaridad y el desafío a la corrección política y se vanagloria de su intelectualismo. A corto plazo, sus seguidores apoyan fervientemente las ideas de Trump sobre asuntos como la inmigración y la guerra contra el islamismo radical. A largo plazo, su deseo es el de establecer un "etnoestado" exclusivo para individuos de raza blanca dentro de los Estados Unidos.

El fotógrafo Lexey Swall y el editor de VICE, Wilbert L. Cooper, acudieron a la conferencia del sábado, ese espacio seguro en el que los nacionalistas blancos podían expresar con total libertad ideas que solo suelen aparecer escritas de forma anónima en determinados foros, e incluso pudieron alzar el brazo en un saludo de corte nazi. Esto es lo que les explicaron los asistentes al evento, desde el líder del movimiento y fundador del NPI, Richard Spencer, a la estrella de los realities reconvertida en teórica de la conspiración, Tila Tequila:

Richard Spencer es el hombre al que se atribuye haber acuñado el término "derecha alternativa" y el fundador del NPI. Lo siguiente es un extracto de su discurso:

Nos encontramos ante una elección binaria: luchar o huir, unirnos o morir, resistir o aceptar la derrota. Esa es la situación del pueblo blanco, en estos momentos. Hace dos semanas quizá dijera que la elección de Donald Trump podría reducir la presión a la que está sometida la población blanca de este país. Hoy, en cambio, queda claro que su victoria no ha hecho más que intensificar la oleada de odio e histeria dirigida contra nosotros.

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Los europeos estamos en el epicentro de la historia. Somos, como señaló Hegel, la encarnación de la mismísima historia del mundo. Nadie llora los graves crímenes cometidos contra nosotros. En nuestro caso, se trata de conquistar o morir. Es una carga sin parangón para el hombre blanco, porque el destino está en nuestras manos. Y esto resulta muy apropiado porque en nuestro interior, en la sangre que corre por nuestras venas, como hijos del sol, hay potencial para la grandeza. Es la gran lucha a la que estamos llamados. No merecemos vivir dominados por la vergüenza, la debilidad y la desgracia. No tenemos por qué suplicar la aprobación moral de las criaturas más despreciables que jamás han poblado este planeta. Nuestro lugar está por encima de todos ellos porque ese es el estado natural de las cosas. Como europeos, la normalidad pasa por volver a ser grandes de nuevo. ¡Heil, Trump! ¡Heil, pueblo! ¡Heil, victoria!

Al Stankard, de 29 años, es uno de los asistentes a la conferencia que en internet responde al apodo de Harlem Venison:

Realmente no me considero nacionalista blanco, pero veo el antirracismo como algo distópico que en su momento otorgó el beneficio de la duda al concepto de las diferencias raciales, pero que ahora ha evolucionado hasta convertirse en un dogma opresivo que ha tomado como chivo expiatorio a los blancos, a los que se tacha de racistas. El antirracismo no solo es malo para los blancos, sino para todo el mundo. Tampoco me considero un supremacista blanco, ni me veo como alguien extremadamente inteligente, ni como un WASP ni nada por el estilo. De hecho, en algunos aspectos me identifico más con la gente de color. Sin embargo, sí que creo que hay determinados rasgos que se dan con distinta frecuencia en poblaciones distintas. Creo que este dogma de que todos somos iguales no hace bien a nadie. Por esa razón existen estas políticas culturales desiguales que penalizan a los blancos, provocan la aparición de dobles raseros y son, en definitiva, distópicas.

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Este simpatizante de la derecha alternativa hispano y de Arizona pidió que no le sacáramos la cara ni reveláramos su nombre por miedo a sufrir represalias de los hispanos de su ciudad natal por sus ideales políticos:

Si fueras médico y negaras la existencia de diferencias genéticas entre las razas, te echarían de inmediato por mala praxis. ¿Sabías que el 20 por ciento de las veces el cuerpo de los negros rechaza automáticamente órganos implantados de donantes blancos? Porque no hay compatibilidad genética. También se ve en el desempeño escolar. A mí, sin ir más lejos, se me daban fatal los estudios. Pero no me siento inferior a los blancos. Todo tiene su parte buena y mala. Algo que no sabe la gente es que los europeos de raza blanca tienen el cerebro más pequeño. Pueden ser mejores desarrollando tecnologías, pero no son tan buenos en deportes de contacto como el boxeo porque sufren traumatismos cerebrales con más facilidad… Por tanto, somos inferiores en algunos aspectos y superiores en otros.

Este hombre, adscrito al sijismo, estuvo trabajando de voluntario como asistente de Richard Spencer. Nos pidió que no reveláramos su identidad:

Como representante de una minoría dentro de la derecha alternativa, considero que el etnonacionalismo es importante. Beneficia a todo el mundo, incluso a los que tendrían que marcharse y volver a sus países de origen si se creara un etnoestado en los Estados Unidos. Yo creo que Japón debe ser para los japoneses, India, para los indios y Europa, para los europeos.

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En India, todos los que se gradúan en las mejores universidades se vienen a vivir a Estados Unidos. En Punjab, mi región natal, todo el que tiene un cociente intelectual de tres dígitos se acaba mudando a Occidente. Lo de abandonar su país y venir a otro ya desarrollado suele ser una solución fácil para las élites naturales de estas naciones extranjeras. India está en la situación que está debido a la fuga de cerebros. Yo veo la inmigración masiva actual como el imperialismo del siglo XXI. El mundo occidental se llevó a las personas inteligentes de los otros países, impidiéndoles desarrollarse, y ahora es momento de regresar.

Tila Tequila tiene 35 años y es popular por su actividad en las redes sociales y por su manifiesta simpatía por la ideología nazi:

Me pasé a la derecha alternativa más o menos en 2013, cuando empecé a reflexionar sobre la figura de Hitler. ¡Hitler no hizo nada malo! Yo creo que esto tiene dos puntos de vista. Es innegable que existe una relación entre el auge de Hitler y el movimiento de la derecha alternativa. La nueva derecha no se habría manifestado de esta forma si no se hubiera sentido tan oprimida durante tanto tiempo. Todas estas personas no serían tan extremistas. El pueblo alemán estaba sumido en la pobreza, como lo está la clase media estadounidense. Nuestra clase media ha desaparecido. Todo este movimiento de la derecha no habría ocurrido si no estuviéramos en la situación asquerosa en la que estamos.

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Matthew Tait tiene 31 años y lleva desde los 18 al frente de las políticas nacionalistas en Gran Bretaña:

Existe una diferencia entre la nueva derecha de ahora y el nacionalismo blanco y el conservadurismo de antes. La derecha alternativa es joven y mira hacia el futuro. El nacionalismo conservador de antaño siempre toma como referente una época pasada que la gente recuerda como mejor. Ibas a los mítines y escuchabas las peroratas de un puñado de vejestorios que recordaban lo maravillosa que era la vida en la década de 1950. Eso ya no existe, actualmente. Ahora ha tomado el relevo una nueva generación. Yo tengo 31 años y estoy por encima de la media de edad de este colectivo. Esta gente no quiere volver a los años cincuenta u ochenta. Nosotros queremos mirar hacia delante. Estamos en 2016, no queremos dar marcha atrás. Tenemos una visión distinta del futuro y hemos decidido no aceptar las únicas opciones que nos dan, que son, como dicen en South Park, o una lavativa gigante o un sándwich de mierda. Hemos dicho que no a ambas y hemos creado nuestra propia visión del futuro.

Kevin McDonald es fundador del Occidental Observer, una publicación de extrema derecha a la que a menudo se acusa de antisemita. A sus 72 años, había acudido a la conferencia para hablar del asunto del pueblo judío:

Todos estamos entusiasmados con Donald Trump. Esperamos que durante su mandato se legitimen o normalicen las políticas identitarias del hombre blanco, hasta cierto punto. Somos los únicos que hablamos abiertamente de este aspecto y tenemos el argumentario intelectual necesario para defenderlo. Por otro lado, desde la ADL (la Liga Antidifamación, por sus siglas en inglés) han afirmado que Pepe [la rana] es un símbolo del odio y a Richard Spencer lo han tumbado en Twitter. Por tanto, hay un claro conflicto entre los que pretenden ignorar a la nueva derecha y los que la apoyan.

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J. P. Sheehan tiene 26 años y procede de una familia de liberales. Es presidente del club republicano de su facultad, pero de un tiempo a esta parte, sus ideas políticas se han radicalizado. Este era su primer evento de la derecha alternativa:

Para mí, la derecha alternativa significa mucho más que una manifestación de patriotismo barato. No creo que vaya a sustituir al Partido Republicano, pero sí le va a hacer sombra.

La derecha alternativa tiene la misión de crear un entorno de normalización en el que puedan sentirse cómodos los estadounidenses de origen europeo. No veo por qué no iba a poder constituirse un etnoestado cien por cien blanco en este país, con lo extensísimo que es. Bastaría con que el 80 por ciento de Estados Unidos fuera blanco. Queremos crear un etnoestado porque las sociedades monoétnicas favorecen la cohesión social. Este tipo de estados benefician a todas las razas porque todo el mundo prefiere estar entre los suyos.

Tampoco creo que se vetara completamente el acceso al etnoestado a los no blancos que quisieran formar parte de él. Sería más bien una especie de criba para seleccionar a personas con un alto nivel cultural.

Mucho antes del surgimiento de la nueva derecha en EUA, Jared Taylor ya había escrito y dogmatizado sobre el "realismo racial". Además de ser el editor de la revista nacionalista American Renaissance, se le considera el abuelo del movimiento de la derecha alternativa:

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Las ideas de la nueva derecha van a prosperar porque están basadas en una lectura correcta de la historia de la humanidad, son impecables desde el punto de vista moral y justifican los acontecimientos recientes mucho mejor que los argumentos de la ortodoxia igualitaria. Por eso hay tanta gente que cuando entiende la raza desde esta nueva perspectiva decide no volver nunca a su anterior forma de pensar; se han quitado la venda de los ojos y han visto la realidad de los problemas raciales en la sociedad estadounidense. Además, nuestra ideología ofrece a la gente la perspectiva de formar parte de una nación que realmente refleje sus valores, su raza y el futuro que esperan.

Lucas tiene 23 años y ha crecido en la zona de DC. Actualmente participa activamente en una organización nacionalista llamada Identity Evropa:

La razón principal por la que simpatizo con la derecha alternativa es la del derecho a la autodeterminación de los blancos y de las personas de origen europeo. Para mí ese es el núcleo de la nueva derecha, bajo la que se aúnan personas de todo el espectro político, desde anarquistas a fascistas, con el denominador común de la identidad de la raza blanca, que está desapareciendo en muchos países de Norteamérica y Europa.

Fue increíble ver que Donald Trump ganaba las elecciones. Otra cosa son las especulaciones que hace la gente sobre lo que piensa el nuevo presidente. Yo conozco su discurso y sé que sus actos no están influenciados por motivos raciales, sino culturales, cívicos y patrióticos. Trump no pertenece a la derecha alternativa porque no representa nuestros valores esenciales.

Millennial Woes es el apodo en las redes de este hombre de Edimburgo, responsable de un canal de YouTube de la nueva derecha. Ha decidido no revelar su verdadero nombre porque cree que sería demasiado peligroso:

En términos generales, creo que a la gente le gusta socializarse con los de su propia raza porque resulta menos estresante y confuso para ellos. Esa idea de que la multiculturalidad fomenta una visión más global de las cosas… no la veo mucho. Pensar que blancos y negros pueden estar juntos sin que surjan tensiones es una tontería.

Por eso la población negra está agitada en este país. Y no les culpo; entiendo por qué lo hacen. Yo no odio a los negros; simplemente digo que mi prioridad es mi gente, los del norte de Europa.

Todas las declaraciones del artículo han sido editadas y sintetizadas para mayor claridad y se obtuvieron mediante entrevistas con Wilbert L. Cooper, a excepción de la de Richard Spencer, que es un extracto de su discurso en la conferencia.