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Salud

Medicamentos que generan adicción y destrozan vidas: cuando el remedio es peor que la enfermedad

El científico danés Peter Gotzsche ha centrado sus estudios en investigar los efectos nocivos de los psicofármacos y como su uso reiterado trae problemas graves a medio y corto plazo.

Ilustración de la portada del libro 'Psicofármacos que matan y denegación organizada'. Vía Los libros del lince

Para cada uno de nosotros hay uno o más diagnósticos psiquiátricos esperándonos. No es que nos hayamos vuelto locos, es que los criterios estipulados en el manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales dan un falso positivo incluso en personas sanas.

Así pues, es bastante probable que, acorde con lo que estipulan los manuales, la mayoría de nosotros tengamos TDAH, alguna manía, depresión y, por supuesto, necesitemos tratamiento inmediato. Detrás de ello hay una industria muy potente: la farmacéutica. Una vez más los intereses económicos priman por encima de los sociales.

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Peter C. Gøtzsche, la persona que afirma todo esto, es científico e investigador de la Universidad de Copenhague y estuvo la semana pasada en Barcelona, dando una rueda de prensa sobre su libro, Psicofármacos que matan. Después de la rueda de prensa, nos sentamos durante una hora larga para hablar sobre psicología, diagnósticos, medicamentos perjudiciales para la salud y la contradicción que supone perjudicar nuestra salud y la de nuestros hijos a medio plazo para conseguir una solución rápida a los problemas. Un "pan para hoy, hambre para mañana" médico del que, en su opinión, no se habla por intereses económicos.

Lamentablemente el caso anterior no es únicamente aplicable a los psicofármacos. También, según Gøtzsche, lo es a otros medicamentos, que afirma que han sido diseñados para que la gente se enganche a ellos, crea que no puede prescindir de su uso y, sobre todo, pague. Aunque esa necesidad en algunos casos cobre tintes extremos y, tal y como dice en su libro, "cuando dejas de tomar un fármaco hay terribles efectos de abstinencia que incluso pueden impulsar a cometer suicidios y homicidios".

Es por ello que Gøtzsche se cuestiona por qué recetar medicinas de buenas a primeras cuando son las que te acaban matando. Gøtzsche apunta en sus estudios cómo la industria farmacéutica corrompe a los médicos, revistas y sociedades científicas hasta el punto que la sobremedicación es considerada la tercera causa de muerte en el mundo después de las enfermedades del corazón y el cáncer y, de hecho, opone sus estudios a los de la OMS, que señala a las neumopatías crónicas como la tercera causa de muerte en el mundo.

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El Ritalin es uno de los medicamentos más habituales para tratar el TDAH. Imagen vía usuario de Flickr barbourians

La industria que inventa enfermedades para vender fármacos

No existen psicofármacos con beneficios comprobados y tampoco se conocen los efectos secundarios de algunos. Aun así seguimos consumiéndolos. Según el profesor, hay enfermedades que se inventan para vender medicamentos e incluso se amplían los parámetros de las mismas para que el público objetivo sea mayor y tener más capacidad de ventas, algo que se da sobre todo en los diagnósticos psicológicos.

"Hace más de 60 años apareció el cuento de los supuestos desequilibrios mentales químicos y la industria farmacéutica adoptó el término de inmediato. No he encontrado ninguna investigación que acredite científicamente que un desequilibrio químico es la causa de problemas psiquiátricos. Los psiquiatras más relevantes son conscientes de la gran mentira, pero la gran mayoría persuaden a sus pacientes para que continúen con la medicación", asegura el investigador.

EUA es sin lugar a dudas el país que más gasta en salud. Paradójicamente, nos explica Gøtzsche que es el país donde más mortalidad hay a causa de los fármacos y donde la esperanza de vida se sitúa en el puesto 37 de la cifra global. En España crece año tras año los recursos destinados a la compra de medicamentos. Según datos de la OCU, en 2015 el gasto en fármacos creció el 58% en los hogares españoles, suponiendo un gasto medio de 1.378 euros.

¿Cómo te pueden matar los medicamentos?

Desde homicidios inducidos por antidepresivos hasta pastillas que arruinan tu vida sexual. Sí, hay medicamentos nos matan y Gøtzsche lo resume de esta forma: "Uno de los mayores peligros de las personas con depresión es que se puedan suicidar. ¿Por qué entonces les tenemos que poner en bandeja la pastilla con qué hacerlo?"

Gøtzsche mantiene una actitud muy crítica respecto a estos fármacos. Después de conseguir el acceso a estudios no publicados se dio cuenta que tanto la industria farmacéutica como en ocasiones también los psiquiatras, nos han engañado con sus ensayos clínicos.

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"La solución pasa por tener unos tratamientos basados en la psicoterapia, la empatía y la paciencia. Cuando estos pacientes se sienten respetados y les tratas de una forma humana y no a la fuerza, puedes llegar calmarlos. Si estas personas se dan cuenta de qué les está pasando y pueden decidir sobre qué hacer ante la situación es mucho mejor que actuar sobre ellos como si los psiquiatras fuesen policías", asegura el profesor.

"Está científicamente demostrado que los antidepresivos bajan la libido por lo que provocan un deterioro de la vida sexual, pueden provocar impotencia o falta eyaculación. ¿cómo se pueden llamar happy pills si les destruyen el sexo?"

Gøtzsche añade: "Es increíble como gracias al marketing y a las mentiras nos pueden hacer creer que algunos medicamentos son buenos para nosotros cuando en realidad nos hacen todo lo contrario. Lo más curioso del caso es que algunos medios declinan hablar de ello: pues alguno de sus anunciantes más importantes provienen de la industria de los fármacos".

Anfetaminas a niños con TDAH

Hace unos años los niños con TDAH eran simplemente traviesos. Ahora tienen una supuesta enfermedad que se medica co metilfenidato (un derivado anfetamínico). Aunque hoy en día cada vez hay más padres que no están dispuestos a dar este medicamento a sus hijos y prefieren tener a su hijo real algo movidito a tener un hijo drogado.

"¿Quién drogaría a un niño cada día?", pregunta Gøtzsche. "Es lo que estamos haciendo. Las drogas hacen a los pacientes más agresivos. Todos esos fármacos incrementan la violencia. Los antidepresivos están muy involucrados en muchos asesinatos en América. La gente dice que es porque se los han dejado de tomar. Pero si nunca hubiesen tomado eso nunca hubiese pasado".

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La explicación es sencilla: Cuando dejas de tomar un fármaco hay terribles efectos de abstinencia. El cuerpo está acostumbrado a unos parámetros que, de golpe, son extirpados.

"Las drogas cambian tu cerebro y son las que nos producen un desequilibrio químico. Negamos cómo de peligrosos son los fármacos y la dependencias que nos pueden generar. Es una denegación organizada. Nos estamos convirtiendo en una sociedad drogadicta sin darnos cuenta", asegura.

Estamos acostumbrados a medicar a los niños a los que se les diagnostica el TDAH con anfetaminas para que sean capaces de mantenerse sentados en el pupitre y atentos en clase, en vez de aprovechar ese impulso para que hagan proyectos que les motiven. Se pone la droga en primer plano sin tener en absoluto en cuenta las fatales consecuencias que eso puede tener.

Desde la Federación Española de Asociaciones de Ayuda al Déficit de Atención e Hiperactividad afirman que la medicación es absolutamente necesaria para muchos de sus hijos. Dicen que si hay padres que al principio no quieren medicar a sus hijos es por miedo, pero que después lo agradecen. Aseguran que las técnicas derivadas del psicoanálisis ayudan, pero no son la solución. Su presidenta asegura que en ningún caso la medicación que les dan a sus niños es una droga.

Sin embargo desde varias unidades de rehabilitación neurológica reafirman la teoría de Gøtzsche y enumeran las razones por las que no se deben medicar a niños con TDAH. El debate está abierto.

Gladys Veracoechea lleva 35 años estudiando el tema. Explica que al principio medicaban a los niños pero que luego se dieron cuenta de los beneficios de otras terapias alternativas. "Con la medicalización estamos encubriendo el problema, mientras que trabajando en el origen se puede hallar la solución. Muchos niños tienen problemas visuales, auditivos, en las dinámicas familiares que son los que les provocan esta inquietud. No son niños enfermos, pues no puedes comprobar científicamente que el TDAH existe".

A través del blog Padres con alternativas, su compañera Rocío Uriarte, reune las experiencias de padres que han tratado a sus hijos con terapias alternativas y han logrado con éxito superar este estado. Porque según explica Gladys, tratar los niños con este derivado de las anfetaminas solo enmascara parcialmente la causa que justifica su comportamiento.

"Estar triste porque ha muerto alguien, te ha dejado la pareja o tienes una mala etapa en tu vida no es una enfermedad", asegura el científico danés Gøtzsche. "Algunos nos han hecho creer que sí lo era para intentar ganar dinero con ello. Por eso escribo libros. Intento que la gente sepa la verdad. Toda la verdad".