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ELLEN, 23, INGLATERRA
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ROB, 16, CALIFORNIA
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La iglesia a la que asistía mi familia también era extremadamente conservadora y se parecía mucho al programa cooperativo. También son conocidos por sus medidas anti-LGBT y se han dedicado a recolectar firmas para detener las leyes contra la discriminación LGBT. Teniendo esto en cuenta, tuve cuidado sobre a quién le contaba.Alrededor de esa época, el reverendo de mi escuela me sermoneaba constantemente sobre qué tipo de música no debía escuchar y qué tipo de ropa no debía vestir. Me dijo que fuera "hombrecito" y que actuara como la persona que Dios quería que fuera. Incluso me hizo tomar "sesiones de terapia". Me dijo que "rezara para quitarme lo gay" y yo accedí, no porque lo creyera, sino porque pensé pondría un alto a todo esto. Cerca del final de estas sesiones, me escapé y estuve muy cerca de terminar con todo en ese instante. Mis padres estaban en mi contra, todos mis amigos de la iglesia estaban en mi contra. Me sentí miserable como nunca antes me había sentido. Después de un mes de asistir a las sesiones, sin embargo, todo el mundo pensó que me había curado.Así que creé una cuenta de Twitter para hablar de lo que estaba atravesando. Me ayudó bastante tener un medio para expresar mis sentimientos sobre ser gay y también un lugar donde pudiera salir del clóset.Un día recibí un mensaje de texto de mi madre que decía que asistiría a una reunión con la escuela. Le dijeron a mi madre que habían revisado mis redes sociales y que habían encontrado indicios de que era gay. En mi Facebook decía que me gustaban los hombres. Me expulsaron de la escuela. Dijeron que no se trataba de odio, sino de su política: que no podía ser gay y asistir a esa escuela. Su única excusa fue que lo estaban haciendo por amor y por mi propio bien. Mis padres estaban totalmente de acuerdo en que me hubieran expulsado por ser gay ya que son anti-LGBT.En realidad no hay un final feliz para esta historia. Estoy en otra escuela, con la esperanza de graduarme para poder asistir a la universidad. Es una lucha constante, pero muestra que aún hay discriminación hacia las personas LGBT; nadie debería ser expulsado de la escuela por ser gay. Estoy harto y cansado de que la sociedad me reprima por ser yo mismo. Quiero que los niños sepan que existe más gente como ustedes y que las cosas mejoran.VICE cambió algunos nombres para proteger las identidad.El reverendo de la escuela me dijo que fuera 'hombrecito' y que 'rezara para quitarme lo gay'.