Boi a escucharlo

Fotos por Matthew Leifheit.

Era un día de junio y estaba yo sentada en un pequeño café francés en el corazón de Harlem, Nueva York, esperando al rapero Le1f. En una televisión encima de la barra, un noticiario local reportaba los terribles hechos de la noche anterior: durante una misa en la Iglesia Episcopal Metodista Africana Emanuel en Charleston, Carolina del Sur, un hombre blanco estuvo toda una hora platicando con los devotos negros para después asesinar a nueve en un acto de terrorismo supremacista. A mi alrededor sólo algunas personas ocupaban las mesas cubiertas de manteles y papel kraft. El ambiente en el restaurante contrastaba con los eventos narrados. La mayoría estaba demasiado ocupada como para interesarse en las noticias.

Cuando finalmente apareció Le1f (como cualquier estrella en ascenso, llegó casi una hora tarde), me preguntó cómo estaba en un tono que parecía aludir a los eventos de la noche anterior: un acto de violencia no sólo contra aquellos devotos inocentes, sino contra toda la comunidad negra.

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—Todo está muy loco —dije.

—Yo estoy tratando de mantenerme al tanto —contestó Le1f.

Para muchos estadunidenses negros la iglesia es un segundo hogar. Para mí lo era y también para Le1f. Nuestra conversa – ción sobre la masacre de Charleston de inmediato derivó en el papel de la religión en la comunidad afroamericana. Le1f, cuyo nombre real es Khalif Diouf, es hijo de padre musulmán y madre metodista. A pesar de que creció cerca del Alto Manhattan, en realidad pasaba el verano en Yemassee, Carolina del Sur, un pueblo de menos de mil habitantes en la parte sur del estado, a más o menos una hora de Charleston. A pesar del pequeño tamaño de la ciudad y la falta de cosas que hacer bajo el terri – ble calor, Yemassee se convirtió en una gran influencia en su crecimiento personal. Más del 50 por ciento de la población es negra y, como lo único que se puede hacer allí es ir a la iglesia, Le1f se la pasaba montando numeritos con su prima Ebony: con las envolturas de los regalos de Kwanzaa 1 hacían faldas hawaianas y otros disfraces. “Es lo único que podías hacer allá”, dijo, “montar shows e ir a la iglesia”.

Fue en esa iglesia donde tuvo su primera inclinación por cuestionar el mundo que le rodeaba. No entendía la necesidad de vestirse bien para “escuchar historias” ni por qué tantos estadunidenses negros practicaban el cristianismo. “¿Por qué seguimos las reglas de alguien que siguió a alguien que siguió a alguien que tradujo algo y que luego se lo enseñó a nuestros ancestros en un barco de esclavos?”, preguntó.

El cuestionamiento y reflexión de Le1f sobre estos asuntos podrían sorprenderle a alguien que no haya escuchado su música atentamente. A pesar de estar llenas de beats pegajosos tipo antro, sus canciones siempre han hablado de política. Su álbum debut, Riot Boi, 2 que sacará XL Recordings en otoño, incluye algunos de los productores de música electrónica más grandes del momento (SOPHIE, Evian Christ y Dubbel Dutch), al tiempo que ataca problemas como la discriminación a las personas trans y la injusticia racial. “Todavía quiero hacer la música que quiero escuchar. Todavía quiero hacer canciones de Rich Homie Quan y Beyoncé. Sólo que quiero que hablen sobre otras cosas”, dijo. Sus canciones hacen que la audiencia se enganche con el beat y así poder conectar con el mensaje de fondo. Su voz es baja y su flow, rápido, como un Busta Rhymes de vanguardia. Su sonido es sorprendente no sólo por su rapidez, sino también por su voz grave, ya que la mayoría de raperos populares contemporáneos como Drake, Kendrick Lamar o Young Thug operan en un rango vocal más alto.

Le1f obtuvo reconocimiento en 2009 como productor gracias a canciones como “Combination Pizza Hut and Taco Bell” de Das Racist. La canción era boba y memorable por su letra, pero también por su producción. El beat era pegajoso, con una variación que se iba creando poco a poco con samples mezclados y manipulaciones vocales. Los sintetizadores eran duros y raros, un sonido que pronto se volvería característico de Le1f. El track salió en un periodo de transición para el rap y la electrónica, las cuales no estaban en los niveles en los que han estado en los últimos cinco años. Las primeras producciones de Le1f fueron precursoras de la estética musical progresiva que hoy en día domina a ambos géneros.

No fue sino hasta tres años después que Le1f se hizo rapero gracias al lanzamiento de su mixtape, Dark York, en 2012: una época en la que se estaba conformando una nueva clase de can- tantes negros de vanguardia, muchos de los cuales eran queer. Azealia Banks, Mykki Blanco y Zebra Katz habían captado la atención por sus sencillos líricamente densos e imágenes más complejas y personales que iban contra las construcciones de género. En “Wut”, el sencillo viral del mixtape, producido por 5kinAndBone5, Le1f rapea “I’m getting light in my loafers”,3 lo que rápidamente le valió la etiqueta de “rapero gay”. Aunque a Le1f nunca le ha apenado hacer explícita su sexualidad en la música, éste ha sido un término limitante que le pide que coloque primero su sexualidad sobre su trabajo y que intenta distinguirlo del rap mainstream.

Le1f es gay y rapea sobre ser gay, pero no es un rapero gay. El “rap gay” por el que Le1f se ha hecho famoso es hasta ahora más complejo de lo que el término le permite. Se centra más bien en desafiar al poder, la destrucción de la mirada masculina y la fetichización que los hombres blancos hacen de su cuerpo negro. El video de “Wut” es un festín visual de cuerpos: jóvenes blancas y negras con tenis y tacones, Le1f bailando y haciendo caras con shorts que parecen haber sido bañados en ácido. Uno de los cuerpos más intrigantes es anónimo: un hombre blanco con shorts negros y una máscara de Pikachu sentado tranquilamente en una silla. Su musculoso cuerpo está lleno de aceite. Le1f se sienta en sus piernas mientras rapea frente a la cámara: “He really wanna cuddle / The fever in his eyes, he wanna suckle on my muscle / He wanna burst my bubble and see what’s in my jungle / A Christopher Columbo fumbles, how’s that cookie crumbled?”4 La escena es poderosa. Vemos a un Le1f totalmente vestido asumir la posición de poder. Su cuerpo negro, típicamente objeto de burlas, es más bien el que controla la mirada. En la canción habla de la mirada blanca; en el video, la elimina. Le1f usurpa los lugares comunes (el hombre blanco masculino como representación de la homosexualidad, la heterosexualidad extrema del mundo del hip-hop) y nos trae algo nuevo y radical. Una parte de su canción “Hey” ejemplifica este firme compromiso para representar una posición tan frecuente- mente ignorada: “Ask a gay question / Here’s a black answer”.5

Chaqueta de Orvis; playera de Import Export Newport; pantalones, zapatos y sombrero de pescador de Le1f.

Con Riot Boi Le1f está ampliando su compromiso de hacer música que aborde problemas complejos. “Tenía una lista de temas en Google Docs desde los 16. Como una lista de problemas sociales, bueno, no problemas sociales, sino cosas de las que quería hablar”, me dijo. Para Le1f fue natural que todas estas cosas se combi- naran en un solo álbum. “Definitivamente el tema es saber lo que pasa en tu mundo y respetarlo. Es una grabación a favor de los transexuales y del movimiento Black Lives Matter”,6 agregó.

Después de un año Le1f pasó el álbum a su propia disquera. “Fui todo un esnob”. Pero la indecisión tenía su razón: estaba acortando 20 tracks para hacer un disco digerible que causara sensación tras varios años de haberse ganado una reputación en internet y en el underground.

Después del almuerzo, Le1f pidió un taxi para que nos llevara a su barbería. Al día siguiente iba a estar en el Firefly Musical Festival en Dover, Delaware, y quería que le arreglaran el corte antes de salir de la ciudad esa misma tarde. El espacio era como cualquier otra barbería de negros. El piso estaba lleno de cabello recién cortado y las sillas estaban ocupadas por varios hombres, tanto jóvenes como viejos.

La peluquera de Le1f era la única trabajadora mujer. Empezó a ir con ella por sus habilidades de estilismo, pero la seguía viendo por lealtad. Se sentía en parte responsable de que ella hubiera perdido su trabajo en otra barbería. En una ocasión en la que ella no estaba, otro hombre le cortó el cabello y a la siguiente insistió en que Le1f era su cliente. “El güey ése, era como el jefe o gerente, le decía ‘perra’ y ‘lencha’ y ella estaba como: ‘Hoy no’”. Ella salió del lugar y Le1f la siguió. Sintió que era necesario apoyarla después de que hubiera sido “despedida por cuestiones homofóbicas”, como lo puso Le1f.

Después de su corte, Le1f y yo fuimos al departamento que comparte con su mejor amigo, el pintor y rapero DonChristian ones. A pesar de su creciente fama, Le1f, Jones y su otro compañero de cuarto viven como muchos otros jóvenes. Su departamento es oscuro, angular y extrañamente relajado. Como está en la planta baja, el ruido de la ciudad, una sinfonía de sirenas de ambulancia y peleas amistosas entre vecinos, se filtró por las ventanas y se insertó en nuestra conversación. Le1f y Jones parecieron no notarlo.

Ambos se conocieron en la Universidad Wesleyana de Connecticut. Jones estudiaba pintura y Le1f, ballet y danza moderna. Había bailado desde los cuatro años, cuando empezó a ensayar con el Dance Theatre of Harlem. En la preparatoria dejó ese programa para asistir a Concord Academy, un inter- nado en Massachusetts. Aunque el Dance Theatre le había dado una fuerte formación dancística, se fue porque quería “estudiar más que sólo ballet”.

“No había espacio para, no sé, cuerpos”, me dijo sobre la estricta adhesión del programa a las formas clásicas. No te- nían esta idea de que los cuerpos son capaces”. Así que siguió estudiando danza en Weseleyana. Él y Jones vivían en Eclectic House, una residencia para músicos y artistas universitarios. Empezó a hacer beats para fiestas. “Siento que tengo oído para la producción, seguramente mejor oído que para otras cosas”, dijo. No aprendió coleccionando melodías, sino descargando samples para luego juntarlos de manera arbitraria y borrar las notas “feas”.

Después de la escuela regresó a Nueva York y se dedicó a la música. A pesar de que sus estudios se concentraron en la danza, él sabía que quería hacer algo con la voz. “Tomar clases de danza contemporánea en la prepa no te lleva a hacer buenos raps”, bromeó. Sus esfuerzos académicos y de produc- ción coreográfica fueron el verdadero punto de partida en su transición al rap. La danza, y el movimiento mismo, sigue siendo parte central del trabajo de Le1f. Ésta informa lo que es ser un individuo que escucha su música. Se trata de cuerpos “inherentemente capaces”, que tienen derecho de hacer lo que quieran, donde sea y sin importar lo que otros consideren normal o aceptable.

Los sueños musicales de Le1f en realidad comenzaron en su adolescencia cuando escuchó el disco debut de Dizzee Rascal, Boy in da Corner. Cuando salió el segundo álbum de Dizzee, Showtime, él buscó a su disquera, XL Recordings. En su página web encontró una lista de sus artistas, incluyendo a una joven rapera londinense M.I.A. “Fue el verano de mi vida”, afirmó sobre haber descubierto a M.I.A. y el video de su primer sencillo, “Galang”. “Fue ahí cuando decidí que sería un cantante así”. En M.I.A. encontró una artista que transformaba el hecho de hablar de problemas sociopolíticos en algo cool. Creo que es más efectivo ponerlo por debajo del agua”, dijo Le1f.

Como él casi siempre está de gira, su cuarto es un desastre; aún está lleno de bolsas de plástico con ropa gracias a la plaga de chinches que tuvo el tercer compañero de cuarto. (En uno de los tracks de Riot Boi rapea: “My room’s a mess because designers keep on giving me things”).7 El cuarto de Jones es- taba lleno de ropa, zapatos y restos de mota, pero estuvimos un rato allí en lo que se preparaba para Delaware. Le1f le dio un jalón a un churro. Al lado de un montón de ropa había una pila de lienzos enrollados que eran parte de la tesis de Jones. Me mostró varias pinturas de óleo en las que salían amigos suyos mientras escuchábamos un playlist de remixes y versiones originales de artistas contemporáneos como Dre Green. Jones guardó su mejor lienzo para el final: una pintura de óleo y acrílico casi de tamaño real de Le1f titulada Bitches Say I’m Tacky Daddy.8 En ella, Le1f se ve más joven, con una cara y cuerpo más delgados, pero su esencia es la misma. Tiene una mano en la cintura y la otra al aire descansando sobre su hombro. Usa un tank top colorido y sus ojos miran fijamente, penetrando con determinación. Podías ver todo su estilo en esa mirada.

Collar de Jenny Holland, playera térmica vintage, pantalones vintage de Versace.

La tarde de su concierto en el Firefly Music Festival, Le1f ignoró casi por completo el agua embotellada y las bandejas de fruta en la pequeña carpa al aire libre que funcionaba como green room improvisado. En lugar de eso compartió un porro con Jones y Javas Ganguly, alias DJ Javascript, un viejo amigo. El gallo fue el primer paso en el ritual de preparación para el show de Le1f, el cual también incluye estiramientos de calentamiento.

“Hago más estiramientos que entrenamiento vocal. Estoy aprendiendo a actuar sin parecer bailarín”. Un grupo de veinteañeros que trabajaba en la organización del concierto observaba, primero riendo, luego en silencio, mientras Le1f cruzaba los brazos detrás de sus piernas, se paraba y arquea- ba la nuca. Dejó que su suave rostro sintiera la brisa y los rayos de sol que se asomaban por el nublado cielo. Luego dejó que sus brazos colgaran para después saltar, listo para tomar el escenario.

Para la presentación, Le1f traía botas negras, desgastadas y llenas de lodo y un jumper negro hecho de tela de traje de baño que le llegaba justo arriba de las rodillas. En la cabeza traía una gorra hermosa y exageradamente adornada que escondía su nuevo corte. La gorra tenía rosas de tela e hilos azules que colgaban a los lados de su rostro. El atuendo para el escenario estaba diseñado para moverse, y el movimiento es la columna vertebral de la vida como intérprete de Le1f. “Para mí la función es: ¿Acaso tengo la habilidad de moverme como quiero y de bailar como quiero? Cualquier cosa que hagas mientras alguien te ve es un performance. Si mueves el cuello frente a alguien, eso es un performance. Si usas algo, es un performance”.

Para su presencia en el escenario Le1f toma inspiración de artistas como M.I.A. y Grace Jones, cuyo temerario desempeño físico las hizo icónicas al instante. La figura de Jones, su fuerte y delgado cuerpo atlético y la forma en que se desenvuelve tanto en el escenario como en el mundo, informan sobre su propia maestría. “El hecho de que tu cuerpo sea real, que tenga una forma, un color, una textura y que las telas también lo sean, ya sabes… siento que es algo tan importante que influyó en la moda y en la manera en que me visto y cuando estoy en el escenario”.

Grace Jones fue una piedra angular para Le1f de una forma diferente: por su hermosa piel caoba. “Siento que hay personas (como las celebridades) que crean un look atractivo: no con la ropa, sino con su estructura facial, su complexión, su raza, su maquillaje genético. Lo que hacen es hermoso. Y yo creo que eso es lo que Grace Jones hizo”. Una canción de Riot Boi producida por Evian Christ, “Grace, Alek, or Naomi”, celebra a las mujeres negras como Jones: Alek Wek, Naomi Campbell, Ataui y Ajak Deng. La canción es una alabanza a la belleza de estas mujeres, pero también a la suya.

“Umami”, otra nueva canción, alaba a otra mujer negra: la artista y DJ Juliana Huxtable. Amiga de Le1f, Huxtable nació intersexual y se le asignó el género masculino al nacimiento. “I like that she’s cool cuz she loves her body”,9 rapea. Para el video, Le1f espera contar con varias mujeres transgénero fa- mosas, como Huxtable, la modelo y actriz Hari Neg y la artista Kia LaBeija, posando como personajes de pinturas clásicas.

Mientras que Le1f cantaba estas nuevas canciones en el escenario, el público empezó a agrandarse. Cuando empezaron los beats de un nuevo track llamado “Koi”, un adolescente con un jersey del Dream Team del ’96 corrió hacia el escenario. Aunque la canción aún no ha sido lanzada, ya ha ganado seguidores gracias a los breves clips que Le1f ha posteado en su cuenta de Instagram. “Ésta va a romper madres”, me dijo DonChristian Jones tras bambalinas. “You wanna get to know me/Wannabemyhomie/Ijustcametoparty/Notherefor you boy”,10 canta Le1f. La canción, producida por DJ SOPHIE de PC Music, es una extraña mezcla de pop y electrónica. “Es sobre un tipo”, fue todo lo que Le1f dijo sobre ella.

Le1f, el intérprete, en todas sus manifestaciones (como rapero, bailarín y artista) es un éxito. “Koi” ejemplifica esto. Le1f bailó por todo el escenario, dio vueltas, desfiló y tomó el micrófono como si la siguiente palabra fuera más importante que la anterior. Ver su performance es ver gracia, furia y pasión en acción. Era hipnotizante y vigorizante. La audiencia también sentía el poder mientras brincaba y aplaudía con el beat, que quizá sea lo mejor que SOPHIE ha producido hasta la fecha. Como con cualquier otra buena canción de PC Music (o sea, cualquier buena canción pop), sabes lo que es bueno cuando lo escuchas.

Sin embargo, no creo que SOPHIE merezca todo el crédito. Un beat se convierte en una canción con el toque correc- to, ya sea con la producción, la interpretación o la letra. Específicamente con “Koi”, y en general con Le1f, vemos cómo todos estos elementos se juntan. Nunca olvidarás cómo se ve, quién es o qué dice. Y en estos momentos el mundo necesita más figuras como ésa.


1. Celebración afroamericana que inicia justo después de Navidad y termina en Año Nuevo. [N. de la T.]

2. Boi es un término para referirse a lesbianas y gays andróginos, por lo tanto el título del disco es algo así como “Boi Disturbio”. [N. de la T.]

3. Expresión idiomática para decir que es homosexual. [Todas las notas son de la T.]

4. “Él quiere arrimarlo / Tiene fuego en los ojos, quiere chuparme el músculo / Quiere tronar mi burbuja y ver qué hay en mi selva / Un Cristóbal Colón balbucea: ‘¿Así quieres que sea?’”

5. “Hiciste una pregunta gay / Aquí tienes tu respuesta negra”.

6. Black Lives Matter, que en español significa “las vidas afroamericanas importan”, es un movimiento popular activista que denuncia las agresiones policiales contra los afroamericanos.

7. “Mi cuarto es un desmadre porque los diseñadores me dan cosas”.

8. “Las perras dicen que soy un guapo naco”.

9. Me gusta que sea cool porque ama su cuerpo”.

10. “Quieres conocerme / Quieres ser mi hermano / Yo sólo vine a fiestear / No por ti, niño”.