¿Borrar al Che de la Universidad Nacional?

El martes 1 de marzo, Juan Carlos Rubiano, un estudiante de octavo semestre de Ciencias Políticas de la Universidad Nacional, envió un derecho de petición al rector de la Universidad, el señor Ignacio Mantilla, solicitándole convocar una consulta virtual para que estudiantes, profesores y trabajadores de la institución decidan si quieren seguir viendo el rostro de Ernesto “El Che” Guevara pintado en el respaldo del Auditorio León de Greiff.

La imagen ha identificado a la plaza principal de la Universidad desde los años 80, cuando algunos estudiantes removieron la estatua de Francisco de Paula Santander, pintaron el rostro del líder revolucionario argentino y rebautizaron extraoficialmente la plaza en en honor al Ché. Emblemática y todo, cabe anotar que la cara de Ernesto ya había sido borrada de la plaza en agosto de 2005.

En esa ocasión, fue retirada a causa de una demanda interpuesta por el también estudiante Édgar Eduardo Manrique Muñoz, quien apeló a la protección de los derechos colectivos al patrimonio público y cultural de la Nación para solicitar que se borrara la imagen. Entonces, la medida fue rechazada por el grueso de los estudiantes de la universidad, quienes se reunieron el viernes siguiente para repintar la imagen. Eventualmente, la demanda fue rechazada por el tribunal y el Che (uno más estilizado) se quedó en su lugar.

El propio Juan Carlos Rubiano ya le había pedido a la Rectoría, a través de un derecho de petición, que borrara la imagen del Che en el año 2014. “Esa vez la Rectoría negó mi petición alegando que una decisión de esa magnitud debía tener algún tipo de respaldo democrático”, me dijo Rubiano esta mañana por teléfono.

Es por eso que, en esta ocasión, se limitó a pedirle a la Rectoría que convocara una consulta para que sean los tres estamentos de la universidad quienes decidan acerca de la permanencia de la imagen en la plaza principal del campus. Según Rubiano, la presencia de una imagen del Che Guevara en la plaza principal de la Universidad hoy en día resulta anacrónica y no representa adecuadamente a todo el espectro político qué existe en la comunidad universitaria.

Durante las últimas semanas, el tema de las imágenes en los muros de la Universidad Nacional ha causado polémica entre sus estudiantes. El viernes 26 de febrero un grupo de estudiantes apagó una fogata que había sido encendida como parte de una fiesta que tenía como pretexto repintar la imagen del sacerdote guerrillero Camilo Torres (como una celebración tardía de la “semana camilista”, en la que se conmemoraban 50 años de su muerte) en la fachada de la Biblioteca Central. El incidente condujo a un enfrentamiento entre dos grupos de estudiantes: los que pintaban y los que consideraban impropio tener una fogata encendida en horas académicas.

A pesar de no haber pasado a mayores, el incidente evidenció la polarización que genera el debate por las imágenes políticas en el campus.

Rubiano, quien afirma no pertenecer a ningún partido ni movimiento político, dice que, en parte, la idea de la consulta es abrir un diálogo en la Universidad que vaya más allá de la dicotomía mamerto/facho. A través de las redes sociales muchos estudiantes han tildado la iniciativa de trivial, sobre todo teniendo en cuenta las carencias de la universidad en materia de infraestructura y financiación. Pero, para Rubiano, una consulta acerca de la imagen del Che puede ser un primer paso para abrir discusiones de fondo en la Universidad.

A partir del primero de marzo la rectoría cuenta con 15 días hábiles para contestar la solicitud de Rubiano. De ser aceptada, él pediría un par de semanas para que quienes defienden la permanencia de la imagen del Che y quienes se oponen a ella puedan difundir sus argumentos en el campus. Por el momento, Rubiano ha invitado a todos los demás estudiantes a enviar a la Rectoría derechos de petición haciendo la misma solicitud. Esto, con el objetivo de hacer presión política y conseguir que el rector convoque a la consulta virtual.

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En tres semanas sabremos si los estudiantes, profesores y trabajadores de la universidad más grande de Colombia van a tener la oportunidad de decidir si quieren conservar o no la imagen del Che en el respaldo de su edificio más emblemático.