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De Texas a Cataluña: cómo el Brexit puede dar alas a otros movimientos independentistas

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A pesar de que nadie se esperaba los resultados electorales de la noche del pasado jueves, lo cierto es que la decisión de Gran Bretaña de salir de la Unión Europea ha supuesto un motivo de inspiración y optimismo para varios movimientos secesionistas del continente europeo, de Estados Unidos y hasta del Canadá.

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Los responsables de los movimientos separatistas escoceses, catalanes y texanos han saludado la audacia de los británicos como un estímulo para sus propios movimientos.

Reino Unido

Después de que el 52 por ciento de los británicos votara por abandonar Europa, la primer ministro escocesa, Nicola Sturgeon proclamó que “es altamente probable” que Escocia celebre otro referéndum para decidir si quiere escindirse de Gran Bretaña. Según Sturgeon el nuevo referéndum ya se estaría empezando a gestionar.

El jueves pasado los escoceses votaron en masa por quedarse en Europa — el 62 por ciento así lo expresó —, de tal manera que la inesperada huida del Reino Unido se ha convertido en el catalizador para empezar a fraguar una nueva votación.

Una manifestación independentista celebrada en Escocia en 2014 (AP Foto/Matt Dunham)

En 2014 Escocia votó en contra de escindirse de Gran Bretaña — el 55 por ciento del electorado dijo no —. Aquel referéndum se celebró después de que el Partido Nacionalista Escocés, una formación fundada en 1934 que sigue siendo actualmente la tercera fuerza política más grande de Gran Bretaña, se comprometiera a promover la votación a través de un manifiesto suscrito en 2007. El partido conquistó la victoria en las elecciones de 2011, momento en el que puso en marcha la gestión de los comicios celebrados hace 2 años.

La voluntad de seguir en Europa podría empujar también a Irlanda del Norte a unirse de nuevo a la república del sur. El viceprimer ministro protestante Martin McGuinness ha declarado al tabloide británico The Independent que proponer un referéndum en Irlanda del Norte “sería el lógico siguiente paso a dar”. McGuinness también ha subrayado que el 56 por ciento de Irlanda del Norte votó a favor de quedarse en Europa: “la posibilidad de proponer una nueva votación ha sido fortalecida por los resultados de la votación”.

España

Según el presidente de la Generalitat de Catalunya, Carles Puigdemont, los resultados británicos han demostrado que “es perfectamente posible decidir la soberanía de un país, tal y como han hecho otros estados”. El presidente catalán dijo que el Brexit es “una oportunidad para las naciones sin Estado”.

Según Puigdemont, Cataluña ya habría recorrido el 70 por ciento de la hoja de ruta que la separa de la independencia, y asegura que espera que el Estatuto del nuevo estado catalán sea aprobado en un plazo de 18 meses.

Anna Gabriel, diputada de la formación anticapitalista Candidatura d’Unitat Popular (CUP) luce una camiseta en el hemiciclo catalán que aboga por la independencia. (AP Foto/Manu Fernández)

El independentismo ha vuelto a emerger con fuerza en España, especialmente después de la recesión económica de 2008. En Cataluña, las manifestaciones públicas a favor de la independencia han sido cada vez más multitudinarias. Así lo han demostrado las marchas del 11 de septiembre, Diada nacional de Cataluña, que en los últimos cinco años han pasado de reunir en las calles de Barcelona a 600.000 personas, a convocar a más de 1,5 millones de ciudadanos.

“En 2012 en el parlamento catalán había 14 diputados [de 135] elegidos por su vocación independentista. Hoy ya somos mayoría”, ha declarado Puigdemont al periódico londinense The Guardian.

La lucha por la soberanía de Cataluña seguirá escalando a corto plazo. Además, el camino hacia la independencia continúa siendo espoleado por los escándalos políticos que siguen llegando desde los cuarteles del gobierno central, en Madrid, donde esta semana se ha descubierto que el ministro del Interior del Partido Popular, Jorge Fernández Díaz, ha conspirado para implicar a los líderes de dos de los principales partidos secesionistas en una trama falsa de corrupción.

Estados Unidos

Mientras tanto, tras la polvareda levantada por el Brexit, el Movimiento Nacionalista de Texas (TNM en sus siglas inglesas) ha acuñado su nuevo eslogan: “Texit”.

Si bien el movimiento nacionalista del estado estadounidense no cuenta con el apoyo público desde el siglo XIX, muchas organizaciones han aprovechado la convulsión internacional para proclamar que existen texanos más que dispuestos a abandonar la administración de Obama.

Contemplar la lucha por la autodeterminación es inspirador. Texit. Brexit

“Por lo que parece, los ciudadanos británicos han decidido tomar las riendas de su destino económico y político”, ha proclamado el presidente del TNM, Daniel Miller a través de un comunicado emitido poco después de que trascendieran los resultados registrados en el Reino Unido. “Las fuerzas del miedo han perdido. Ahora es importante para Texas seguir el modelo del Brexit como una inspiración y como un ejemplo para que los texanos también pueden hacerse con las riendas de su destino”.

El TNM ha ganado enteros en los últimos meses. Esta primavera el grupo aprobó 22 resoluciones proindependentistas en 22 convenciones de distrito, la cifra necesaria para permitir que la cuestión sea debatida en la convención republicana del estado. El hecho de que se haya conseguido que el tema sea sometido a debate es un logro “bastante impresionante”, ha declarado un miembro del partido republicano en las páginas del Houston Chronicle.

Canadá

Si bien es cierto que los vecinos del Quebec canadiense admitieron haber seguido muy de cerca todo lo relacionado con el Brexit, el movimiento independentista de la provincia canadiense no ha parado de encajar sonoras derrotas en los últimos años.

La última vez que el estado de mayoría francófona celebró un referéndum para proponer la escisión del Canadá fue en 1995 — y entonces el No ganó por un margen auténticamente ajustado con el 50,58 por ciento de los votos.

Los partidarios de la independencia del Quebec, sin embargo, han disminuido en los últimos años. Un reciente sondeo señala que a día de hoy el apoyo a la independencia sería del 39 por ciento. Pese a todo, el movimiento está lejos de estar muerto.

El Parti Quebecois (PQ), máximo estandarte de la ideología secesionista en la provincia se hizo con el poder en 2012. Y fue derrotado dos años después. Desde entonces la formación ha tenido a dos líderes distintos y actualmente se encuentra enfrascada en otra votación para decidir cuál será su próximo líder de cara a las elecciones autonómicas de 2018 — algunos de los candidatos ya han prometido que trabajarán para proponer un tercer referéndum lo antes posible en caso de ser elegidos.

“Estamos preparados para ser independientes… así que yo propongo hacer las cosas de manera distinta y reivindicar que la independencia es nuestra primera obligación”, proclamó Martine Quellet, uno de los candidatos a hacerse con el liderazgo del PQ, durante un evento celebrado a principios de año.

Una fotografía de la campaña del Sí en el Quebec en 1995. (AP Foto/Eric Draper)

Alexandre Cloutier, a quien se considera el favorito en la carrera electoral, ha empleado los resultados del Brexit para arremeter contra el primer ministro canadiense Justin Trudeau — quien ha apoyado la aprobación de una ley que, sobre el papel, impediría que el Quebec se pudiera escindir del Canadá con una simple mayoría de votos.

“La gente siempre es la responsable de su destino. Y yo saludo el respeto a la democracia. La única regla valida es que para ganar se necesita el 50 por ciento más uno”, escribió Cloutier en Twitter después de que Trudeau legitimara el referéndum celebrado en Gran Bretaña.

Bélgica

Después de los atentados terroristas perpetrados en Bruselas en marzo, unos ataques que se cobraron las vidas de 32 personas y que dejaron un rastro de 300 heridos, el periódico estadounidense The New York Times informó de la existencia de conversaciones cada vez más avanzadas sobre la secesión flamenca. Según el artículo algunos se estarían preguntando si el gobierno belga, de mayoría francesa, podría hacerse cargo de dos cuestiones tan polarizadas, como la migración y el terrorismo — o si sería preferible que los flamencos se quedaran mejor solos.

En 2014, el partido nacionalista flamenco se convirtió en parte de un gobierno de coalición federal por primera vez— un resultado que fue saludado como una histórica victoria del secesionismo en Bélgica.

Después del Brexit, el primer ministro belga hizo un llamamiento para celebrar una reunión de urgencia sobre el futuro de la Unión Europea.

“Empieza a haber señales procedentes de muchos sitios — no solo del Reino Unido —. Nuestra percepción es que el proyecto europeo despierta cada vez más dudas”, ha proclamado este miércoles el primer ministro Charles Michel a la web Politico. “Necesitamos un proyecto europeo con más voluntad y dedicación”.

El líder de la Nueva Alianza Flamenca, Bart de Wever, posa tras las últimas elecciones celebradas en Bélgica. (AP Foto/Geert Vanden Wijngaert)

Mientras los nacionalistas flamencos que entraron a formar parte del gobierno de coalición habían prometido inicialmente posponer sus planes de independencia, lo cierto es que durante el pasado mes de enero se desdijeron. Entonces salió a la luz que la Nueva Alianza Flamenca había empezado a trabajar en el proyecto de convertir a Bélgica en una confederación — algo que muchos belgas entendieron como una conspiración para disolver el estado por completo.

“Nosotros haremos la pregunta a nivel federal: ¿qué estamos dispuestos a hacer juntos?” En principio todas las competencias se trasladarán a nivel regional, pero habrá otras sobre las que discutiremos si es bueno o más efectivo abordarlas a la vez”, ha proclamado a Politico Veerle Wouters, responsable financiero de la Nueva Alianza Flamenca.

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