Artículo publicado originalmente por Broadly Estados Unidos.
Tener relaciones sexuales por primera vez puede ser emocionante, aterrador, conmovedor, lamentable, pero una vez que se termina, se termina, ¿verdad? ¿Qué pasa si sufres un cambio que altera radicalmente tu cuerpo y cómo te perciben los demás? Las personas transgénero por lo regular rehacen el cuerpo y la identidad con que nacieron: ¿el sexo después de algo así es comparable con el sexo previo a ese cambio? Al ser yo misma una persona trans, sé que las experiencias sexuales previas a la transición fueron significativamente diferentes de las que experimento hoy en día. Lo cual me hizo preguntarme: si eres trans, ¿es posible tener sexo por primera vez… dos veces?
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Tener sexo como mujer fue algo completamente nuevo emocional y físicamente
Josie es una mujer trans de 29 años de Carolina del Sur. Ella le contó a Broadly que cuando vivió como hombre heterosexual en su juventud, esperaba más al perder su virginidad: “Pensé que sería algo mágico, pero terminó siendo sólo sexo”.
La “magia” vino después de que hizo la transición. “Perdí mi virginidad por segunda vez cuando estaba de visita con una amiga de un grupo de Facebook”, dijo. “Conduje cuatro horas a su casa para visitarla. Llevaba unos cuantos meses en terapia de reemplazo hormonal y estaba más emocionada de lo que puedes imaginar”. Josie también estaba nerviosa: “Cuando me tocó, las rodillas se me doblaron”, me dijo Josie. “Terminamos en su cama”.
La pareja de Josie era otra mujer trans. “Todo lo hizo muy suavemente y se aseguró al 100% de que yo estuviera bien durante el proceso de ser penetrada por primera vez”. Aunque Josie había tenido relaciones sexuales antes de la transición, esta experiencia era completamente diferente: con respecto a los cambios en su cuerpo y a su identidad; a cómo se sienten los actos sexuales; a las emociones de estar con otra persona en la cama.
“Cuando ella me penetró, fue un poco doloroso, pero ya después me fui relajando”, nos dijo Josie. “Bajé las defensas, y realmente sentí que había entrado en una nueva etapa de mi vida. En mi corazón, sentí que esto había destruido la máscara que había usado por mucho tiempo”.
El sexo con penetración después de una transición no es para todos
Kate es una maestra de 39 años de la ciudad de Nueva York. Toda la vida se ha sentido atraída hacia las mujeres. Primero tuvo sexo “hace mucho tiempo” con una mujer a la que, décadas más tarde, se le revelaría como transgénero. Cuando le pregunté si sentía que “volvió a ser virgen de nuevo” después de la transición, Kate dijo: “De alguna manera: fue como empezar de nuevo. Les decía a mis amigas cosas como: ‘Nunca antes había besado a alguien’. Una parte de mí sabía que este era un gran comienzo”. El concepto de ser revirginizada le sigue pareciendo “tonto”: “El concepto de virgen me parece exactamente igual al de doncella o damisela: estas palabras se utilizan para menospreciar e infantilizar a las mujeres”.
Kate no ha tenido sexo con penetración después de la transición. “He decidido no usar mi pene, el cual todavía está en mi cuerpo, a menos que alguien me lo pida. Mi pareja actual dice que no “siente que necesite mi pene”. Conoció a su pareja en Tinder. “Nunca ha salido con una persona trans, y me trata como si yo no lo fuera”, dijo Kate, añadiendo que prefiere que las cosas sean así. “Ella me envió un mensaje de texto hoy: ‘Estoy… 100 por ciento de acuerdo en explorar nuestra femineidad juntas. Chicas lindas por siempre’. Entre nosotras hay mucha química física, concordancia política, curación común, vinculación y crecimiento. No podría haber conocido a una persona mejor para ser mi primera pareja física después de mi transición “.
Se sintió como si fuera virgen de nuevo
Robin es una mujer trans bisexual de más de 30 años. “Tuve sexo por primera vez en 2001, a los 21 años”, dijo. “Fue incómodo, pero no creo que haya sido más incómodo que la primera vez de la mayoría de las personas”. Pasé 13 años más teniendo sexo después de eso antes de darme cuenta de que era trans”. No le interesaba el sexo con penetración, pero interpretaba ese papel en la cama por el placer de las mujeres con las que se acostaba. “Prefería recibir sexo oral, pero me tomó mucho tiempo conectar esa preferencia con mi disforia. Pensaba en mí mismo como un tipo patético, nunca como una mujer. Sentía mucha vergüenza, pero logré funcionar a pesar de ello”, nos dijo.
Cuando se sometió a la cirugía de reasignación de sexo, las relaciones sexuales le parecieron completamente nuevas. “Definitivamente sentí que tenía un nuevo tipo de virginidad una vez que tuve vagina”, dijo. “Perdí esa virginidad tan pronto como me recuperé lo suficiente”.
Tuvo relaciones sexuales con su esposa después del procedimiento, y eso fue muy personal para su relación; no sintió como si hubiera sido su primera vez por “segunda ocasión”, per se. “Sin embargo, pensé mucho en la primera vez que recibí sexo vaginal con penetración después de la cirugía”, dice Robin. “Elegí un chico cisgénero dulce, y heterosexual”, dijo. “Fue muy comprensivo y paciente, aunque no tenía experiencia previa con mujeres trans”, dice Robin. La nueva vagina puede ser demasiado angosta inmediatamente después del procedimiento para crearla, y puede requerir meses de dilatación para expandirse. “Desafortunadamente, todavía seguía estando muy angosta, y las cosas no salieron bien. Dadas las circunstancias, estaba agradecida por sus atenciones, incluso si no funcionó exactamente como yo lo esperaba”.
Robin dice que su segunda primera vez fue “más incómoda que la primera vez que perdí mi virginidad; me preocupaba que nunca pudiera tener una penetración que fuera cómoda”. Felizmente, estaba equivocada. Con el tiempo, se ha vuelto más fácil, y he superado la incomodidad de ese primer intento”, dijo.
“He perdido todo tipo de virginidades con el paso de los años”, nos dijo. “Siempre hay alguna cosa que nunca antes he hecho. Me encanta hacer algo nuevo y emocionante por primera vez”. Dice que el concepto de virginidad no es del todo aplicable: “No creo que haya líneas claras entre ‘virgen/no virgen’. Simplemente hay cosas con las que me siento más cómoda”.
¿Perdió la virginidad con un dildo?
Para Hannah, una mujer trans de 33 años del noreste, la pretransición sexual no fue una experiencia positiva. Ella es bisexual y pansexual, pero en ese momento estaba interesada principalmente en mujeres. “El sexo no fue una opción para ella en la preparatoria. No faltaron chicas que me dijeran que era “demasiado bajo de estatura, 1.63 m, para ser su novio”. Ella sabía que era una mujer, pero el rechazo era doloroso. Durante la universidad, Hannah tuvo muchas oportunidades para tener sexo, pero “las rechazó principalmente por miedo”. Finalmente, perdió su virginidad con una mujer que también era virgen.
“Con ella me descubrí como trans. Para mi sorpresa, ella lo tomó con calma y se ofreció a ayudarme a encontrar personas con quienes hablar al respecto”, dijo Hannah. “Me vio vestida de mujer en múltiples ocasiones, y creo que se sentía más atraída por mí cuando era auténtica conmigo misma. Fue tremendamente empoderador. Pero lo arruiné”.
La pareja de Hannah experimentó dolor durante el sexo con penetración. “Había escuchado que esto no es raro cuando una chica pierde su virginidad, pero el dolor persistió. Quería explorar el sexo, pero ella no estaba tan ansiosa”. Terminaron separándose por ello.
Después de la transición de Hannah, ella “se consideró y no” virgen otra vez. “Cuando tuve la cirugía de reasignación de sexo, estaba saliendo con un chico trans, y él estaba dispuesto a tener sexo conmigo incluso antes de la cirugía. Le pregunté a una amiga si es posible perder tu virginidad con un strap-on. Ella respondió: ‘La virginidad es una construcción’. Le pregunté si podía deconstruirla con un consolador azul brillante de silicón de 30 cm”.
Hannah ha tenido complicaciones “debilitantes” después de la cirugía, por lo que sus experiencias sexuales posteriores a la transición no han sido tan gratificantes como otras mujeres trans nos han contado. “Tenía la seguridad de que la próxima revisión solucionaría las complicaciones, pero después de la segunda [cirugía], el sexo simplemente quedó descartado porque sólo empeoraba las cosas. No me siento cómoda exponiéndome a una pareja”, dijo Hannah, poniendo de manifiesto las complicadas y difíciles realidades médicas que las personas trans a veces se ven obligadas a enfrentar.
“Una de las experiencias más embarazosas fue después de una cita que había salido bien. Él se enteró de mi situación médica y terminó la relación porque “no quería esperar” a que las cosas se resolvieran. Es justicia poética, después de que terminé mi relación con la chica con la que perdí la virginidad por una razón no muy diferente. “Hannah está en una relación en este momento, pero se describe a sí misma como principalmente asexual: ” Siento que la cirugía me arrebató mi sexualidad”.
¿Con qué actividades sexuales pierdes la virginidad antes y después de la transición?
Jessica es una mujer trans en sus 40 años de la Costa Este, involucrada en investigación política. Antes de la transición, ella era esencialmente heterosexual. Hoy en día “es algo entre lesbiana y queer”. Sin embargo, las relaciones que Jessica tuvo cuando vivía como hombre no eran estrictamente heteronormativas: “Después de revelarle mi preferencia a mi pareja, ella no estaba muy sorprendida; dijo que en realidad, sexualmente hablando, nunca tuve esa ‘energía masculina’.
“Después de la cirugía de confirmación de género”, dijo Jessica, el sexo era “muy diferente en relación a cómo tener relaciones sexuales” y “cambió fundamentalmente mi relación con los orgasmos y la masturbación”. Al final de cuentas, seguía siendo sólo sexo, aunque al principio parecía ser algo un poco más complejo: “El sexo con un pene biológico, el tuyo o el de tu pareja, es mucho más simple. Después de la cirugía, debes encontrar los ángulos correctos, y los juguetes con la forma adecuada; tener la flexibilidad y dureza idóneas; posicionar las caderas para tener el ángulo correcto de entrada; tener el lubricante ideal para tus juguetes; y un largo etcétera de cosas similares… O bien, puedes decidir que la penetración no es necesaria para llegar al orgasmo, y simplemente pueden tener sexo oral”.
Conoció a su pareja actual seis meses antes de someterse a la cirugía de reasignación de sexo hace cuatro años. “Fui su primera pareja transgénero, pero ella se dio cuenta de que era lesbiana cuando tenía alrededor de 20 años, así que también había estado con hombres antes; ambas considerábamos que el pene es un strap-on más cómodo y conveniente. Trabajamos con lo que yo tenía y con ello llegamos a donde necesitábamos llegar”.
“No pongo mucho interés en la ‘virginidad’”, dijo Jessica. “Después de la cirugía, ¿perdí la virginidad cuando mi pareja me hizo sexo oral? ¿O cuando me dilaté por primera vez? ¿Y qué hay de la vez que me penetró con un strap-on? Mi pareja actual y yo somos poliamorosas, así que he tenido relaciones sexuales con una mujer trans que no se ha sometido a cirugía de reasignación de sexo. Entonces, ¿sólo cuenta si el pene es biológico? Creo que puedes definir la virginidad como tú quieras.
No perdí mi virginidad dos veces. Sólo empecé a tener sexo de una manera totalmente diferente”.