Fox Stevenson me llama por Skype e inmediatamente empieza a disculparse.
“Lamento llegar tarde. En verdad estoy muy apenado,” dice, repitiéndose por la tercera vez y convenciéndome de que quizá realmente lo dice en serio, aunque apenas hayan pasado 10 minutos después de la hora acordada para la entrevista.
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Su excusa: La noche anterior, a las cuatro de la mañana se vió envuelto en una ola de inspiración y estaba trabajando obsesivamente en perfeccionar una canción. “Dije mierda, tengo que trabajar en esto ahorita mismo.” Luego se despertó para re-imaginar el beat con un set de batería y le estaba dando a eso pasada la hora planeada de entrevista. Dice que este tipo de arranque de inspiración es común—”al menos tres veces a la semana.”
Los momentos llegan, en su mayoría, cuando Stevenson está hojeando su viejo catálogo de beats y canciones sin terminar que ha estado coleccionando en manadas básicamente “desde el comienzo del milenio,” cuando apenas tenía siete años y empezó a producir en el juego de Playstation Music 2000. Los archivos están organizados por año en su computadora y el beat que causó el retraso de hoy fue una melodía de su folder 2011-2012. En este punto, a los 21 años, tiene 14 años de trabajos pendientes.
Un track de 2 años que Stevenson ya quiere volver a trabajar.
Stevenson se mudó de la creación de beats en videojuegos a Logik en el 2007, a los 14 años, y abrió un perfil de artista en la comunidad en línea de artistas Newgrounds, acumulando miles de hits con tracks de “chill drum n’ bass” en su mayoría. Comenzó a subir canciones a YouTube cuando el medio apenas se abría para los artistas y casi de inmediato empezó a ganar visibilidad. Sus hits de Newgrounds pasaron de miles de plays a cientos de miles ya que la gente empezó a notarlo en YouTube. A los 18, hasta hubo pláticas con algunos sellos de renombre en cuanto a un contrato.
Todo esto sucedió cuando Stevenson todavía se hacía llamar Stan SB. Los grandes sellos tocaron el tema de cambiar su nombre. Él no estaba listo. El contrato eventualmente no se dió.
Aunque ahora se da cuenta de que había problemas con “Stan SB”, “le daba una idea a la gente de que solamente hacía drum n’ bass,” dice. “Nunca he sido eso. Siempre he querido hacer otras cosas.”
Hizo su primer track vocal en el 2009 y ahora canta en todas sus canciones.
El primer track en el que cantó Stevenson.
Este año, antes del lanzamiento de su nuevo EP Throwdown, que se estrena aquí hoy y oficialmente el día de mañana con el sello de Datsik Firepower Records, él decidió hacer el cambio. “Ahora puedo hacer la obra que realmente quería hacer.”
Ese conjunto de obra son tracks de big-room a 128 BPM, exitazos de grandes festivales. Los Transformers de la música EDM. “Intento meterle más hype. Es un ritmo muy poderoso para enloquecer a una multitud.”
Su versión ideal de ese sonido en este momento es “High Five”, la primera canción de Throwdown. Es un corte melódico listo para la radio que explota para convertirse en un drop de big-room EDM con acentos bleepy-bloop. Es un poco como el sonido profundo y en capas de Disclosure si ellos hubieran escogido hacer EDM de festival en lugar de apegarse al UK garage mucho más a la moda.
Stevenson dice que ha estado tocando “High Five” en los shows y festivales durante el último año y es el único track con el que puede garantizar todo el dubstep, house y drum n’ bass que hará que los fans pierdan la cabeza. “Tengo la curiosidad de explorar si eso es algo que se puede materializar más adelante en algo sobre lo que pueda poner mi sello,” dice, soñando con el mega estrellato del cross-genre. “Creo que un nuevo movimiento en la música dance es necesario porque el mundo del big-room y el mundo del bass están muy separados. Me encantaría tener algo que cerrara esa brecha.”
Puede que eso sea difícil de manejar. El científico social y filósofo francés Pierre Bourdieu argumenta que el gusto es una forma de moneda cultural. Lo que escoges que te guste te junta con el grupo de personas al que te quieres unir y con el que te quieres relacionar, mientras que los sonidos que te disgustan en realidad son un esfuerzo de alejarte de las personas a las que sí les gustan. El gusto es subconscientemente determinado por el status social sobre la preferencia musical. Es la aversión a los bros del big-room EDM lo que de alguna manera define a un fan del drum n’ bass y un temperamento indiferente hacia los nerds del drum n’ bass underground lo que define a un fan del pop-EDM.
Stevenson más o menos entiende eso pero está abierto a la posibilidad del fracaso. “Si lo logro de manera correcta, realmente me interesa hacerlo. Si no, intentaré otra cosa,” dice. Después de desaparecidos contratos con disqueras y un cambio de nombre, está abierto a los posibles obstáculos y triunfos de la reinvención.
Solamente quiere que la mayor cantidad de gente posible ponga atención. “La onda big-room es algo que me interesa. No tengo miedo de ser mainstream,” aclara, diciendo estar “bastante consciente del pop.”
“Preferiría complacer a las masas, de ser posible.”
Lauren está en Twitter – @LaurSchwar