Eventualmente iba a pasar.
Luego de la salsa extraterrestre y del techno palenquero, del neo perreo y de la acid champeta, de todas las cumbias posibles (e imposibles) como la galáctica y la gótica, pasando por sus versiones más noise y psicodélicas, era apenas natural que llegara este nuevo miembro a esta familia promiscua, perversa e incestuosa: el tropical death metal.
Engendro, claro, detrás del que no podía estar nadie menos que el dúo Eblis Álvarez y Pedro Ojeda.
Colegas desde el colegio y compañeros de experimentos culturales como Los Pirañas o el Frente Cumbiero, cabezas de laboratorios personales de poesía y sonido (Meridian Brothers y Romperayo, respectivamente) y distorsionistas musicales con pocos precedentes en estas laderas, este par de muchachitos inquietos, atendiendo a una invitación de un amigo alemán que los incitó a inventarse un proyecto para participar en su festival de música maligna, salieron con esto:
En esencia, Chúpame el dedo burla y a la vez celebra nuestro linaje bastardo a través de la conjunción de los clichés más tropicales con los más metaleros. Así es: el gutural más dantesco con el más fiero repique de timbal, el headbangin’ más darks con el más salvaje quiebre de cadera. Cubiertos ambos por sedosas túnicas satánicas, el uno en las máquinas y el otro en los tarros, este par da vida a una comedia ruidista y post-sabrosa que solo pudo haber sido parida en Bogotá. Una caricatura donde por fin el habitual grito de batalla del más furibundo y mechudo rockalparquero se complementa con el de su igual bailador.
En donde por fin son uno el «¡gonorrea!» con el «¡huepa!».

Con esta exquisitez, esperamos cierre esta etapa de mutacionismo musical extremo en la que ha caído la más reciente ola de música colombiana, que (por favor) no queremos llegar a deformaciones tales como la cantina antioqueña industrial (aunque esa como que ya existe, ¿no?).
Por lo pronto, a gozar con los éxitos de hoy: «No me coja la cola», «La negra en bola» y «Me meé en la zebra».
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Disponible en casete, el homónimo debut de Chúpame El Dedo fue lanzado en días recientes por el sello aleman Discrepant Récords y verá la luz oficialmente el 10 de octubre en Matik Matik, en Bogotá. Más info.
A Nicolás le gusta el pogo sabrosón. Sigue sus pasos en Twitter: @nikovc