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Un cargamento de armas enviado por la CIA y Arabia Saudí a los rebeldes sirios fue interceptado por los servicios de inteligencia de Jordania. El cargamento, que había entrado en el país donde terminaría siendo ilegalmente decomisado, habría sido vendido a traficantes de armas en el mercado negro, tal y como ha publicado el periódico New York Times, que cita a funcionarios estadounidenses y jordanos como fuentes de la información.
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Algunas de las armas robadas habrían sido empleadas en un tiroteo acaecido en noviembre que se saldó con la muerte de dos ciudadanos estadounidenses y de otras tres personas, todas de nacionalidad jordana. El incidente se produjo en una academia de entrenamiento policial situada en Amán, la capital del país de Oriente Medio, según ha desvelado una investigación conjunta entre reporteros del New York Times y de Al Jazeera.
Un agente de policía jordano habría abatido mortalmente a sendos contratistas de seguridad del gobierno estadounidense, y a dos jordanos, en un campo de entrenamiento de Amán que estaría financiado por la administración Obama. El agente en cuestión sería, a su vez, abatido instantes después, según proclamaron las autoridades del país de Oriente Medio el pasado mes de noviembre.
Las instalaciones destinadas al entrenamiento fueron levantadas en las afueras de Amán poco después de que las tropas del entonces presidente George W.Bush invadieran Irak en 2003. Entonces el ejército estadounidense se propuso ayudar a reconstruir un país reducido a un escombro mayúsculo tras la guerra arrancada por la misma administración, y a entrenar a los agentes de policía de la Autoridad Palestina.
Las armas empleadas en el tiroteo habían llegado a Jordania con la intención de ser empleadas en los programas de entrenamiento a los rebeldes sirios, tal y como informa el periódico neoyorquino, que cita a fuentes oficiales tanto de Estados Unidos como de Jordania, en su artículo.
El robo de las armas, que se produjo hace meses sin que jamás se persiguiera a sus responsables, pese a las repetidas quejas de estadounidenses y jordanos, habría inundado el mercado negro de armas de nueva generación, tal y como informa el New York Times.
Los agentes jordanos que participaron en la venta de armas emplearon “el dinero caído del cielo” obtenido con su transacción para adquirir iPhones, todoterrenos y toda clase de artículos de lujo, tal y como describe el periódico, que vuelve a citar a fuentes oficiales jordanas para defender su declaración.
La CIA se ha abstenido de hacer declaraciones al respecto.
Igualmente, a lo largo del fin de semana, se han publicado varias informaciones que aseguran que los rebeldes sirios estarían empleando sofisticado armamento antiaéreo para abatir a los helicópteros del régimen del dictador sirio Bashar al-Assad.
Jasih al-Islam abre la caja de Pandora
Después de abatir un helicóptero 9K33 Osa en Ghouta que ya habría sido empleada por sus fuerzas aéreas en #Qalamoun.
Un MIG29 abatido cerca del aeropuerto de Alsin, en el Qalamoun oriental con toda su tripulación
VICE News no ha podido corroborar la autenticidad de este vídeo.
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