Amado u odiado, nadie lo pasa por alto.
El Papa Francisco se metió en las cada vez más grandes aguas del debate sobre cambio climático el jueves con una implacable llamada a la acción a los católicos del mundo para ayudar a frenar el calentamiento global. La encíclica de 184 páginas, Laudato Si, pide el fin de la quema de combustibles fósiles, que libera dióxido de carbono y otros gases que atrapan el calor en la atmósfera, y el fin del consumismo de “usar y tirar”, al que Francisco culpa por perjudicar a la creación de Dios y el agravar la pobreza.
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“La Tierra, nuestro hogar, está empezando a parecerse cada vez más como un inmenso montón de inmundicia”, escribió el pontífice. Hermosos paisajes “están ahora cubiertos con basura”, y los ricos y poderosos “parecen, en su mayoría, más preocupados de enmascarar los problemas u ocultar sus síntomas”.
El Padre James Martin, un sacerdote jesuita y editor de la revista católica América, consideró a Laudato Si como “un documento innovador que cambiará la forma en que la Iglesia se refiere a las cuestiones ambientales.”
“Es notable su enfoque sistemático de todo “, dijo Martin a VICE News. “Queda todo vinculado. Une la opulencia y el egoísmo a la pobreza, así como a la ruina del planeta. Todo esto es parte de una visión coherente”.
“Aquello que es frágil, como el medio ambiente, es indefenso ante los intereses de un mercado divinizado”.
“El mercado no puede garantizar el desarrollo humano integral y la inclusión social por sí mismo”.
Laudato Si se centra fuertemente en la difícil situación de los pobres del mundo, quienes se presume serán los más afectados por los efectos del calentamiento en las próximas décadas.
“Muchos pobres viven en lugares particularmente afectados por fenómenos relacionados con el calentamiento, y sus medios de subsistencia dependen fuertemente de las reservas naturales y de los servicios ecosistémicos, como la agricultura, la pesca y los recursos forestales”, escribió Francisco. “[Ellos] No tienen otras actividades financieras y otros recursos que les permitan adaptarse a los impactos climáticos o hacer frente a situaciones catastróficas, y poseen poco acceso a servicios sociales y a protección”.
El texto está enraizada en las enseñanzas del Antiguo y Nuevo Testamento, y también en las enseñanzas de quien inspiró la elección de su nombre Francisco, San Francisco de Asís, el santo patrono de la ecología. Eso vitoreó Patrick Carolan, líder de la Red de Acción Franciscana con sede en Estados Unidos, que apoyó firmemente el documento.
“Es un mensaje muy fácil de entender y los cristianos podrán leerlo por sí mismos y entenderlo”, dijo Carolan. “No tienen que esperar una interpretación. No tienen que esperar a que los obispos o cualquier otra persona les explique lo que dice”.
La encíclica generó previsibles aullidos de protesta por parte de algunos de los críticos más prominentes en frenar las emisiones de combustibles fósiles. El senador James Inhofe, quien llevó una bola de nieve al Senado en febrero para reiterar su convicción de que el cambio climático es un engaño, dijo que Laudato Si “será utilizada por los alarmistas del calentamiento global para abogar por políticas que nos llevarán al mayor aumento de impuestos regresivos en la historia de nuestra nación”.
“Hemos sido innovadores con nuestro suministro de energía, y durante generaciones los Estados Unidos han permito a la gente salir de la pobreza a través del desarrollo de nuestros recursos naturales dados por Dios, prominentemente de los combustibles fósiles”, dijo Inhofe, Republicano veterano oriundo de la rica en gas y petróleo Oklahoma, que preside el comité de Medio Ambiente y Obras Públicas del Senado. Limitar su uso “crearía más pobreza, no menos”, dijo.
Doug Bandow, uno de los principales investigadores del Instituto Cato — el think tank libertario co-fundado por los multimillonarios petroquímicos Charles y David Koch — dijo que el texto de Francisco cambia el rol que el libre mercado puede desempeñar en la reducción de la contaminación y en acabar con la pobreza”.
“Esta es una de esas cuestiones que tiene un par de componentes, uno de los cuales es el tipo de filosófico, teológico, y el otro es más práctico”, dijo Bandow a VICE News. “El primer componente es lo que realmente esperas que venga del Papa, y creo que ahí es donde radica el poder de esta encíclica. El segundo es algo mucho más complejo, y no es el área donde el Papa es más sólido”.
Bandow dijo que el documento puede aumentar la conciencia en la cuestión del clima previamente a la cumbre sobre clima de diciembre en París. “Pero creo que al final, cuando se llega a la negociación, tratando de llegar a algo práctico, no me parece que la encíclica por sí misma vaya a ayudar mucho”.
El Papa Francisco proclama que la Tierra empieza a parecerse a un ‘inmenso estercolero’. Leer aquí.
Rhea Suh, presidente del Consejo de Defensa de Recursos Naturales, dijo que Francisco “ha puesto ante nosotros una de las preguntas espirituales más profundos de nuestro tiempo: ¿Vamos a abrazar nuestra obligación moral de ser administradores responsables del mundo que se ha confiado a nuestro cuidado, o prevalecerá la ruina de los sistemas naturales de los que depende toda forma de vida?”.
“Nuestra respuesta será determinar si nuestros hijos heredan un futuro que está redimido por nuestro compromiso de hacer esto bien o condenado por nuestra falta de acción”, escribió.
Laudato Si no es sólo para liberales: El documento también vincula su mensaje ambiental a la enseñanza católica que se opone al control de la natalidad y al aborto. Culpar al crecimiento de la población por los daños ambientales es excusa para un “consumismo extremo y selectivo” que deshecha tanto como un tercio de todos los alimentos producidos, escribió Francisco.
Y el Papa criticó a los llamados programas de sistemas de límites máximos y comercio que tratan de limitar las emisiones mediante la venta de bonos de carbono en un mercado abierto. Francisco dijo que la estrategia “puede dar lugar a una nueva forma de especulación” sin producir “el cambio radical que las circunstancias actuales requieren”. La Cámara de Representantes de EEUU votó a favor de adoptar un sistema sistemas de límites máximos y comercio respaldada por Obama en 2009, pero la medida fracasó en el Senado.
Jim Lakely, un portavoz del conservador Instituto Heartland, dijo que el corazón del Papa “está en el lugar correcto”. Pero Francisco “comete un grave error al poner su confianza y autoridad moral al servicio de la agenda de los burócratas en las Naciones Unidas quienes han estado dando falso testimonio durante décadas sobre las causas y consecuencias del cambio climático”, dijo lakely.
Lakely dijo a VICE News que el pontífice hizo la ciencia equivocada al confiar en las Naciones Unidas, que está tratando que los gobiernos mundiales reduzcan las emisiones de carbono y disminuyan el calentamiento 2 grados centígrados (3,6 Fahrenheit) para el año 2100. Dijo que la tendencia al calentamiento del último medio siglo se ha estancado — una afirmación que los científicos climáticos confrontan — y que el aumento del nivel del mar no se ha acelerado desde la Revolución Industrial.
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Carolan dijo que la encíclica no es un mensaje para las personas que se niegan a aceptar la existencia del cambio climático, pero sí para “las personas que son apáticas”.
“Él es contundente. Está desafiando a la gente a hacer cosas”, opinó Carolan a VICE News. Francisco está retando a sus seguidores “a simplificar su estilo de vida” para reducir el impacto ambiental y las huellas en sus comunidades.
“Si se lo lee de forma oratoria y con el corazón abierto, no puedes evitar el llamado a la acción. No se puede dejar de querer hacer el cambio”.
Y Martin dijo que al enmarcar la cuestión en términos morales y espirituales, más que en el lenguaje de la política, la ciencia o la economía, Francisco ha hecho que sea más difícil de ignorar para los 1,2 mil millones de católicos del mundo.
“Él ha puesto su autoridad docente por completo detrás de este documento”, aseguró Martin a VICE News. “Una de las frases más importantes figura en la primera parte, donde se dice que esta Encíclica se añade ahora al cuerpo de la enseñanza social católica. Él deja muy claro que se trata de un documento importante para la enseñanza, y los católicos tienen que prestar atención”.
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