Toda temporada de la NFL está llena de caos y escándalo. Los equipos de postemporada se convierten en equipos mediocres, los equipos mediocres se convierten en equipos de postemporada, los que nadie pela se vuelven superestrellas, y los conjuntos brillantes pierden su poderío. Estos son cinco equipos cuya suerte podría cambiar para bien esta temporada, desde aquellos que todos pisotean y que podrían ser peligrosos, hasta los candidatos que podrían por fin ganar algo.
Buccaneers de Tampa Bay
A estas alturas el año pasado había catalogado a los Buccaneers como un equipo sorpresa; lograron mejorar de su peor marca de liga (2-12) y cerrar competitivamente (6-10). La campaña como novato de Jameis Winston fue muy buena y parece estar listo para mejorar en su siguiente año, justo como su compañero y primera selección global, Peyton Manning, lo hizo en la temporada 1998-99 al incrementar su porcentaje de pases de 71.2 a 90.7.
Videos by VICE
Leer más: Ocho partidos tempraneros que podrían dar forma a la postemporada 2016
Los “Bucs” cuentan con Doug Martin y Charles Sims —la que podría ser la dupla profunda ofensiva más efectiva de la liga—, un grupo de altos y rápidos receptores, y una línea ofensiva muy joven lista para madurar en conjunto. Hay motivos de sobra para creer que podrán superar su clasificación en el número 20 a la ofensiva del año pasado y colarse al top tres esta temporada.
Por otra parte, el esquinero de primera ronda Vernon Hargreaves ha estado intratable interceptando balones en la pretemporada, y el pass-rusher de segunda ronda, Noah Spence, es precisamente lo que la defensa de Tampa Bay había necesitado en los últimos años. Una unidad defensiva que promedió 26.1 puntos permitidos por juego el año pasado no necesitará hacer mucho para mejorar en el 2016.
Bears de Chicago
Los Bears juegan en una división despiadada. El mariscal de campo Jay Cutler es todo un enigma para la NFL, pero los equipos de su entrenador en jefe, John Fox, han progresado demasiado en su segundo año. Cuando Fox dirigía a Carolina, el equipo mejoró su marca de 7-9 a 11-5 en su segunda temporada; lo mismo con los Broncos que pasaron de 8-8 a 13-3. Los Bears terminaron la temporada 6-10. Un récord con 10 victorias no sólo suena lógico, también los colocaría en la disputa por el boleto de comodín de la Conferencia Nacional.
Hay varias razones para creer que lo pueden conseguir. El receptor abierto Alshon Jeffery por fin se ha recuperado, y Kevin White —séptima selección global que presume impresionantes números en cuanto a su altura, peso y velocidad— finalmente está listo para alinear del otro lado de Jeffery. El corredor Jeremy Langford se ve listo para reemplazar a Matt Forte. Con la incorporación del jugador Pro Bowl, Josh Sitton, quien fue dado de baja sorpresivamente por los Packers de Green Bay al final de la temporada, Cutler estará rodeado de talento como nunca antes.
Del otro lado de la pizarra, el coordinador ofensivo, Vic Fangio, cuenta con nuevos jugadores talentosos con los cuales trabajar en todos los sentidos de la defensa. La renovación del cuerpo de linebackers con Danny Trevathan, Jerrell Freeman, Lamarr Houston, Willie Young, y Pernell McPhee, podría ser una de las mejores de la liga.
Texans de Houston
Lo sabemos, es algo patético catalogar al campeón de la división como uno de los caballos negros de la temporada. Pero ahora que los Colts de Indianápolis han apostado todo por su mariscal de campo rehabilitado, Andrew Luck, y Jacksonville luce un poco mejor (hablaremos de ellos más adelante), los Texans tendrán que mejorar significativamente para aguantar la presión.
Hay varias razones para creer que podrán hacerlo. El cuerpo de receptores jóvenes y dinámicos guiados por DeAndre Hopkins y Jaelen Strong se reforzó significativamente gracias a la selección de tercera ronda Braxton Miller, quien lució de maravilla en pretemporada (a pesar de convertirse en receptor abierto apenas hace un año). El linebacker y agente libre Lamar Miller se ve listo para mantener a raya la ofensiva: gran noticia para el mariscal de campo Brock Osweiler quien hizo pedazos a la bien estimada defensa de Arizona en el tercerp partido de pretemporada.
Aunque las apuestas en Las Vegas dicen que los Texans regresarán a ser “no tan buenos como los Colts y lejísimos de ganar el comodín de la Conferencia Americana”, según OddsShark.com, el regreso calendarizado del ala defensiva All-Pro, J.J. Watt, quien se recupera de una cirugía de espalda en la pretemporada, le da la oportunidad a los Texans de repetir como campeones de la división e intentar alcanzar victorias de dos dígitos para meter miedo en la postemporada.
Saints de Nueva Orleans
Como analista de futbol americano profesional te puedo asegurar que nunca tengo buenos augurios para los Saints…excepto para esta temporada.
Tal vez se deba al alboroto detrás del novato receptor de segunda ronda Michael Thomas. Tal vez se deba a la categórica recontratación de Max Unger, encargado de consolidar a los Saints como los ganadores incuestionables del intercambio Unger/Jimmy Graham del año pasado.
Sin embargo, mi corazonada se debe en gran parte por el análisis a profundidad de Jenny Vrentas sobre Rex y Rob Ryan, donde muestra los desastrosa que fue la defensiva de los Saints el año pasado. Mientras el equipo cambiaba de esquema bajo el mando de Rob Ryan, los Saints permitieron una escandalosa cifra de 476 puntos —por mucho la cifra más grande de la liga, y la número 11 en toda la historia de la NFL, según Pro Football Reference.
La línea defensiva de los Saints luce mejor con la incorporación del demoledor agente libre, Nick Fairley, y el pass-rusher Paul Kruger. Si a esto le sumas la selección de segunda ronda, Vonn Bell, y el regreso de Roman Harper a la titularidad junto con Jairus Byrd y Kenny Vaccaro, el coordinador ofensivo Dennis Allen por fin podrá conjuntar un plan coherente de juego y apegarse a él.
Los Saints no contarán con una gran defensa, pero se espera que mejoren en este aspecto este año. Lo único que tiene que hacer el pasar de “históricamente espantosa” a “mediocre” para que los Saints le pisen los talones a Carolina.
Jets de Nueva York
Ganaron diez partidos el año pasado, trajeron a todos de regreso, e incorporaron a Matt Forte. Consiguieron mucho talento, juventud y velocidad al cuerpo de linebackers que tanto lo necesitaba. Supieron lidiar con el retiro repentino de su tacle izquierdo contratando a chico que, cuando está al 100 por ciento, siempre ha rendido.
Es cierto, lo Jets la regaron en la posición de mariscal de campo y los hizo ver como unos tontos. Pero este equipo puede sacar ventaja del arranque vulnerable de los Patriots y los problemas de los Bills y Dolphins. Deberían igualar, a lo mejor hasta mejorar, el total de victorias del año pasado. Incluso si no logran derrotar a los Pats, este conjunto no tiene excusas para no llegar, mínimo, a playoffs.
Mención honorífica: Lions de Detroit
La sabiduría convencional parece haber tomado el récord de 2015 de los Lions (7-9), sustraído cuatro victorias por la pérdida de Calvin Johnson y haberlos declarado como un equipo perdedor. Pero básicamente la misma escuadra logró una marca de 11-5 en 2014, y terminó la temporada pasada 6-2 luego de nombrar a Jim Bob Cooter como entrenador en jefe.
Durante ese mismo período, Matthew Stafford jugó en su mejor nivel y ahora cuenta con más talento a la ofensiva en general (a sus costados y frente a él) que antes. Añade el regreso de DeAndre Levy y el renacimiento de Haloti Ngata, y tendrás a un equipo al que muchos no le dan el crédito suficiente.
Mención no honorífica: Jaguars de Jacksonville
Todo mundo enloqueció con la temporada baja de los Jaguars y con mucha razón. Además de incorporar al tacle Malik Jackson y a la selección de primera ronda de 2015, Dante Fowler a su línea defensiva, Jacksonville también abasteció su línea profunda con el linebacker Myles Jack, los cornerbacks Patrick Ramnsey y Prince Amukamara, y el safety Tashaun Gipson. Súmale a esto al ex linebacker de los Jets, Chris Ivory, para balancear el ataque aéreo y ahí lo tienes, un equipo candidato para grandes cosas.
Por supuesto, sin olvidar que la línea ofensiva está plagada de hoyos, que Ramsey es un niño que le falta mucho por aprender, Jack es un novato que viene saliendo de una grave lesión, y no tenemos idea si Fowler es realmente bueno. El plantel de Jacksonville presenta muchas preguntas y tiene una sola respuesta; si tan sólo uno o dos eslabones de la cadena de posibilidades falla, este equipo no estará listo para tomar el siguiente paso que muchos esperan.