La belleza de la comida rápida es que la preparan rápido, te llena y —lo más importante— es barata. Puedes comprar una hamburguesa doble, papas a la francesa, Coca-Cola y todavía tener cambio. Sin embargo, cuando un hombre visitó una sucursal de KFC la semana pasada, recibió una cuenta mucho más gorda de lo que había pedido.
Según la cadena de noticias local Gazette Live, el cliente Mark Howie visitó una sucursal de KFC en Wolviston, County Durham, Inglaterra y gastó £23 libras ($30 dólares) en comida para su familia. El lunes siguiente, recibió una multa de £60 ($79 dólares) por correo. ¿La razón? Tardaron demasiado tiempo en comer su orden.
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¡Para chuparse los dedos, pero en chinga!
Howie recibió la sanción por parte de la compañía privada de estacionamientos Civil Enforcement Ltd, quienes gestionan el estacionamiento en KFC y dicen que excedió el límite de una hora por 19 minutos. La multa en sí no generó una molestia para Howie. Sin embargo, declaró a Gazette Live: “Lo que más me sorprendió es cómo te dicen que tienes que comer en familia en menos de una hora, pero cuando tienes hijos, es imposible. Como cliente, me sentí maltratado”.
Al principio, KFC se negó a intervenir, pero impugnó la multa a favor de Howie. MUNCHIES contactó a la cadena para averiguar más sobre este caso. Un vocero nos comentó: “Aunque nosotros no manejamos el estacionamiento en la sucursal de Wolviston, nuestros fans son importantes para nosotros, así que trabajamos junto con la compañía de estacionamiento para hacer que la multa de Mark sea revocada. Las restricciones del tiempo en estacionamiento están ahí para beneficio de nuestros clientes, para que haya espacios disponibles. Hemos tomado en cuenta las sugerencias y estamos analizando cómo podemos mejorar el sistema”.
Hablando de comida “rápida”…