Artículo publicado por VICE Colombia.
En días pasados #FelicianoALaQuinta fue uno de los hashtags que más se movió en Twitter y que fue tendencia en Colombia. El hashtag hacía referencia a Feliciano Valencia, un indígena nasa representante del partido del Mais que llegó por primera vez al Senado en las elecciones pasadas.
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La segunda parte del hashtag, “a la quinta”, se refería a la Comisión Quinta del Senado, el espacio del Congreso donde se discuten todos los temas y proyectos de ley referentes a medio ambiente, minería, régimen agropecuario y adjudicación y recuperación de tierras. Es decir, una parte grande de los temas que históricamente han afectado a los indígenas y que han hecho parte de sus luchas históricas.
El hashtag empezó a moverse días antes de que se conformaran las comisiones, pero en la noche del 31 de julio fueron elegidos los congresistas de cada comisión y, como lo vaticinaba el temor detrás de la urgencia del hashtag, Feliciano Valencia no quedó seleccionado para la Comisión Quinta.
Feliciano Valencia ha sido por años un líder visible y referente dentro de la movilización indígena en Colombia: fue el líder del Consejo Indígena Regional del Cauca (Cric), una de las organizaciones indígenas más importantes, y ocupó la presidencia del Movimiento Alternativo Indígena y Social (Mais), un partido político nacido al interior de la Organización Nacional Indígena de Colombia (Onic), tal vez la organización indígena más grande del país.
En 2015 fue capturado y encarcelado por el delito de secuestro después de que la guardia indígena retuviera a un cabo del Ejército en una movilización indígena y lo condenara a 20 latigazos según lo dictado por su propia jurisdicción. Sin embargo, un año después la Corte Suprema de Justicia dio la orden de revocar la condena y Valencia salió libre. Hoy, dos años después de eso, Feliciano Valencia ocupa el puesto de la jurisdicción especial indígena en el Senado.
Natalia Orduz, abogada especialista en derechos ambientales y territoriales colectivos de comunidades étnicas, le contó a VICE en Español que, si bien es una ganancia importante el hecho de que el Senador Feliciano Valencia haya llegado al Senado, sí es una lástima que se haya quedado por fuera de dicha comisión, pues es el espacio en el que se discuten muchos de los temas que afectan directamente a sus territorios.
“Para los indígenas el tema territorial es prioritario. De hecho, muchas comunidades dicen que sin sus territorios no son indígenas, y hay muchas normas que protegen los derechos de las comunidades a la tierra. Pero a pesar de toda esa protección, hay otros procesos como el Plan Nacional de Desarrollo que entran en contravía con esas normas, como el hecho de que se quiera limitar más el derecho a la consulta previa. Muchas de esas normas se discuten en la Comisión Quinta”, me contó Orduz.
Para el Senador Valencia, estar en la Comisión Quinta era una expectativa que traían desde las regiones, “usted sabe que nos hemos dedicado a la lucha por la tierra y a la defensa del territorio casi toda la vida (…) —me dijo por teléfono— pero nos encontramos con una realidad legal en el Congreso en la que la asignación de comisiones depende del número de curules”. Según me contó Valencia, la prioridad se la llevan entonces los partidos políticos con más curules en el Congreso —el Centro Democrático, Cambio Radical y el Partido Conservador son los tres con más curules— y en contraparte, a las jurisdicciones especiales, que solo tienen una curul, les toca prácticamente conformarse con lo que les toque.
La consecuencia de eso es que las comisiones más apetecidas, las de los debates más complejos y delicados, se las llevan por delante los partidos políticos más poderosos.
“Pero además de esa situación tampoco encontramos voluntad política por parte de los partidos de la coalición del Gobierno que son como aplanadoras. Si hubiera voluntad política ellos nos podrían ubicar en las comisiones estratégicas a las que nosotros aspirábamos a llegar”, me aseguró el senador.
Sin embargo, Feliciano Valencia y su equipo ya tienen un plan para compensar no haber quedado en la comisión más importante para las comunidades indígenas: articularse y colaborar con los otros partidos que sí llegaron a esa y otras comisiones. Según Valencia, hay colegas del Polo, de la Alianza Verde y de otras fuerzas alternativas con los que piensan colaborar para poder presentar los debates y proyectos sobre temas como la defensa de su territorio, la defensa de la paz y la protección de los líderes sociales.
“No estaba en mi perspectiva llegar al Senado, esto fue casi un mandato de las comunidades y de las autoridades indígenas para cumplir un rol más allá del trabajo en regiones. Nuestra mentalidad, ahora que estamos acá, es la articulación de la lucha parlamentaria (…) con los procesos de resistencia en las regiones”, concluyó Valencia.