Cómo es no tener imaginación visual

Anke Dirix, aphantasia, science - two blank faced figures (one wearing red, the other blue) stand in front of an escalator, each has a thought bubble attached to them (bubble on the right contains two pink elephants and a small red car, bubble on right is

Es muy fácil dar por sentada la imaginación, sin embargo, ella es la encargada de moldear nuestros pensamientos, de darle forma a nuestras fantasías. Está ahí cuando soñamos despiertos y cuando nos vamos a dormir; para la mayoría, los días y las noches van acompañados de una presentación visual incesante.

Sin embargo, no todos pueden hacerlo. Estudios muestran que el 2.6 por ciento de las personas tienen afantasía, es decir, no tienen la capacidad de crear imágenes en su mente. Esto, obviamente, hace que nos preguntemos: ¿Qué pasa cuando sueñan? ¿Pueden fantasear? ¿Significa que no son creativos? Si les pidieras que recordaran la cara de su tía favorita o la habitación de su ex, ¿podrían hacerlo?

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El término fue acuñado hace varios años por Adam Zeman, un neurólogo que da clases en la Universidad de Exeter del Reino Unido. En 2010, él y su equipo examinaron el caso de un hombre de 65 años que no podía crear imágenes mentales después de someterse a una cirugía de corazón.

El estudio resultante llegó a las páginas de la revista científica Discover. Poco después de la publicación, los científicos recibieron respuestas de unas 20 personas que reconocieron su incapacidad de imaginar cosas. Sin embargo, había una gran diferencia entre los encuestados y el hombre de 65 años: estas personas nunca se habían sometido a una operación.

Zeman y su equipo llevaron a cabo un nuevo estudio sobre los encuestados, centrándose en su capacidad de crear imágenes mentales. Como era de esperar, su capacidad para visualizar pensamientos fue mucho menor que el promedio. Aún así, a pesar de esta falta de lo que se considera “recuerdo voluntario de imágenes”, la mayoría de los participantes fueron capaces de invocar imágenes involuntarias, es decir, podían soñar.

Las personas que tienen afantasía pueden no darse cuenta de que su capacidad de imaginación visual es considerablemente menor que la de la mayoría de la población. La artista Marthe Vroegop, de 30 años, descubrió que tenía afantasía hace unos tres años gracias a un video en YouTube. [El video] explicaba que algunas personas pueden ver imágenes mentales con mucha claridad, mientras que otras no ven nada”, dice. “Siempre pensé que cuando la gente hablaba de ‘pensar en imágenes’ lo hacía en sentido figurado, porque no sabía que otras personas veían imágenes reales cuando pensaban”.

Si bien no es capaz de crear imágenes en su mente cuando piensa, sí sabe cómo se ven las cosas, o algo así. Utiliza a su novio como ejemplo. “Yo describiría mi idea de él como una mezcolanza de componentes visuales que existen en una especie de neblina: tiene el cabello oscuro, los ojos verdes y mide 1.80. Sé estas cosas, pero no son suficientes para producir una imagen duradera de él en mi cabeza”.

El profesor Dr. Steven Laureys propone que hagas esta prueba rápida para saber tu capacidad para visualizar imágenes. ¿Qué desayunaste esta mañana? ¿Puedes ver la leche blanca cayendo en cascada sobre el cereal dorado, un vaso de jugo de naranja al lado del plato de cereal? ¿O no ves absolutamente nada?

Otra prueba podría ser: ¿qué ves cuando te piden que imagines un elefante rosa? Hay gente que puede evocar una imagen hiperrealista renderizada en 4K, mientras que otros tal vez logren ver una imagen en blanco y negro vagamente delineada de algo que se aproxime a un animal.

En otras palabras, la imaginación no es binaria. “El cerebro es muy bueno imaginando cosas, pero cada quien lo hace diferente”, explica Laureys. “Debemos ver la imaginación como un espectro enorme. En un extremo está la afantasía, y en el otro la hiperfantasía [que es cuando tienes un sentido de concepción visual extremadamente claro y vívido]”.

Vroegop sueña de vez en cuando, pero no detalladamente. “No puedo recordar con qué sueño”, dice. “Sé dónde estoy en mi sueño y quién está conmigo. No estoy segura de si realmente puedo ver imágenes cuando sueño. Creo que sí, pero a veces me pregunto si eran imágenes o solo conceptos”.

Es difícil establecer una cifra sobre el número de personas que experimentan afantasía. Incluso los expertos tienen dificultades para capturar algo tan subjetivo y personal como la imaginación dentro de los límites del lenguaje científico.

“Como nuestra conciencia tiene muchos aspectos, este tipo de investigación siempre es un poco reductiva”, dice Laureys. “Sin embargo, vemos ciertas correlaciones, por ejemplo, las personas con afantasía son más propensas a ser científicas, y las personas con hiperfantasía tienen más probabilidades de elegir profesiones creativas”.

Esta afirmación está respaldada por otro estudio dirigido por el equipo de Adam Zeman. Descubrieron que el 20 por ciento de las personas con poca o ninguna imaginación visual elige carreras en matemáticas, informática o ciencias, mientras que una cuarta parte de las personas en el otro extremo del espectro trabaja en arte, entretenimiento y diseño.

Laureys enfatiza que la afantasía no necesariamente es un obstáculo para la creatividad. “Como mencioné, no es fácil buscar evidencia científica sólida cuando se trata de algo tan personal y subjetivo como nuestra imaginación”, dice. “Podemos hablar de profesiones artísticas o creativas, pero la creatividad se puede definir en muchos niveles diferentes. ¿Haces música? ¿Te dedicas a las artes visuales? ¿Escribes novelas? La afantasía se refiere principalmente al componente visual. Pero, de nuevo, el hecho de que no tengas imaginación visual no significa que no puedas ser un gran artista visual”.

Glen Keane, por ejemplo, lo demostró cuando creó a la Sirenita Ariel, sin ninguna capacidad de crear imágenes visuales. O Ed Catmull, que tiene afantasía y es el cofundador de Pixar y expresidente de los estudios de animación de Walt Disney. Catmull trabajó en Star Trek II, Toy Story, Buscando a Nemo, WALL-E, Up, Frozen, etc. También recibió un Oscar por desarrollar Pixar RenderMan, un software de renderizado 3D, sin poder ver cosas cuando cierra los ojos. A lo que voy es que no es necesario poder imaginar un elefante rosa o un tazón de cereal para ganar un Oscar.

La misma Vroegop ha logrado establecer una carrera como artista y fotógrafa, y trata de ignorar su afantasía lo mejor que puede, pero no siempre es fácil. Según un estudio, esto puede deberse en parte a que las personas con afantasía usan su memoria y el conocimiento previamente adquirido para completar tareas en las que otros, aquellos sin afantasía, se basan en las imágenes mentales.

“Nuestro cerebro es maleable. Tienes ciertos trucos para compensar esa falta de imaginación. A la mayoría de las personas con afantasía le va muy bien en la escuela o en el trabajo”, dice Laureys. “Lo importante que hay que recordar es que todos somos diferentes en la forma en que pensamos sobre el mundo, y esto no es motivo para entrar en pánico o pensar que eres anormal”.

Para Vroegop, vivir con afantasía tiene una ventaja: “Las imágenes negativas o desagradables, ya sea de películas o de la vida real, no se quedan en la mente. Y eso es muy bueno”.