El mundo de la producción electrónica y DJs es altamente competido, conforme la lista de géneros y nombres aumenta, se vuelve más difícil innovar, generar un sonido fresco y voz genuina que destaque del resto. Sobre todo en un entorno global en el que es muy fácil llegar a la mayor cantidad de oídos exigentes y receptivos, mismos que de una u otra manera saben detectar cuando hay pan con lo mismo.
Dentro de los modelos más encumbrados en la música electrónica desfilan los nombres de los más grandes, exitosos y adinerados, mismos que son vistos con recelo por el underground y con admiración por los grandes públicos.
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¿Qué es lo que los hizo llegar a donde están? ¿Fue un asunto de pura y llana meritocracia, suerte o destino? ¿Existe una fórmula para llegar al éxito? Los DJs y productores amateurs escarban constantemente en los archivos, tomando nota de los trucos, equipo, técnica o estrategias empleadas por los más grandes. Lo cierto es que la grandeza detrás de cada artista varía y cambia según el caso.
Bajo la premisa de que el ejemplo hace al maestro, indagamos en los secretos de 10 de los más grandes DJs del mundo para compartir las fórmulas, lecciones y trucos a seguir para lograr el éxito.
Así que prendan la torna y tomen nota.
Dime con quién se junta Tiësto y te diré hacia dónde va el EDM
Trabajo y estrategia: DJ Tiësto
Con 48 años de edad, oriundo de los Países Bajos, el neerlandés DJ Tiësto es hoy por hoy uno de los productores más encumbrados del mundo, posicionado como uno de los más exitosos y millonarios del mundo (su fortuna se encuentra estimada en casi 40 millones de dólares).
Hay quien dice que su éxito se debe a la coyuntura en la que el trance dejó de ser un género meramente europeo para catapultarse a la palestra global a mediados de la década del 2000. Lo cierto es que Tiësto lleva ya casi 30 años trabajando arduamente y alimentando una carrera que lo mismo abreva del trabajo duro y ensayado, que de una estrategia de marketing bien diseñada.
Sin embargo, hay un punto clave en la carrera del neerlandés que significó la catapulta a las grandes ligas. Fue en 2004, cuando a Tiësto (ya considerado el mejor dentro del trance) se le comisionó participar en los Juegos Olímpicos de Atenas. Su acto asombró debido a que muchas de las piezas que hizo sonar no eran muy conocidas en América, dejando perplejo a más de uno.
Saber ubicarse en el momento y lugar adecuados. Muchos factores ayudaron a que Tiësto llegara a la cumbre. Cuando el trance fue asimilado, Tiësto llevaba ya un buen rato gestando un sonido propio, pero cuando MTV compró los canales europeos comenzó a quitar el género de la televisión para ir más al EDM, género en el que Tiësto cayó en blandito.
A partir de ahí, la publicidad y los medios comenzaron a hacer lo suyo, nominándolo a premios como el número uno, invitándolo a colaboraciones y venderlo como el más destacado de su generación.
Tiësto ha confesado que su afán por ser DJ vino desde pequeño, cuando lo único que le apasionaba era compartir música. El resultado de esa pasión puede registrarse con claridad en su discografía de 1996 al 2005, en donde la creatividad y la energía es palpable. El resto ha sido cosechas y concesiones con el pop más ramplón, que lo mismo acaricia a Paul Oakenfold que a Carlos Vives.
Energía, pasión y originalidad: Skrillex
El norteamericano Sonny John Moore, mejor conocido como Skrillex, es una figura clave para entender la masificación del dubstep en el mundo entero y una de las razones por las que muchos productores nuevos se avientan a picarle al Ableton Live.
Amado y odiado a partes iguales, Skrillex sigue siendo uno de los productores de moda con mayor éxito, en buena medida por su agresividad y contundencia para levantar el ánimo de las multitudes.
Desde temprana edad, y desde sus orígenes emo-punks, la obra de Skrillex ha encontrado eco en más de uno, gracias a que supo sacar jugo de plataformas como MySpace, en las que el pasado dolido fueron caldo de cultivo para generar una voz genuina.
Cuando se le pregunta sobre la génesis de su éxito, Skrillex ha sido claro en que una de las razones principales es nunca seguir recetas y tratar de generar un sonido propio, a base de trabajo duro del talento. Esa es la clave de alguien que pese a mostrarse siempre amigable y afable con sus fans, en el escenario muestra una pasión y energía como pocos hoy en día, además de forjar un personaje altamente identificable con la juventud.
Liderazgo: Carl Cox
Grande entre los grandes, Carl Cox es uno de los DJs más reputados en el mundo dentro del house y el techno, gracias a su temprano profesionalismo, en una época en la que el ser DJ era aún parte de un divertimento subterráneo.
Si bien la fama de Cox se ubica en las primeras fiestas clandestinas al aire libre en el Reino Unido, la producción propia se dio a partir de 1991 para el sello de Paul Oakenfold, momento en el que comenzó a catapultarse, siendo uno de los grandes durante casi toda la década de los noventa.
Cuando se le pregunta sobre la fórmula del éxito, Carl Cox es contundente: “Trato de liderar, no de seguir, de no ser visto como alguien que sólo toca los veinte temas más vendidos de Beatport porque eso es algo demasiado sencillo. Además, mezclo capas y trato de disfrazar el sonido original de lo que toco para darle a mis sets algo de creatividad. Esa es la razón por la que salgo: para escuchar la música que no puedes encontrar en MTV, tu radio local o en los charts”.
Cuestión divina: Snake
A sus 31 años, el francés Snake es reconocido como uno de los mejores productores de su generación, en donde el hip hop juega un papel crucial en su sonido, mismo que ha sabido aprovechar su temprana fama en 2013 bajo el cobijo del sello angelino Mad Decent.
Snake ha confesado que su deseo de ser DJ vino cuando vio la película “La Haine”, en donde aparece en una escena Cut Killer, a quien Snake considera como uno de los DJ más famosos de Francia, gracias a su habilidad para el scratch, lo que influyó notablemente a que el francés optara por los viniles al inicio de su carrera.
Reacio a las entrevistas y siempre meticuloso en sus producciones, Snake ha dicho en más de una ocasión que no existe una fórmula real para el éxito, pero que en su caso fue Dios quien le dio unos oídos privilegiados para saber cuándo algo va a ser realmente grande. Intuición divina.
El poder de la complacencia: Martin Garrix
Uno de los más jóvenes de la lista (21 años). Martin Garrix confiesa que su verdadera pasión por la música electrónica se detonó a la edad de 8 años, cuando vio a DJ Tiësto tocar en Los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. Para cuando tenía 12 años, Garrix ya mezclaba bajo el nombre de DJ Marty.
Con el progressive y el EDM bajo el brazo, Garrix también supo sacarle jugo a su talento a través de las redes sociales, tópico que hace sentido cuando se le pregunta sobre su buena estrella, ya que uno de sus objetivos constantes es “ser relevante y crear temas propios”. Esos dos elementos lo llevaron a posicionar su primer éxito en la segunda mitad de 2012, cuando hizo el remix de la canción “Your body” de Christina Aguilera.
“Lo que me hace único es siempre encontrar lo único y sorprender a las personas”, afirma Garrix, quien está bien acomodado en forma y contenido de la popularidad como modelos a seguir (sus artistas favoritos son Coldplay y Kendrick Lamar). Darle a la gente lo que quiere, ese es su secreto, como él dice: “Si veo a alguien sonreir, yo sonrío, si veo a miles de personas estando contentos, yo me alegro mucho y me siento agradecido por hacer esto”.
Determinación: David Guetta
A sus casi 50 años, David Guetta lleva ya varias décadas encumbrado como uno de los mejores DJs del mundo, trabajando un sonido que se camuflajea entre el pop, el house y el EDM. Desde muy temprana edad, Guetta decidió dejar los teclados y dedicarse a la música electrónica, compitiendo secretamente con uno de sus tempranos role models, adivinen: Tiësto.
Cuando Guetta es cuestionado sobre la génesis de su éxito, el DJ francés siempre cuenta la misma anécdota, cuando de pequeño cursaba la secundaria y una profesora de matemáticas se mostró preocupada por su bajo rendimiento:
-No se preocupe, yo quiero ser DJ. No necesito ser bueno en matemáticas.
-¿Qué es eso? -preguntó la profesora.
-Utilizo caras B, a cappellas y mezclo temas, creo loops…
-Eso no es un trabajo. ¿Crees que te vas a ganar la vida así?
Y sí. Años después, el trabajo de Guetta no sólo le da de comer sino que le ha permitido amasar una fortuna de más de 40 millones de dólares, entre colaboraciones, conciertos, soundtracks y comerciales para exclusivas marcas. Música y marketing.
La de Guetta es una historia de éxito acuñada a base de trabajo y determinación, en el que también entra en juego la solidez del equipo que forma con su esposa Cathy (Dakar, 1967), quien por cierto se quedó con la mitad de su fortuna tras su divorcio en 2014, tras 25 años de relación.
Herencia visionaria: Armin Van Buuren
Otro de los hijos afortunados de los Países Bajos, a sus 40 años, Armin Van Buuren se ha colocado en el radar de propios y extraños de la música electrónica, con un trance que eventualmente coquetea con el pop y que tampoco tiene concesiones a la hora de participar con el mundo del marketing.
Van Buuren ha declarado que su deseo nunca ha sido ser un artista comercial, aunque su talento lo ha llevado por esos caminos, gracias en buena medida a la pasión por la música de su padre, quien también soñó en su momento con la posibilidad de tener una máquina en la que unir trompetas, violines y sonidos de piano para componer su propia sonata fuera una realidad.
A sus 14 años, Van Buuren ya componía sus propios temas con un mezclador y un sintetizador, y con 19 ya estaba trabajando como DJ en una discoteca de su ciudad natal para cosechar sus primeros éxitos.
Pero no fue sino hasta 2001, que Armin logró el éxito mundial. Si bien para entonces sus fans se contaban por centenas, su intención de llegar aún a más gente le llevó a crear el programa de radio A State of Trance.
Fue el incipiente internet lo que gestó la posibilidad de descargar sus temas desde la página oficial del programa y la publicación de la emisión en internet, así como la difusión vía programas P2P. Ahí fue cuando todo cambió.
Aprovechar las oportunidades: Calvin Harris
Con 33 años y un rango amplio de sonoridades que van del electropop al dance y el house, el escocés Calvin Harris lleva alimentando una prolífica carrera de finales de los noventa a la fecha. Su éxito hace referencia multitudes bailando, millones de discos vendidos y una fortuna de más de 60 millones de dólares, siendo hoy por hoy uno de los DJs mejor pagados del orbe.
Buena parte del éxito de Harris se entiende gracias a las múltiples colaboraciones que tiene con diversos artistas de todos los géneros. Visionario y estratega, Calvin Harris ha dicho que su fama y reputación viene del click generacional con la juventud, en el que “el auge de la música ‘dance’ ha sido astronómico en los últimos tres años. Estuve en el lugar correcto y el momento adecuado”.
Diversificar el talento y la riqueza: Steve Aoki
El norteamericano Steven Hiroyuki Aoki tiene casi 40 años y parece de 20, gracias a la energía que desborda en el escenario, en donde lo mismo arroja pasteles a la gente, que se sube a bailar a las tornamesas, mientras da más presentaciones de las que puede aguantar un cuerpo promedio, en medio de rolas pop locales, múltiples entrevistas y colaboraciones, todas ellas traduciéndose en más ceros en la cuenta.
¿Qué es lo que hace a Aoki un ser de otro planeta y uno de los DJs con más presencia en el imaginario colectivo contemporáneo? Más allá de su férrea disciplina y un equipo coordinado detrás de él, que cuida de sus tiempos, contratos y salud, Steve Aoki traduce la ansiedad desbordada en trabajo duro y ordenado que lo encumbra como una de las figuras más ponderadas del EDM.
Steve Aoki se estima a sí mismo como un individuo afortunado, especial, diferente y, por qué no, súperdotado, que enfoca todos sus esfuerzos en traducirlos en un beneficio, ya que si bien es hijo del millonario japonés Rocky Aoki, propietario de una cadena de restaurantes en Estados Unidos , Steve ha construido también su propia fortuna al producir, administrar y crear música para sus fans.
Hoy en día, Aoki tiene una fundación para apoyar a diversas organizaciones en áreas especializadas en la ciencia del cerebro y la investigación con un enfoque específico en la medicina regenerativa y la preservación de la mente humana.
Creer en uno mismo: Alesso
Se estima que sólo el 10% de los DJs mundiales tiene acceso a una vida de jets privados y lujos extremos derivados de su éxito. A sus 26 años, el sueco Alesso es uno de esos afortunados, gracias a la confección de un house virado hacia el EDM, que encaja perfecto en el gusto de los grandes públicos.
El hijo predilecto del extinto trío Swedish House Mafia ha subido como la espuma de 2011 a la fecha, gracias a que tiene un método de trabajo bien definido, en donde la determinación y creer en el trabajo propio lo ha llevado a confeccionar un hit tras otro.
El productor sueco ha recomendado siempre el trabajo enfocado: “Trabajen duro, porque hay mucho trabajo detrás de todo. Concéntrense, no se distraigan por cosas que no tienen mucho sentido y diviértanse”. Creer en su trabajo, siempre: “Nunca me permito pensar en una canción en términos del éxito que pudiera traerme, simplemente tengo que creer en ella”, afirma Alesso, quien también asegura sentirse más seguro de sí mismo, tanto como productor como compositor, además de verse mucho más involucrado y disfrutando del éxito suficientemente como para sentir que puede hacer lo que quiera.