Qué hace la gente mientras su pareja se está follando a otra persona

ilustración cosas que haces mientras se follan a tu pareja

Preparar unos fideos con salsa carbonara. Ir a comprar discos. Mirar las formas extrañas que se crean en las baldosas del suelo de un centro comercial. ¿Qué hace exactamente la gente mientras sabe que en ese momento alguien se está follando a su pareja? No me refiero a un “qué hace” en general, como considerar terminar con la relación o callar y sufrir en silencio, me refiero a un “qué hace” más literal y práctico. ¿Qué diablos hace la gente durante las horas en las que sabe que un desconocido (o no) está comprimiendo sus genitales contra los de su pareja?

Pues eso, ¿jugar al solitario del Windows? ¿Limpiar la casa? ¿Rellenar el bote de gel de ducha con champú y el de champú con gel de ducha? ¿Cómo se viven los momentos de puro sufrimiento? Claro que también existe la posibilidad de que se trate de una relación en la que se consienta follar con otras personas, en la que alguien, mientras su pareja está follando, decida, tan tranquilamente, alquilarse una buena peli, calentar unas palomitas en el microondas y pasar una buena noche con los jodidos Aristogatos. Pues esto es lo que hemos preguntado a varias personas.

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FUMARSE UN BUEN NEVADITO

“Vale, yo me estaba liando con un tío y este me invitó a su fiesta de cumpleaños. Más concretamente a su fiesta de cumpleaños, en la que estaba su exnovia. Aún más concretamente, en su fiesta de cumpleaños, donde estaba su exnovia con la que se reconcilió y se pusieron a follar allí mismo, mientras yo estaba en el salón con sus amigos y mi regalo hecho a mano. Los dos se fueron a una habitación y salieron despeinados y poniéndose la ropa a medias, muy obvio y poco discreto. Todo el mundo sabía que estaban follando aunque la música estuviera muy alta, así que mientras follaban me fumé un nevadito [un cigarro con coca] y me puse a charlar con los otros invitados, intentándomelo pasar superbien, hablaba con todo el mundo e intentaba demostrar que me la sudaba, pero por dentro todo era horrible y pensaba que era tonta y no entendía por qué me había invitado. El regalo manual que le hice era una libreta con dibujos personales de cosas significativas para ‘nosotros’, como si fuese un diccionario de la relación que no teníamos. Patético. Un suicidio, vaya. Llevábamos viéndonos como ocho meses, pero no de forma continuada, tenía 19 años y se me fue la olla, estaba in love”. —Carmen, 25 años.


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SER LA PAREJA PERFECTA PARA QUE SE SIENTA AÚN PEOR

“Pues yo una vez hice esto: me dediqué a planchar por primera vez en la vida. Todo. Gayumbos incluidos. Recoger la casa. Preparar una masa de ricotta y espinacas para poder hacer canelones al día siguiente. Y después fui la persona más amorosa y simpática del mundo, no le iba a decir nada obviamente. Y cuanto más simpática era yo, más veía que el otro se sentía culpable. Lo disfruté bastante, he de decir. Gracias a esto me invitó a un restaurante de dos estrellas Michelin al que siempre había querido ir y me regaló una tablet. Y me comió el coño mucho durante ese mes. Y yo fui toda amor, rollo ‘si me miras bien a los ojos vas a saber que lo sé, así que haz el favor de compensarlo’. Vale, sentí rabia en el primer momento pero soy demasiado narcisista como para que algo así me afectase. Siempre me pongo muy a la defensiva, rollo ‘Psé, si te piensas que la otra tipa te va a aguantar, ve por ello, te animo, a ver qué tal te va’. No tenía mucha alternativa. No iba a romper con el energúmeno por ese motivo. Pero bueno, él se sintió fatal. De hecho, se sintió mucho peor de lo que yo me llegué a imaginar. A mí me daba la risa porque le vi bastante destrozado las siguientes semanas, enviando whatsapps a los colegas, rollo ‘Necesito hablar con alguien’. El tipo me contó la verdad solo después de haber roto. Antes no, pero él sabía que yo lo sabía porque obviamente antes nunca le había planchado las camisas”. —Sara, 33 años.

IR AL TEATRO Y CENAR CON LAS COLEGAS

“Con mi pareja hemos acordado poder tener relaciones con otras personas que nos atraigan sexualmente. De hecho, ayer mi pareja estuvo con otra chica y, mientras, yo fui a cenar y luego al teatro con unas amigas. Y esta mañana tenía hora en la peluquería. Fui porque era el cumpleaños de una amiga y la cita en la peluquería la tenía desde hacía un mes, o sea, que no lo hice expresamente. Tampoco me ralla demasiado y no pienso en ello mientras está pasando. La obra de teatro estaba bien y se me pasó el tiempo muy rápido. Como ya le he visto hacerlo antes (practicar sexo con otras, me refiero, cuando hacemos tríos), no se me hace duro. Yo sé que en cualquier momento puedo yo (o él) volver a cerrar la relación o poner las normas que quiera, y eso me da tranquilidad. Hablamos mucho las cosas: lo que nos da miedo, lo que no, lo que él preferiría que no hiciera… Estas cosas. ¿Sabes esa chica o chico (y seguro que te viene alguien a la mente) con el/la que nunca, por ciertas circunstancias, has podido practicar sexo y que terminas idealizando? Pues a modo spoiler, probablemente el sexo con esa persona será decepcionante. La diferencia entre nosotros y los demás es que yo le dejo comprobarlo y él me lo deja a mí. Así no nos quedamos con las ganas. Y claro, el pensamiento de que acabe mal te pasa por la cabeza. Pero si tu pareja te deja porque se ha enamorado de otra chica con la que ha practicado sexo consentido por su pareja, honestamente, creo que habría acabado pasando igualmente. Quizá habría sido a los 40 en vez de a los 30, pero el resultado sería el mismo”.

—Mireia, 27 años.

PASEAR CON UNA AMIGA MUY GUAPA

“Cuando sé que mi novia está con otro follando, el top sería estar follando yo también, así no pasaría nada, se equilibraría la cosa y no me sentiría fatal. Pero si salgo a intentar follar y fracaso, esto ya sería terrible, ahí me hundiría. La idea es que tengo que estar haciendo cosas para mí, si es así, me la suda si se está follando a otro. Por ejemplo, si estoy con colegas tocando música, no hay problema. Si voy al cine a ver una peli es una mierda porque no puedo concentrarme pero si soy yo el que está haciendo una peli, entonces me da igual. Ella ahí follando y yo haciendo una peli, la tía está perdiendo el tiempo, yo soy la hostia. Pero si hago actividades relajadas (leer o ver pelis), eso es lo peor, me hundo en la cama y no hago nada. Otra cosa ideal es tener una amiga muy guapa. Yo tengo una y cuando me ha pasado algo similar a los cuernos entonces salgo a la calle a pasear con ella o nos vamos de fiesta y la gente nos ve y piensa que somos pareja o que follamos y esta sensación ya me anima lo suficiente como para olvidar el polvo que se está marcando la parienta. ‘Joder, este tío se folla a esta buenorra’, piensa la gente. Pues no me la follo pero me gusta que piensen esto. Me tranquiliza, al final termino incluso creyéndomelo yo”. —Néstor, 29 años.

FOLLAR CON OTRA PERSONA A MODO DE EQUILIBRIO CÓSMICO

“Un fin de semana, la chica con la que salía se fue a Barcelona a ver ‘dos antiguas compañeras de trabajo’, aunque yo sabía que no eran ‘dos antiguas compañeras de trabajo’ sino un tío con polla. Así que esa noche salí de fiesta con unos amigos y con muchas ganas de follar y terminé tirándome a una chica. Al día siguiente, rastreando por redes, vi que —obviamente— lo de mi novia no eran ‘dos antiguas compañeras de trabajo’, sino un tío de Barcelona, así que me pasé ese fin de semana jodido, dolido y herido pero tirándome a otra chica. Obviamente no le dije nada a mi novia y ella a mí tampoco, y pese a mis preguntas incisivas tampoco lo admitió. Aun así, cuando regresó a Madrid lo dejamos, bueno, me dejó ella a mí, supongo que prefería estar con el otro chico (ahora están saliendo juntos). De todas formas, me gusta pensar que mientras ella iba en el bus Madrid-Barcelona, yo me estaba tirando a otra, y ella ahí comiendo algún bocata de chopped y fantaseando con lo que le haría al otro chaval. No era tampoco un tema de venganza porque ella nunca lo ha sabido, es como buscar un equilibrio, una venganza interna para liberar energías al cosmos”. —Miguel, 27 años.


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STAR WARS

“Estaba saliendo con una chica pero tuve que volver a vivir a mi ciudad natal por temas familiares y, poco a poco, fui cada vez teniendo más claro que ella se estaba tirando a alguien. Yo le comentaba mi sufrimiento y le preguntaba si estaba con alguien y me decía que no y que era un “machista controlador”. Una noche sabía que saldría de fiesta con sus colegas y que se follaría a ese tipo y yo me piré al cine a ver Star Wars: Episodio III – La Venganza de los Sith. Al terminar vi que sus amigas me habían llamado y cuando devolví la llamada me contaron que mi parienta se estaba follando a otro. Me cabreé y decidí dejar la relación de inmediato”. —Diego, 32 años.

LLORAR Y HACER TEMAS DE NOISE

“Pues yo lo que hago es llorar, emborracharme y escribir a personas para follar (en este orden); romper cosas; escribir a la pareja y llamarla todo el rato para hacerla sentir mal (en el caso de que no sea consentido y me haya enterado); componer canciones de noise y, a veces, masturbarme pensando en cómo se están follando a mi pareja”. —Jaime, 30 años.

COMER UNA POLLA EN EL BURGER KING

“Yo las veces que lo he sabido he hecho varias cosas: llorar en la barra de un bar muy ciega, hacerle una mamada a un colega en el lavabo del Burger King (así, sin cenar), hacer un trío con otra pareja totalmente despechada, escuchar música deprimente o tomarme un par de valerianas e irme a dormir. Alguna vez también he hecho lo mítico de meterme en un taxi y decir eso de ‘siga a ese otro taxi’, en el que estaba mi pareja con su amante”.

—Laura, 32 años.

MIRAR CÓMO SE FOLLAN A LA PARIENTA

“En mi caso siempre ha sido consentido y siempre lo hemos hecho estando el otro delante, ya sea haciendo tríos o, en mi caso, mirando o mirando y masturbándome. Ahí estoy, sentado en la oscuridad, mirando desde cierta distancia y con un gin tonic en la mano. Mi cara solo iluminada por la luz del cigarrillo, disfrutando del espectáculo. La última vez que lo hicimos fue con un buen amigo de confianza, que a mi chica le encanta, y como sé que le gusta tanto, le dejé por primera vez dormir con él, y yo me fui a otra habitación. Por la mañana sé que lo hicieron, así que podría decirse que la última vez que yo sabía que mi chica estaba haciéndolo con otro, yo estaba durmiendo plácidamente en la habitación de al lado”. —Álvaro, 25 años.

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