Hemos tenido un año terrible y agotador, hasta el punto de que ni siquiera nos consuela que se acabe. Además, por si fuera poco, estamos a punto de comenzar la temporada festiva que solemos asociar a cosas como las fiestas del trabajo, las reuniones familiares, los viajes, etc. que ahora mismo están prohibidos en muchos países a causa de las segundas olas del coronavirus (y en algunos casos todavía la primera).
Si todo esto te parece una excusa perfecta para bajar las persianas y emborracharte en soledad, te entendemos perfectamente. La ansiedad, la depresión, la pérdida, el aburrimiento, el estrés y la soledad (¿te resulta familiar?) pueden propiciar el consumo de drogas y alcohol como vía de escape.
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No obstante, si quieres evitar caer en ello, hemos hablado con varios expertos sobre la manera de lidiar con una época navideña en confinamiento o en soledad sin la necesidad de recurrir a las drogas.
Averigua qué es lo que te hace querer beber, fumar o lo que sea
Entender la relación que tenemos con el consumo de ciertas sustancias requiere introspección. Ahora tenemos todo el tiempo del mundo, pero es un proceso que requiere fuerza de voluntad y la capacidad de analizar tu situación personal.
“Cuando trabajo con clientes que están sufriendo por una pérdida, les ofrezco algunas herramientas para observarse a sí mismos y determinar qué desencadena ciertas reacciones”, nos dijo Natalia Skritskaya, investigadora científica del Center for Complicated Grief. “¿Cuándo, por ejemplo, recurren a la bebida o cuándo suelen fumar?”. Skritskaya dijo que analizar estos patrones puede ayudar a esclarecer si alguien está dependiendo mucho de ese tipo de sustancias para evitar las emociones desagradables.
“Una parte importante del dolor es procesar la realidad y las consecuencias de la pérdida”, dijo. Aunque la mayoría de sus pacientes sufren por haber perdido a un ser querido, dice que este principio sirve para cualquier tipo de pérdida: si alguien consume sustancias para evitar ese procesamiento, es un problema.
Lawrence Weinstein, jefe de medicina de American Addiction Centers, está de acuerdo en que tomar nota de cuándo y cómo acudimos a la bebida o a las drogas es clave para mantener una relación sana con esas actividades.
“Beber o consumir una sustancia para escapar o acallar las emociones es motivo de preocupación”, dijo Weinstein. “Alguien que bebe para evitar la soledad o la ansiedad nunca desarrollará las herramientas necesarias para lidiar con esos estresores y, cada vez que se sienta solo o ansioso, beberá”. Además, explica que pronto se puede convertir en un callejón sin salida y llevar a problemas de dependencia más serios.
Aunque sea difícil, planifica los días más importantes
Aunque la idea de estar solo en las fiestas decembrinas puede dar miedo, debemos resistir la tentación de ser evasivos y mejor empezar a pensar en cosas que podemos hacer para pasar el tiempo. No olvidemos que, queramos o no, las festividades van a seguir en pie (En 2017, nuestra compañera Rachel Miller se adelantó y escribió una guía para estar solo en la Navidad).
“No nos gusta sentir emociones negativas, así que la gente evita pensar en lo que va a pasar porque dicen: ‘No va a ser lo mismo, va a ser un recordatorio de lo que he perdido’”, dijo Skritskaya. “Permítete estar triste y planea con antelación lo que vas a hacer para que no sea tan difícil”.
Organiza una videollamada con tus amigos o familiares. Coño, organiza llamadas todo el día si puedes. Prepara un maratón de películas, lee todos los libros de Crepúsculo, cocina algo difícil y decadente, trata de adiestrar a tu gato, haz voluntariado (siempre que sea seguro con el covid-19), da una vuelta en auto, monta en bici, haz senderismo o da un paseo por el vecindario, quédate en el sofá sin hacer nada y sin sentirte mal, cualquier cosa que te haga sentir bien y festivo; pero ten claro lo que vas a hacer. Con un plan de antemano, la tentación de recurrir a estrategias de afrontamiento relacionadas con el consumo de sustancias será menor.
Crea y sigue una rutina
Una de las formas más directas de evitar caer en patrones de consumo no deseables es crear y seguir un horario que te mantenga tan ocupado como sea posible.
Según Ken Leonard, director del Instituto Clínico y de Investigación de Adicciones de la Universidad de Búfalo, una rutina diaria puede ayudar en gran medida a combatir los sentimientos que te pueden llevar a consumir drogas o beber alcohol como estrategia de afrontamiento.
Hacer ejercicio regularmente, levantarse e irse a la cama más o menos a la misma hora todos los días y dedicar tiempo a tres comidas completas te puede ayudar a mantener un equilibrio emocional y mental sano. “Sabemos que el estrés y los sentimientos negativos pueden verse influidos por el estado físico general”, dijo Leonard. “Mantener una regularidad es un elemento importante en todo esto”.
Otra parte elemental de una rutina sana, especialmente cuando queremos evitar situaciones difíciles con las drogas y la bebida, es cuidar la salud mental.
Obviamente, hay algunas limitaciones en cuanto a los tratamientos de salud mental, dependiendo de tu empleo, tu seguro médico, las opciones en tu zona y cualquier otra circunstancia que pueda dificultarte obtener ese tipo de servicio. Pero, si has analizado la relación que tienes con la bebida y las drogas y crees que te estás automedicando, es muy importante acabar con el problema de raíz mientras sea posible.
“En los últimos 10 meses, ha habido una explosión de atención psicológica y psiquiátrica vía videollamada”, dijo Leonard. “También hay muchos tratamientos para el consumo de alcohol y drogas que se administran por esas vías”.
Si no puedes permitirte asistir a terapia o no encuentras con un terapeuta, existen otras opciones. Hay muchos lugares en internet donde ofrecen grupos de apoyo gratuitos con otra gente que también está teniendo problemas para sobrevivir al 2020. Hacer meditaciones guiadas, mejorar la capacidad de gestión del tiempo o evitar estresores conocidos también puede servir para cuidar la mente, lo que a su vez ayudará a evitar que quieras beber o consumir drogas.
Trata de ver el lado bueno de las cosas
No pasa nada por consolarse pensando que, aunque no vas a hacer todo lo que te gustaría, tampoco vas a tener que fingir que te sientes mejor de lo que estás en realidad.
En vez de beber para desinhibirte en una fiesta navideña a la que tienes que ir por obligación o tener que fumarte un porro con tus primos para aguantar el insoportable sermón político del tío Juan, ahora puedes celebrar tu propia Navidad de la forma que más sana y feliz te parezca.
“Aquellos que sufren una pena intensa y prolongada, no disfrutarán mucho de las reuniones, porque les resultarán estresantes”, dijo Skritskaya. “A menudo, en las reuniones, sienten que tienen que fingir ser felices. Así que, para algunos, la pandemia ha ayudado en cierto modo”.
Leonard dijo que también es un buen momento para empezar a pensar en formas constructivas de pasar el tiempo libre, especialmente teniendo en cuenta los pasatiempos que hemos dejado de lado.
Apóyate en tus seres queridos, quienes probablemente también lo están pasando mal
Las vacaciones están pensadas para pasarlas con otra gente. Aunque no podamos estar físicamente los unos con los otros, podemos hacer un esfuerzo mayor para seguir conectados.
Weinstein dijo que el consumo excesivo de drogas y alcohol puede ser el resultado de la necesidad de socialización. “Los estudios han mostrado que durante periodos de soledad o aislamiento, las neuronas relacionadas con la dopamina se vuelven activas en un área del cerebro conocida como el núcleo dorsal del rafe y la activación de esas neuronas impulsa al individuo a buscar interacciones sociales”, dijo Weinstein. “Para algunas personas, cuando la interacción social no es posible, recurren al alcohol y/o las drogas”.
Hablar, reír y disfrutar con tus amigos y seres queridos o incluso mantener una conversación más profunda y sustancial con tu pareja o compañero de casa puede ayudarte a mantener a raya el impulso de consumir sustancias para llenar el vacío social de los últimos meses. Eso ya es algo por lo que estar agradecido.
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