Si alguna vez te has preguntado a qué suena el punk en Hermosillo, puedes empezar por escuchar a los Sgt. Papers, quienes se están encargando de encabezar la escena DIY del punk en su ciudad. Junto con otras bandas pioneras, este dúo comienza a invadir los carteles de pequeños festivales y venues propositivos en el norte de México y en la capital.
Uno de los personajes clave para entender qué está pasando entre los escasos pero determinados punks hermosillenses, es Felipe García Ortíz. Durante seis años se autoexilió de Hermosillo y en su camino por la diáspora se puso a tocar con The Mud Howlers durante los últimos cuatro años. Con ganas de activar la escena en su ciudad, Felipe volvió a finales de 2016 como el hijo pródigo descarrilado que es, “por la pura necesidad de sacar la malilla y pasar un buen rato”, dice.
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En vísperas del año nuevo, formó con su hermano Jesús a los Sgt. Papers, un dueto a pura guitarra y batería. Como los Japandroids, ¡pero de Hermosillo, perros! No es cierto. En realidad Felipe cuenta que hicieron un dúo “para dejarnos de pedos con otros integrantes” y porque “descubrimos que es más barato salir de gira si sólo somos dos”, dice mientras se ríe.
A su regreso, Felipe empezó a producir discos de surf, punk y garage a cargo de bandas hermosillenses, como la Limonada Rosa de nuestros niños consentidos Señor Kino. Y dentro de su actividad en el estudio grabó su disco debut titulado groseramente Sgt. Papers Lonely Psych Punk Band, el cual comenzó a circular plataformas musicales desde el miércoles 27 de septiembre.
El Sgt. Papers Lonely Psych Punk Band es un disco sobre venganza. Con una portada a cargo de Pablo Prohaska que demerita por completo y prostituye de reojo lo que alguna vez fue el rock en las cabezas de bacinica de los Beatles en 1967, cuando sacaron el Sargent Pepper’s Lonely Hearts Club Band.
El disco abre con un poderosísimo track de nombre “Fuiste tú”. Una pieza breve y concisa con riffs que predominan sobre coros acusadores que a veces, como de lejos, inculpan a quien sea con un casi indiferente ‘yo sé que fuiste tú’. Dos minutos y medio de introducción a este disco con la dosis correcta de rock despeinado hermosillense. Después de eso se viene la venganza en partes. Tres partes, para ser exactos. Y el gran finale de este brevísimo primer álbum es una rola en open D que definitivamente deja en puntos suspensivos la propuesta de estos dos hermanos de quienes escucharemos de nuevo más pronto de lo que imaginas.
Su primera gira nacional arranca este mismo fin de semana junto con Señor Kino. Mira las fechas aquí: