Cuando se habló por primera vez de LSD y mescalina en Colombia

En abril de 1943, por estos mismos días hace más de 70 años, el científico suizo Albert Hofmann absorbió, sin planearlo, a través de la punta de sus dedos, la primera dosis de dietilamida de ácido lisérgico (LSD) registrada en la historia de la humanidad. La síntesis del LSD fue un verdadero revolcón para el mundo científico, la investigación sobre el cerebro humano y la contracultura gringa. El Big Bang de nuestros deleites alucinógenos. La materia prima de lo que ahora se revende, anfetoso y mal procesado, en la 60 con 7.

Las visiones de Aldous Huxley, las terapias de Timothy Leary y el paseo en bicicleta del mismo Hofmann son ya mitos indelebles incluso en la cultura lisérgica latina. Solo vean los diseños de nuestros propios cartones. Pero, ¿cómo y cuándo empezamos a tripearnos por estas latitudes? ¿Quién nos contó sobre esos raros experimentos cincuenteros que inmortalizaron el LSD entre los hippies, entre los rockeritos woodstockeros, entre los yeyés y gogós de hace cincuenta años? No tenemos ni idea. Nadie sabe bien quién nos abrió “las puertas de la percepción” en el trópico: la escasa documentación y su clandestinidad han hecho muy difícil seguir sus rutas.

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Sin embargo, encontramos un diamante para comenzar a hacer una historia del ácido en Colombia. Escarbando entre microfichas y periódicos viejos recuperamos este detallado estudio, publicado en el diario La República de 1967, en el que se informa públicamente por primera vez en el país sobre la llegada, el surgimiento y los efectos del LSD y la mescalina. Los primeros pinitos de la popularización y amplificación mediática de los alucinógenos en nuestra República mojigata.

Les dejamos algunos fragmentos de ese especial sobre las drogas psicotrópicas estrella en la Colombia de finales de los sesenta:

“Una venta de objetos para acentuar los efectos de los alucinógenos en Nueva York”

EL EXPERIMENTO MÁS SENSACIONAL DEL MUNDO

  • “A las drogas corrientes que modifican el sistema nervioso central para proporcionar una falsa y efímera sensación de bienestar, satisfacción, optimismo y euforia, los toxicómanos agregan ahora los compuestos alucinógenos. El más popular y fácil de conseguir es la dietilamida del ácido lisérgico”.
  • “No es de sorprenderse, entonces, que quien no puede procurarse narcóticos o estimulantes recurra a cualquiera sustancia que le transporte a un mundo distinto, fantasmagórico y cargado de brillantes alucinaciones”.
  • “El ácido lisérgico, en su forma dietilaminada, es el prototipo de los compuestos químicos productores de reacciones alucinatorias visuales fugaces, cambiantes al infinito y de vívidos colores”.
  • “Aun cuando este compuesto puede ser identificado cromatográficamente, es difícil descubrirlo porque es incoloro, inodoro e insípido, su potencia es tan grande que un gramo proporciona 10.000 dosis individuales y puede ocultarse en un cigarrillo”.
  • “Como es un compuesto muy soluble en agua, a menudo se empapa un pañuelo u otro trozo de género en una solución de LSD y se deja secar. El toxicómano lo divide después en cuadriláteros y los chupa”.

Dibujos de Harriette Frances sobre los efectos alucinógenos del LSD

  • “Las drogas alciogénicas se conocen desde hace siglos. Los místicos de otros tiempos las usaban para inducir visiones que incorporaban en sus ritos religiosos. La misteriosa soma, bebida inductoria de alucinaciones y exaltada en los himnos sánscritos védicos, era consumida por los antiguos arios e indoiranios en sus ceremonias religiosas”.

Aldous Huxley y Timothy Leary en La República

  • “El doctor Leary declara haber tomado LSD por lo menos unas 300 veces; cree que la droga expande la conciencia abarcando cinco niveles de viveza mental, hasta llegar al grado que él llama precelular. El que toma la droga puede percibir las redes de una energía subatómica en forma de luz blanca enceguecedora”.

VIAJES O EXCURSIONES

  • “Los que consumen LSD se refieren a las sesiones en que ingiere el compuesto como si fueran ‘viajes o excursiones’ dentro de sí mismos”.
  • “Para variar aún más las visiones e impresiones percibidas durante el estado tóxico se emplean pantallas de cine, música y luces intermitentes, en forma sucesiva o simultánea, perfumes, incienso”.
  • “Varios consumidores de la droga fueron víctimas de accidentes fatales por apreciación errónea de un peligro real; otros se suicidaron creyendo que eran presa de una locura incurable”.
  • “El anhelo de escapar de sí mismo y trascender ha sido buscado por el hombre en todos los tiempos, por medio de tóxicos químicos, sedantes, narcóticos, eufóricos y aucinógenos”
  • “Aumentar el campo de la percepción y su agudeza es lo que busca el hombre y trascender de sí mismo. Las drogas han sido en esta época uno de los medios y la toxicomanía es universal. Se trata de evitar que ciertas drogas produzcan grave mal a la humanidad y que los efectos del alcohol, el tabaco y los barbitúricos disminuyan. Habría que buscar drogas inocuas, sedantes, que despertaran la euforia del individuo y le impidieran caer en la desesperanza, en la frustración, en la angustia y la desesperación, que son síntomas de nuestra época. La mescalina podría ser esa droga, es la conclusión de la experiencia de Huxley”.