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Identidad

Puedes tener calambres menstruales en otros sitios aparte del estómago

Hay chicas a las que les duele el culo.
Photo by Danil Nevsky via Stocksy

Cuando pensamos en calambres menstruales, nos imaginamos a una mujer hecha un ovillo en la cama con una mueca de dolor en el rostro, viendo sin parar capítulos de Anatomía de Grey mientras engulle una tarrina de helado Ben & Jerry's. Normalmente también se sostiene la parte inferior del abdomen con las manos.

Pero del mismo modo que las series que ver compulsivamente y las preferencias sobre helados pueden variar, muchas mujeres sufren calambres en otros lugares aparte del estómago y la región pélvica. Samantha lleva sufriendo calambres menstruales en las piernas desde que puede recordar.

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"Es como si mis piernas se tensaran, de modo que intento masajearlas para aliviar el dolor", explica a Broadly. Britt Bartlett experimenta sus calambres en las caderas y también en la parte frontal de sus piernas. "Solo puedo describirlo como un profundo dolor", afirma. "Cuando se pone realmente mal no puedo ni mantenerme erguida; lo único que me alivia es el calor. Me tumbo haciendo la cucharita con mi novia para poder enroscarme en torno a su calor corporal. Yo lo llamo magia culera".

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Sarah Pasquarelli, que también sufre normalmente calambres en las piernas justo antes de empezar a menstruar, afirma que nunca había oído hablar de otras mujeres que tuvieran la misma experiencia, pero según la Dra. Raegan McDonald-Mosley, Directora de la División Médica en la Federación Norteamericana de Planificación Familiar, es algo muy común. Dice que entre un 50 y un 90 por ciento de las mujeres experimenta calambres menstruales dolorosos. "A veces las mujeres sufren esos calambres de formas diferentes, incluyendo dolor irradiado hacia la espalda, los glúteos y los muslos", explica a Broadly. "Tiene que ver con la libración de una sustancia química llamada prostaglandina. Se trata de una parte normal del ciclo menstrual que se libera desde el endometrio y atraviesa el cuerpo de la mujer".

Aunque estos calambres aparentemente poco normales son en realidad de lo más común, en algunos casos los dolores menstruales fuertes en zonas inusuales del cuerpo pueden ser síntoma de una enfermedad grave, como la endometriosis, que afecta a 1 millón de mujeres en España. La endometriosis se produce cuando el tejido endometrial, que recubre el interior del útero, se forma en el exterior de este y puede provocar menstruaciones tan dolorosas que interfieren en la capacidad de las mujeres para ir a trabajar o al colegio. "[El tejido endometrial] puede formarse en las trompas de Falopio o en los ovarios, o puede diseminarse a través de los tejidos pélvicos e incluso formarse en otras partes del cuerpo, aunque eso es mucho más inusual", afirma la Dra. McDonald-Mosley.

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Kaya, que siempre ha sufrido de menstruaciones extremas, supo que algo no iba bien cuando empezó a notar dolores menstruales insoportables en torno a las articulaciones de sus caderas y sus intestinos. "Hace un mes y medio me sometí a una operación para extraerme un quiste enorme y resultó que tenía endometriosis de fase IV", explica a Broadly.

El dolor es realmente terrible. Y te lo dice alguien que se depila las piernas con cera

Antes de que le diagnosticaran la endometriosis y antes de la cirugía, un médico de medicina general dijo a Kaya que probablemente solo tenía síndrome del colon irritable y que no había mucho que pudiera hacerse al respecto. Gail sufre de terroríficos calambres menstruales que se extienden hacia su trasero, sus caderas y la parte inferior de la espalda y que la solían obligarla a ausentarse del colegio. "El dolor es realmente terrible. Y te lo dice alguien que se depila las piernas con cera", dice Gail. "También tengo migrañas, pero la gente encuentra más fácil empatizar con eso. La gente empatiza con los dolores de cabeza y los vómitos [mucho más que con el dolor menstrual]".

Los profesionales médicos deben equilibrar la tarea de normalizar las menstruaciones —y los síntomas que normalmente las acompañan— con la de tomarse en serio el dolor de las mujeres. "Es muy duro, porque la menstruación es una parte totalmente normal de la vida de las mujeres, pero a veces puede ser horrible", afirma la Dra. McDonald-Mosley. "Puede hacer que las mujeres se ausenten del colegio o de sus trabajos, de modo que es realmente importante que no lo medicalicemos en exceso pero también que nos demos cuenta de que algunas personas necesitan tratamiento".

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Entonces, ¿cómo sabes si ese dolor de culo es simplemente un calambre desplazado a un sitio extraño o un dolor desplazado que deberías consultar con tu médico? "Yo diría que si el dolor se sitúa fuera de la zona pélvica, fuera del útero, y es realmente unilateral, podría ser signo de que algo no va bien. Creo que las mujeres deberían ir al médico para que les ayude en caso de que les suceda eso. Pero en general, el dolor en la zona baja del pelvis y el dolor bilateral en las piernas, los glúteos y la espalda son totalmente normales y una parte común del ciclo menstrual para muchas mujeres", dice la Dra. McDonald-Mosley.

Vaya, menos mal. Incluso los dolores normales que acompañan a la regla necesitan ser aliviados. Para los calambres en el culo, las piernas o las caderas, la Dra. McDonald-Mosley recomienda un régimen similar al que se sigue para los calambres abdominales. "Algunos estudios han demostrado que el ejercicio físico —especialmente aquellos ejercicios que incrementan el flujo sanguíneo en la zona pélvica como el yoga— e incluso tener orgasmos puede ayudar a aliviar el dolor menstrual, especialmente el dolor de espalda y el dolor en las piernas", afirma. Junto con la aplicación directa de calor (o en el caso de Bartlett, la aplicación directa de su novia), también apunta a la acupuntura y a las tabletas de vitamina E. Los métodos anticonceptivos hormonales como la píldora, los parches o los anillos también pueden reducir los síntomas menstruales.

"Yo también empleo marihuana y como el triple", explica Bartlett acerca de sus propias tácticas para aliviar el dolor. "Encuentro que la comida me ayuda con los calambres". Mirándolo de ese modo, hasta parece que los calambres casi merecen la pena.