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Sexo

Lo que aprendí sobre los hombres siendo una operadora de 'hot lines'

"Una vez alguien me llamó y quería que fingiera que era una ardilla gorda saltando de un árbol a otro".
Sirin Kale
tal y como se lo contó a Sirin Kale
Ilustración por Erin Aniker.

Artículo originalmente publicado en Broadly Estados Unidos. Leer en inglés.

Hay una razón por la que soy buena en el sexo telefónico. Es porque soy bastante directa. Intento sonar real.

Empecé a tener sexo por teléfono cuando trabajaba como maquillista en un club de striptease. Una de las bailarinas me contó cuánto dinero ganaba trabajando desde casa y con eso me convenció.

Tenía 20 años cuando empecé, ahora tengo 24, así que lo he estado haciendo durante cuatro años. Recordando mis primeras veces, no tenía ninguna expectativa. Tardé algunas semanas en comprenderlo y empezar a ganar dinero.

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La primera vez que tuve sexo por teléfono, el chico dijo: "¿eres de mente abierta? ¿Harías cualquier cosa por mí?" Respondí,"por supuesto". Luego me pidió: "Quiero que me seques el culo". Se puso en cuatro, tomé mi secadora para el pelo y la encendí. Mientras tanto, él quería que le dijera cosas sucias.

Después, me quedé asqueada y confundida. No esperaba algo así. Pero luego pensé, llaman a un servicio de fantasías por una razón. Estas personas no pueden contarle a nadie sobre sus deseos en la vida real, ni siquiera a su pareja, porque recibirán una reacción tipo … ¿qué te pasa? Entonces comencé a entenderlo mucho más. Cuando inicié con el sexo telefónico, era bastante tímida y cerrada, para ser sincera. Ahora no sólo soy una operadora de líneas eróticas, literalmente soy una terapeuta. Estos hombres se abren a mí por completo.

Los chicos no sólo llaman para tener sexo. Te cuentan de cómo sus esposas los engañan; o cómo los despidieron; o que nunca ven a sus hijos después de un divorcio. No tienen otro lugar a dónde ir para expresar cómo se sienten. A veces admiten sus errores, y otras simplemente culpan a los demás. Siempre escucho y soy comprensiva. Digo cosas como: "Lamento mucho que estés pasando por esto, pero siempre hay una luz al final del túnel. No estarás solo. Encontrarás a la persona perfecta para ti".

Cuando un hombre llama al servicio para el que trabajo, elige un tipo de llamada diferente según su fantasía. Puede ser "Apenas Legal" o "Todo vale". Y basas tu personaje en el tipo que han seleccionado. Digamos que un hombre llama y utiliza la etiqueta "Apenas Legal", lo primero que preguntan siempre es qué edad tienes.

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Entonces digo algo así, "¿Puedo ser honesta contigo? Acabo de cumplir 18, o sea hace dos días. Mis padres están de vacaciones y soy una mimada. Mis amigas a veces llaman a este servicio y todo el tiempo dicen que es increíble. ¡Hablan con tantos hombres maduros! Así que decidí participar y pasar un buen rato. No sé ni lo que estoy haciendo ahora mismo, pero espero que no te importe".

Algunos son agresivos, te denigran. Dicen cosas como: "Eres una puta, eres una perra, no eres nada, sólo eres una mujer". Pero también hay otros que son súper dulces y te dirán lo increíble y sexy que eres.



Debes adaptarte a sus fantasías y no puedes rendirte. Es igual que cualquier trabajo. La mayoría de las llamadas son sólo sexo por teléfono normal, pero a veces los chicos se ponen muy creativos con sus fantasías. Como Jim: quiere que tengas a sus bebés. Él quiere describir, a detalle, cómo te va a dejar embarazada. No importa si tienes 18, 35, 60 u 80. Quiere dejarte embarazada. Él quiere extender su semilla en cada mujer. Quiere 500 hijos. O está Tiny Tim. A él le gusta ser humillado. Quiere que le diga lo pequeño que es su pene; tengo que decir, "Es desagradable. ¿Cómo vas a satisfacerme con un pene de dos centímetros?"

Lo más importante es mantenerte concentrada, esperar lo inesperado y no quedarse congelada. Por ejemplo: una vez alguien me llamó y quería que fingiera que era una ardilla gorda saltando de un árbol a otro. Pensé, ¿Cómo chingados suena una ardilla gorda? Entonces dije: "Arrójame una nuez". Aliméntame. Siempre estoy en tu patio, buscando árboles para saltar, porque me das de comer". Eso le sirvió por 45 minutos.

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Tienes que separar la fantasía de la realidad. El 20 por ciento de las veces, me enfrasco en la conversación y la disfruto. Puedes atender a chicos muy sexys por teléfono que quieren mimarte y darte placer con palabras. El otro porcentaje es sólo fingir orgasmos. Si hay un hombre de 80 años en el teléfono apenas le entiendes a lo que dice, no puedes comprometerte con eso, así que finjo.

Gano entre 1,200 y 1,400 dólares (hasta 28,000 pesos mexicanos) a la semana. Necesitas establecer una estructura y una rutina. Si no lo haces, te vas a distraer. Se trata de intentar mantenerlos al teléfono el mayor tiempo posible. Exprime cada llamada. Cuanto más tiempo los tengas en el teléfono, más dinero ganas.

Experimentar distintos tipos de personalidades a través del sexo telefónico realmente te afecta. Al principio me molestaba mucho. Estaba en el supermercado y empezaba a perfilar a los hombres que veía. Sólo pensaba, ¿este es el tipo que piensa en tener sexo con alguien menor de edad? ¿Este es el güey que quiere violar a las mujeres? ¿Este es el godín que fantasea con ser penetrado con un consolador en su oficina?

Después de un tiempo, me di cuenta de que esos hombres probablemente no querían hacer todas esas cosas en la vida real. Es sólo hablar; una fantasía. Dejé de analizarlo todo y juzgar a las personas; comencé a abrirme más. Mi vida personal mejoró también. Me volví más cómoda con mi sexualidad y más fetichista. Ahora tengo la mente más abierta.

Tener sexo por teléfono me hizo darme cuenta de que todos estamos interpretando personajes que están reprimidos dentro de nosotros. Siento que estoy haciendo un servicio a la sociedad. Porque prefiero que estos tipos usen el teléfono e interpreten sus personajes para mí, porque no tendrían a dónde ir y lo reprimieron, pero tiene que salir de algún modo. Al menos de esta manera, liberan la tensión.

Yo interpreto un personaje también. Pero la diferencia es que sólo lo hago por dinero. Ellos están jugando. Yo juego con ellos en las fantasías que se les ocurren. Prefiero que se abran a mí a que hicieran algo así en la vida real. Así que sólo digo, "habla conmigo".